Moncef Merzuki (Túnez) desea desechar las acusaciones de apostasía
13/03/2012 Le Monde.fr
Echar anatemas a diestra y siniestra hacia su prójimo, sobre todo cuando se trata de apostasía, no es nada propicio para la concordia nacional que desea preservar ante todo, dice Moncef Merzuki, el presidente de Túnez. Inquieto de la situación de exacerbación de las tensiones entre laicos e islamistas, el hombre fuerte de Cartago, que garantiza el éxito de la transición democrática del país, ha cogido el toro por los cuernos prohibiendo las acusaciones de apostasía.
« Nadie tiene derecho de llevar tales acusaciones contra sus compatriotas, porque podrían ser causa de violencias, que merecerían la represión por principio”, ha declarado, con la esperanza la razón y el deber de unidad sobrepasen los juicios tan brutales, tan arcaicos como aterradores. “Deseo que una cláusula sea añadida a la constitución, que penalice explícitamente le tafkir (apostasía), cuya realidad es cada vez más frecuente en estos últimos tiempos” ha añadido Alia Allani, especialista de los grupos islamistas, a la revista El Magharebia.
Además de que, como lo subraya Moncef Merzuki, “El tafkir es uno de los métodos de negación política del “otro” que era utilizado durante los períodos de decadencia”. Túnez, como modelo de levantamiento popular éxitoso y de puesta en marcha sobre el buen carril, tiene claramente otras apuestas que levantar, mucho más nobles, urgentes y que federen.
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