Alemania deportó el pasado martes por la noche a 25 ciudadanos de Gambia desde el aeropuerto de Múnich, en lo que fue el octavo vuelo privado de retorno hacia el país africano en 2025. La medida forma parte de los esfuerzos intensificados del gobierno alemán para enviar solicitantes de asilo rechazados y migrantes indocumentados a sus países de origen, especialmente de África Occidental. A pesar de la creciente preocupación pública por las implicaciones en derechos humanos y las dificultades que enfrentan los deportados, las explusiones continúan bajo los acuerdos bilaterales entre Alemania y Gambia. En lo que va de 2025, Alemania ha deportado ya a miles de personas, con un aumento del 28 % en el primer trimestre respecto al año anterior, y los gambianos representan un grupo importante debido a sus altas tasas de rechazo de solicitudes de asilo y sus patrones históricos de migración hacia Europa. Frankfurt y Múnich han sido el punto de salida de recientes vuelos privados, estimándose que al menos 75 gambianos han sido deportados por este medio hasta la primera mitad de 2025, mientras que el total de retornos programados supera los cientos.
El aeropuerto de Múnich planea inaugurar en 2027 una terminal de dos pisos dedicada a las deportaciones, capaz de procesar hasta 100 expulsiones diarias. Esta infraestructura refleja una política más estricta bajo el gobierno del canciller Friedrich Merz. Activistas y organizaciones de derechos humanos advierten sobre el impacto humanitario de estas deportaciones, que pueden generar estigmatización, desempleo y crisis de salud mental para las personas deportadas.
Fuente: The Alkamba Times
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