Ampliar las voces de los jóvenes africanos en la gobernanza global

24/02/2025 | Opinión

Mientras los líderes mundiales se preparan para adoptar el Pacto de las Naciones Unidas para el Futuro, la importancia de integrar a los jóvenes en el proceso de toma de decisiones se ha convertido en un tema cada vez más frecuente en el contexto de la gobernanza global. Varias instituciones multilaterales están comenzando a reconocer a los jóvenes como actores clave en la construcción de la paz y la promoción de la acción climática. Ewusi y Ndutu (2024) sostienen que en los últimos años, la juventud africana se ha transformado en una poderosa fuerza impulsora del cambio social. Esto se ha visto reforzado por la inmensa participación de los jóvenes africanos en la Primavera Árabe y otros movimientos liderados por jóvenes en todo el continente africano, como el movimiento Generación Z en Kenia, Yen a marre en Senegal y Le Balai Citoyen en Burkina Faso. Afeti et al. (2024) afirman además que los jóvenes africanos no sólo abogan por reformas políticas sino que también encabezan la conservación de la biodiversidad y la gestión sostenible de los ricos recursos naturales del continente. Estos movimientos son testimonio de la capacidad de los jóvenes africanos para actuar como agentes de cambio positivo al abogar por la acción climática y la responsabilidad constitucional.

Sin embargo, a pesar de estos importantes logros, la juventud africana sigue estando extremadamente subrepresentada en las estructuras formales de gobernanza global y en los roles de toma de decisiones. Por lo tanto, este artículo busca examinar algunas de las barreras sistémicas que obstaculizan la integración integral de las voces de los jóvenes africanos en los foros de gobernanza global.

No hay lugar para los jóvenes africanos en la mesa principal de toma de decisiones a nivel mundial

A pesar de ser una fuente dinámica de innovaciones y haber catalizado cambios importantes en los sistemas políticos en todo el continente africano, la juventud africana todavía permanece ausente en las mesas de toma de decisiones sobre gobernanza global. El mundo de hoy tiene la capacidad y los recursos necesarios para cumplir la promesa de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Sin embargo, como Cieslik et al. (2022) señalan acertadamente que los avances innovadores y la acción colectiva a gran escala serán imposibles al ritmo necesario sin el apoyo de los 420 millones de jóvenes que viven hoy en África y que, según se prevé, constituirán el 42 por ciento de la población juvenil total del mundo para 2030. Además, Gondwe (2024) afirma que los jóvenes que viven en todo el continente africano son la generación más educada y conectada globalmente que África haya presenciado jamás y, como resultado, están en una posición única para reconocer, comprender y responder a una infinidad de dilemas globales. Por lo tanto, existe un llamado urgente a la acción para acelerar el progreso en la inclusión de los jóvenes africanos en el proceso de toma de decisiones de gobernanza global, ya que esta sería una estrategia crucial para lograr la Agenda 2030 para los objetivos de desarrollo sostenible. Como dice el perspicaz adagio keniano: “Un joven solo corre rápido, con un mayor viaja lentamente, pero juntos llegan lejos”. Lo que esto significa en el contexto actual es que la juventud africana será el motor del crecimiento futuro y el desarrollo sostenible con la condición de que se les invite a sentarse en las mesas altas de formulación de políticas globales.

Barreras que afectan la participación de los jóvenes africanos en la gobernanza global

1) La brecha entre política y práctica

En los últimos años, la Unión Africana (UA) y el sistema de las Naciones Unidas han reconocido la contribución de la juventud africana a iniciativas relacionadas con la prevención de conflictos, la consolidación de la paz y el desarrollo sostenible. Por ejemplo, en el año 2015, el Consejo de Seguridad de la ONU implementó la histórica Resolución 2250 sobre Paz y Seguridad de los Jóvenes (RCSNU 2250), que reconoció el importante papel que los jóvenes pueden desempeñar en la promoción de la paz y la seguridad internacionales. La resolución 2250 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se basa en cinco pilares, a saber: participación, protección, prevención, asociación y retirada y reintegración. Secuencialmente, la Unión Africana lanzó el Programa África Jóvenes por la Paz (Y4P) en 2018, cuyo mandato era disuadir a los jóvenes africanos de involucrarse en la violencia y apoyar su contribución en todos los aspectos de la paz y la seguridad, de conformidad con el artículo 17 de la Carta Africana de la Juventud. Con el objetivo de armonizar la agenda de Juventud por la paz con la RCSNU 2250, la UA formuló además el Marco Continental de la UA para la Paz y la Seguridad de la Juventud en 2020, que se esfuerza por apoyar la enorme contribución de la juventud africana en varios procesos de consolidación de la paz y resolución de conflictos.

Sin embargo, a pesar de estos importantes avances, varios estudios sugieren que todavía existen barreras entre lo que las políticas buscan lograr y lo que realmente sucede sobre el terreno. Por ejemplo, Karkara et al. (2012) sostienen que, aunque varias instituciones multilaterales han establecido iniciativas que intentan abordar las preocupaciones de los jóvenes, estos esfuerzos tienden a estar demasiado vagamente coordinados para tener un impacto significativo. Esto es evidente en el hecho de que, a pesar del avance de la agenda de Paz y Seguridad Juvenil (YPS), la plena incorporación de los cinco pilares sigue siendo incongruente en múltiples contextos en entornos frágiles y afectados por conflictos, y también dentro de diversas operaciones de construcción de paz. En consecuencia, la inclusión de la juventud africana y la agenda de las YPS en los esfuerzos de consolidación de la paz en todo el continente ha sido ad hoc, liderada predominantemente tanto por los países que aportan policía como por los países que aportan tropas. En el caso del Componente Civil de Operaciones de Paz, a menudo reclutan trabajadores entre un grupo de profesionales experimentados, lo que genera menos oportunidades para que los africanos más jóvenes demuestren sus capacidades.

En los últimos años se han realizado esfuerzos para reclutar jóvenes africanos en la UA y varias instituciones multilaterales a través de oportunidades de voluntariado y pasantías para jóvenes. Sin embargo, estos programas no incorporan a los jóvenes en roles de toma de decisiones ni integran completamente la agenda de las YPS en las operaciones de mantenimiento de la paz. Por lo tanto, es necesario trabajar más para abordar estas preocupaciones para que los jóvenes africanos tengan una oportunidad real de participar en el proceso de toma de decisiones de gobernanza global.

2) Estereotipos de edad y género

En medio de un llamado global a la diversidad y la inclusión, es vital identificar los desafíos distintivos que enfrentan los jóvenes líderes africanos en los foros de gobernanza global, especialmente en el contexto de las expectativas de género. A lo largo de los años, se han dado enormes pasos hacia la igualdad de género en diversas esferas; sin embargo, el liderazgo juvenil africano sigue siendo un ámbito marcado por estereotipos y prejuicios persistentes. En los foros de gobernanza global, hay una serie de percepciones erróneas generales sobre la juventud africana basadas en estereotipos de edad y género. Por ejemplo, Sommers (2011) afirma que los jóvenes africanos suelen ser percibidos como perpetradores de violencia, mientras que sus homólogas femeninas son vistas como víctimas pasivas. Un informe reciente de la Unión Africana sobre la contribución de los jóvenes africanos a los esfuerzos de consolidación de la paz reveló que esta idea errónea generalmente lleva a los formuladores de políticas a adoptar un enfoque securitizado al involucrar a los jóvenes africanos. Esta percepción errónea de la juventud africana no logra apreciar el papel complejo y diverso que desempeñan como impulsores de la innovación positiva y el cambio social que, en última instancia, resulta en paz, crecimiento económico y desarrollo en todo el continente africano.

3) Barreras sistemáticas

El cambio climático se ha convertido en uno de los principales desafíos globales de nuestro tiempo. Sin embargo, a pesar de que África soporta una carga desproporcionadamente pesada por el cambio climático y los costos de adaptación, los jóvenes africanos siguen excluidos de los debates, los compromisos y la formulación de políticas sobre el clima.

Numerosos estudios sobre la juventud africana y la gobernanza global revelan que los jóvenes activistas climáticos africanos suelen ser marginados de las reuniones de jóvenes de la ONU. Por ejemplo, Mayigane (2014) afirma que los jóvenes africanos carecen de una representación adecuada en las conferencias de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Además, Strong (2022) afirma que las organizaciones juveniles y activistas africanos generalmente no pueden acceder a estas conferencias debido a restricciones de visa y prohibiciones de viaje de facto. Grosse (2020) afirma además que, aunque la Conferencia de las Partes, que es el principal órgano de toma de decisiones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), reconoce a los jóvenes africanos como “componentes”, solo se les permite dirigirse a las plenarias de apertura y clausura de la conferencia. En consecuencia, su participación en el proceso de toma de decisiones se restringe estratégicamente a través de procedimientos formales e informales. Como resultado, Grosse y Mark (2020) afirman que la Agenda Juvenil de las Naciones Unidas y la interpretación de las preocupaciones de los jóvenes en relación con el cambio climático se han llevado a cabo principalmente a través de mecanismos occidentales.

Conclusión

Si bien los marcos operativos y de políticas pertinentes, como la Carta Africana de la Juventud (2006), la Resolución 2250 sobre Paz y Seguridad de la Juventud (RCSNU 2250) y el Marco Continental de la UA para la Paz y la Seguridad de la Juventud en 2020, hacen declaraciones extensas sobre los paradigmas participativos para la juventud de África, existe una disyunción y una falta de cohesión en el proceso de aplicación e implementación. Como dijo una vez el Dr. Martin Luther King, “todo lo que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente”. Por lo tanto, no hay mejor momento que el presente para que los líderes y formuladores de políticas globales reconozcan que la transformación del mundo depende en gran medida de su voluntad de crear espacio para la juventud africana en la mesa principal de toma de decisiones.

Sheila Semo

Referencias bibliográficas

  • Afeti, R., Anane, F., Baidoo, P., Mensah, B., Okyere, EY, Gyasi, K., & Donkor, FK (2024). Youth and Natural Resource Management: Empowering the Next Generation for a Sustainable Future. In The Palgrave Encyclopedia of Sustainable Resources and Ecosystem Resilience (pp. 1-8). Cham: Springer International Publishing.
  • Cieslik, K., Barford, A., & Vira, B. (2022). Young people not in employment, education or training (NEET) in Sub-Saharan Africa: Sustainable development target 8.6 missed and reset. Journal of Youth Studies , 25 (8), 1126-1147.
  • Ewusi, S. K., & Ndutu, E. L. (2024). Los retos de la democracia en el contexto de los cambios de poder anticonstitucionales en África. Oportunidades de paz y lógicas de guerra, 185.
  • Gondwe, G. (2024). Digital natives, digital activists in non-digital environments: How the youth in Zambia use mundane technology to circumvent government surveillance and censorship. Technology in Society, 79, 102741.
  • Grosse, C., & Mark, B. (2020). A colonized COP: Indigenous exclusion and youth climate justice activism at the United Nations climate change negotiations. Journal of Human Rights and the Environment, 11(Special), 146-170.
  • Karkara, R., Ragan, D., & Solberg, J. (2012). Youth 21: Building an architecture for youth engagement in the UN System.
  • Mayigane, L. N. (2014). Participación de los jóvenes africanos en las políticas sobre cambio climático global. Boletín-Organización Meteorológica Mundial, 63(1), 23-24.
  • Sommers, M. (2011). Governance, security and culture: Assessing Africa’s youth bulge. International Journal of Conflict and Violence (IJCV), 5 (2), 292-303.
  • Strong, K., & Kelly, C.K. (2022). Youth leadership for development: contradictions of Africa’s growing leadership pipeline. The Journal of Modern African Studies, 60 (2), 217-238.
  • Union, A. (2020). A Study on the Roles and Contributions of Youth to Peace and Security in Africa. An Independent Expert Report Commissioned by the Peace and Security Council of the African Union. Addis Ababa, Ethiopia.

Autor

  • estratega de comunicación y asesora en diplomacia cultural. Asesoro a varias organizaciones dentro de la industria turística y cultural sobre cómo posicionar y comercializar sus productos a audiencias de diferentes orígenes culturales y lingüísticos. Fuera del turismo y la cultura, me apasiona mucho la justicia social y, como resultado, he trabajado para varias organizaciones que se ocupan de cuestiones de justicia social, como la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos en asociación con el centro juvenil One Stop, Mujeres investigadoras de Kenia(WERK), Children Legal Action Network (CLAN) y African Justice and Restoration Trust (AJAR).

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