Al menos 71 militares han muerto en un ataque orquestado por un grupo yihadista en una base militar en el oeste de Níger, cerca de la frontera con Malí. En un comunicado televisado, el portavoz del ejército añadió que «un número sustancial de terroristas fueron neutralizados, 12 militares han resultado heridos y otro número indefinido de soldados siguen desaparecidos«.
Según ha establecido el portavoz del ejército, el coronel Boubacar Hassan, se trata del ataque más mortífero contra el ejército registrado en la historia del país. Hasta el momento no ha habido una reivindicación inmediata de la responsabilidad del ataque.
Según el coronel Boubacar, el ataque fue ejecutado por “varios cientos de militantes”, los cuales, en un período de tres horas, orquestaron un ataque combinando proyectiles de artillería y el uso de vehículos kamikaze. El ataque se ha producido en la misma zona donde del Estado Islámico mató alrededor de 50 soldados nigerinos en dos ataques en mayo y julio.
Aumento de la inseguridad en el Sahel
La región del Sahel ha experimentado en el año 2019 un aumento en la letalidad de los ataques perpetrados por grupos yihadistas vinculados al Estado islámico y a Al Qaeda, a pesar del compromiso de miles de tropas regionales y extranjeras para contrarrestarlos.
El ataque se produce al final de un año de intensa violencia en Inates, una comunidad ganadera cercana a las orillas del río Níger, a 200 km al norte de la capital, Niamey. Aparte de las incursiones en el ejército, los yihadistas también han perpetrado ataques contra civiles, matando a dos jefes de aldea este año. A raíz de la creciente inseguridad en la zona, cientos de personas han huido hacia la capital.
La violencia de dichos grupos ha estado presente principalmente en Malí y Burkina Faso. Debido a la extensión de estos países, lograr controlar la totalidad del terreno se ha convertido en una tarea inviable para los gobiernos. Los grupos extremistas han hecho uso de la porosidad de las fronteras en la región para efectuar ataques terroristas en entre los diferentes estados que conforman de la región, incluyendo Níger.
El Consejo de Ministros de Níger ha prorrogado por otros tres meses el estado de emergencia vigente desde 2017 en varias regiones para luchar contra los ataques de los rebeldes, otorgando poderes adicionales a las fuerzas de seguridad. Desde entonces, el conflicto se ha extendido al centro de Malí y a los vecinos Burkina Faso y Níger. Los ataques continúan, a pesar de los 4.500 efectivos franceses desplegados en la región como parte de la Operación Barkhane para ayudar a las fuerzas locales.
Fuente: CGTN, Al Jazeera – Imagen: Wikimedia Commons
[Edición y traducción, Claudia Durá]
[Fundación Sur]
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