Tras una orden de arresto emitida por España y llevada a cabo por la Interpol, el director de información y seguridad en Ruanda, Emmanuel Karenzi Karake, el general que habría ocupado importantes puestos jerárquicos en el ejército ruandés bajo el régimen de Paul Kagamé, fue arrestado el pasado sábado en el aeropuerto de Londres.
Según el auto del sumario 3/2.008 – D del Juzgado Central de Instrucción Num.4 de la Audiencia Nacional (http://www.veritasrwandaforum.org/dosier/resol_auto_esp_06022008.pdf), el general del Frente Patriótico Ruandés está inculpado de crímenes cometidos en Kigali en 1994 y 1995 y en el resto del país, de las operaciones terroristas de asesinatos políticos, como los de Emmanuelle Gapyisi o Félicien Gatabazi, entre 1993 y 1994 y por encontrarse en el origen de la muerte de tres trabajadores humanitarios españoles en enero 1997.
Su arresto no ha sido tan bien recibido en Ruanda. Según las declaraciones al Daily Monitor de la ministra de Asuntos Exteriores de Ruanda, Louise Mushikiwabo: ´La solidaridad occidental hacia los africanos es degradante e inaceptable. Es un agravio arrestar a un oficial ruandés basándose en presunciones posteriores a un genocidio´. Añadía también que este arresto es una conspiración de aquellos que niegan el genocidio de Ruanda de 1994.
A pesar de las manifestaciones de Louise Mushikibo, que catalogan esta detención como ´inadmisible´, el arresto de Karenzi Karake, que fue comandante adjunto de la Misión de las Naciones Unidas en Darfur de 2007 a 2008, pone fin a un asunto criminal internacional.
Claudia Velilla Zuloaga