Amistad es lo principal, por Félix Pérez Ruiz de Valbuena

26/10/2011 | Bitácora africana

Haber venido a Burkina Faso me ha hecho descubrir muchas cosas, entre ellas el valor de la amistad.

Bueno, quizás exagero porque saber el valor exacto de la amistad es muy complicado de conocer y medir, algo así como saber el sexo de los ángeles y el tamaño que tiene: las dos son cosas etéreas y, por ello, difíciles de pesar o medir. Pero te puedes hacer una idea, me refiero a lo de la amistad, lo del sexo de los ángeles es más peliagudo.

Me vine aquí y descubrí la cantidad de amigos que dejé allí. Puede que no todos sean iguales, me refiero en lo de la medida de la amistad, pero también pasa esto con la jerarquía angelical (serafines, querubines, tronos, dominaciones, virtudes, potestades, principados, arcángeles y ángeles; esto me lo enseñó mi buen amigo Eduardo, monaguillo de pequeño, como yo, que jamás me ha leído un artículo) y Dios los quiere a todos.

Pues yo, como Dios: quiero a los amigos de toda la vida, pero me emociono más con las “nuevas adquisiciones”.
Porque esto de cambiar de vida y de continente te abre nuevas vías de conocimientos, aunque a veces también te den ganas de abrirte las venas con los problemas cotidianos.

Burkina es un país difícil para hacerte amigos.

La pobreza lo condiciona todo y ser blanco y con posibles hace que ponga en cuarentena cualquier sonrisa o cualquier saludo. Es algo contra lo que lucho todos los días, porque me estaba volviendo paranoico.

Evitar cruzar una mirada, caminar furtivo y con la cabeza baja los escasos metros que no recorro en coche, no pararme a devolver un saludo, hacerme más el sordo de lo que ya estoy, impedir a toda costa pegar la hebra que hasta la fecha siempre desembocaba en un ovillo de peticiones…

He empezado a decir NO y las cosas están mejorando. Puede que de aquí a unos meses esté separado el grano de la paja, con perdón.

Tengo algún buen amigo aquí, incluso alguno bueno que me ha pedido alguna cosa, pero razonable. Pero la amistad es complicada, no funciona como en España. La gente es muy extravertida en las formas pero absolutamente hermética en el fondo, por más divertida y cordial que aparente. Todo el mundo se está saludando y sonriendo, y bromeando todo el tiempo, pero ¿intimidades…?, ni con el amante.

Con los amantes mucho menos, claro. Que aquí se cambia mucho de amante y todo el mundo tiene alguno, hombres y mujeres. Incluso en las aldeas…, bueno en las aldeas no se tienen amantes, se folla con las mujeres propias, suelen ser varias, y con alguna ajena, pero no son amantes strictu senso.

Mi mujer conoce a medio Ouaga y cuando vamos a la capital nos pasamos la mitad del tiempo saludando a personas, Ministros y todo. Es lo que tiene haber sido una mujer pública, me refiero a que ha tenido un programa semanal de TV muchos años…, que siempre hay alguno que interpreta mal el castellano. Pero me confesaba que a pesar de todos los abrazos, besos y sonrisas, no tenía ningún amigo/a de verdad.

Porque esto es como la selva y no es una gracia por lo de estar en África, pero es la ley de la jungla para conseguir salir adelante y comer todos los días. Y nunca se sabe cuándo y quién te va a quitar la comida de la boca.

Hay un cuento tradicional peulh al que no daba crédito.

Una hiena padre (la mayoría de cuentos africanos son animales, como humanos, los protagonistas) acababa devorando a su hijo por falta de comida. Y cuando iba a hacerlo, que la hiena hijo era consciente de que iba a ser comida, la hiena padre le explicaba que era mejor que muriera uno que no los dos. Moraleja: pues no sé, la verdad, ríete tú de ‘La Decisión de Sophie’.

A lo que iba: AMISTAD.

Pues que aparte de los amigos que he hecho en Burkina están los amigos que he hecho gracias a Burkina.
Y gracias a estas páginas en las que escribo.

Empezando por los compañeros de fronterad, los tengo de todas clases y por todo el mundo. Esto es una licencia poética porque aparte de España, lo más que he llegado es a EEUU y Alemania. Y ahora que me he enterado que también me lee la colonia hispana de Bristol, Inglaterra. No toda la colonia, sólo 2 personas, pero ya me huele bien…

No sé si es por el amor al prójimo, solidaridad, o por el amor a Burkina, pero he conocido gente verdaderamente interesante. A la mayoría no les he visto personalmente pero una correspondencia como las que mantengo con mi amigo Ricardo, o mi amigo Alfredo, o tantos otros es mucho más de lo que he tenido con algunos de mis amigos “normales”.

A otros he tenido la suerte de tratarles personalmente y he descubierto que a los 56 años puedes hacer nuevos amigos “de verdad”. Como Javier Navas que enriquece estos artículos con sus fotos y mi corazón con su cariño (y Lurdes y todo su “grupo salvaje”). O mis amigos canarios, los que han venido, Amalia, como los que van a venir. Y toda la buena gente que ha pasado por aquí y que sigue en Burkina.

Y ayer me vinieron a visitar 2 nuevos amigos: Fernando y Moumounni.

Es lo bueno que tiene esto de compartir sentimientos y país: Dios nos cría y nosotros nos juntamos.

Han venido con un proyecto muy interesante a montar varias aulas informáticas en varias aldeas-ciudades de Burkina, un montón de ordenadores, hasta un camión que dejarán aquí. Todo donado por empresas en España y con una estructura organizativa que es la mínima expresión, lo cual quiere decir que la ayuda no se queda en sueldos por el camino.

No sé en qué categoría nos encontramos, si querubines (no me veo), serafines (tampoco) o principados (me pido el de Andorra), pero sé que YA somos amigos. Y siento no haber podido conocer a sus chicas, Inma y Alba, pero no pierdo la esperanza.

Lo mismo no será en el primer mundo, ni en el tercero o el cuarto, lo mismo acaba siendo en el séptimo cielo.

Allí os esperaré a todos, si existe, que vosotros tenéis que llegar mucho más tarde.

PS.- Tomad Metformina, como yo para la diabetes, para bajar el nivel almibarado del post

Original en FronteraD

Autor

  • Pérez Ruiz de Valbuena, Félix

    Félix Pérez Ruiz de Valbuena. ( Calatañazor, Soria, Diciembre 1954 ) Estudió economía . Marxista-leninista de formación política, afirma que no le sirvió para hacer nada demasiado útil en la vida universitaria, salvando quizás el Festival de los Pueblos Ibéricos. Empresario familiar comparte con sus dos hermanos la propiedad de una empresa de formación. reside actualmente en Burkina Faso con la esperanza de comenzar de nuevo con proyectos que le devuelvan la ilusión. Con tres hijos y un nieto, que le hacen felices los más de los días. Y como dice Soltero y sin compromiso. Es colaborador de la Revista Digital Frontera D con su Blog Negros sobre blanco , que iremos reproduciendo en nuestra sección de Bitácora Africana, agradeciendo a Frontera D la autorización para hacerlo y por supuesto a Félix Pérez Ruiz de Valbuena

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