El presidente saliente de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila, va a la cabeza en el recuento de los votos, según las cifras oficiales de los resultados parciales. La oposición reprende y critica a la comisión electoral por no dar muestras de transparencia.
Mientras que los resultados de las elecciones presidenciales deberían salir de un momento a otro, el día 6 de diciembre [su anuncio ha sido pospuesto hasta el día 8 de diciembre], en la RDC, la provincia de Kasaï Oriental, fortaleza del líder del UDPS, Etienne Tshisekedi, principal oponente al presidente Kabila, está cubierto de fuego. En la capital, Kinshasa, los servicios SMS de los operadores de telefonía móvil han sido suspendidos por orden gubernamental. Las primeras estimaciones de la Comisión Electoral Independiente dan al presidente saliente un 49 % de los votos, contra el 34 % para su principal rival, Etienne Tshisekedi, o sea, un millón y medio de voces que acercan a Joseph Kabila a un nuevo contrato con los congoleños.
Estas estimaciones resultantes del escrutinio de la mitad de los votos son impugnadas por la oposición que reprocha a la CENI no haber procedido, como recomendaron los observadores internacionales, a la publicación de las cifras en su página de internet, al mismo tiempo y medida de sus entregas. Por su parte, la iglesia católica, que debía anunciar, vía sus 30.000 observadores sobre el terreno, sus propias estimaciones, ha obstaculizado las cuatro.
Sobre el terreno, en Kinshasa, donde Etienne Tshisekedi ha obtenido buenos resultados, han sido desplegados unos 20.000 soldados en las calles. La población vive una sicosis de crisis post electoral de gran amplitud. Numerosas personas han encontrado refugio al otro lado del río Congo, en Brazzaville.
Al final, estas presidenciales han quedado reducidas al enfrentamiento entre dos hombres: Joseph Kabila y Etienne Tshisekedi, que han recibido entre los dos más de 8 millones de votos, lejos de Vital Kamerhe, que no ha brillado más allá de su Kivu natal.
(Les Afriques, 07-12-11)
