Algunos partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil han llamado a la actuación de la Unión Africana (UA) y de las Naciones Unidas para resolver la crisis en Esuatini. Su implicación complementaría los esfuerzos realizados hasta el momento por la Comunidad para el Desarrollo de África Austral (SADC), que a ojos de muchos ha estado marcada por la imparcialidad. Una de las voces que ha expresado esta necesidad ha sido Thulani Rudolph Maseko, abogado de derechos humanos y director del Eswatini Institute for Democracy and Leadership (IDEAL).
«Es necesaria una resolución respaldada de la SADC, la UA o la ONU en relación a la crisis actual y una solución duradera a la prolongada crisis de gobernanza».
Estas percepciones se reflejaron en una carta dirigida a la secretaria ejecutiva de la organización subregional, Stergomena Lawrence Tax, y a otros órganos de la misma. Maseko, que representó a los firmantes en la carta, expresó que la pasada semana tuvo lugar una reunión con algunos partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil donde se adoptó una posición en relativa al proceso de intervención de la Troika de la SADC, que visitó al gobierno del país.
En el documento, los firmantes defendieron un plan de cinco puntos: llamadas al diálogo o a una negociación política mediada e inclusiva, levantar todas las restricciones de los partidos políticos, elegir una autoridad ejecutiva de transición, elaborar una nueva constitución democrática y conformar una administración democrática multipartidista.
«Su excelencia, pedimos respetuosamente que, si es posible, regresen al Reino en una semana y se reúnan con todas las partes interesadas bajo un mismo techo para evitar que el país recaiga en un conflicto abierto que no está en el interés de nadie».
Esuatini, la última monarquía absoluta de África, está experimentando su peor crisis política desde su independencia en 1968. Las organizaciones por los derechos humanos han informado de la muerte de más de 50 personas durante la última ola de protestas.
Elizabeth Throssell, portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), declaró que su oficina había recibido alegaciones de un “uso desproporcionado e innecesario de la fuerza”, acoso e intimidación de las fuerzas de seguridad, incluyendo el uso de munición real por parte de la policía. Throssell pidió a las autoridades suazis adherirse completamente a los principios de derechos humanos a la hora de restaurar la calma y el Estado de Derecho.
«También instamos al gobierno a garantizar la rapidez, transparencia, efectividad, independencia e imparcialidad de las investigaciones de todas las alegaciones de violaciones de derechos humanos».
Fuente: CAJ News
[Traducción y Edición, Omar Benaamari Hedioued]
[Fundación Sur]
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