África tiene nombre de mujer, por paquita Reche, mnsda

23/05/2013 | Bitácora africana

El 25 de mayo celebramos el día de África. Un inmenso continente 30.361,894 km2, con 1.093.201.128 habitantes, está formado por 54 países independientes y un territorio, el Sahara occidental cuyo proceso de descolonización sigue pendiente.

Un continente con grandes riquezas naturales y un gran potencial humano: una población joven, ya que el 40 % de sus habitantes tiene menos de 15 años, una clase media emergente, una sociedad civil cada vez más dinámica y mujeres excepcionalmente valientes.

Un continente expoliado y empobrecido, ayer por la trata de esclavos y la explotación colonialista, hoy por el neocolonialismo, la codicia de las multinacionales, el mal gobierno y la corrupción. De él nos llegan sobre todo noticias de hambrunas, miserias, conflictos recurrentes y guerras, que dan una imagen estereotipada y parcial. Al mostrar solo una cara de África, nos impide ver la otra África, el África que resurge de las cenizas, que lucha, resiste, cambia, crece y se desarrolla.

En un antiguo papiro que del Museo de Egipto de Turín, podemos leer la siguiente inscripción: “Vive el que es llamado por su nombre Este día nombramos a África, ser nombrado es ser reconocido y es existir”.

Sé que los estudiosos no se ponen de acuerdo sobre el origen del nombre del continente africano y que los más fiables no establecen relación entre ese nombre y las mujeres, pero, sea cual sea al origen el sentido de ese nombre, creo que la historia y la realidad pueden cargar los nombres de un nuevo sentido. Después de haber vivido muchos años en África no puedo impedirme el establecer una relación especial entre este continente y las mujeres.

En África aprendí que el nombre no es un mero signo exterior, es algo que marca la personalidad y dice mucho de su originalidad. Dar un nombre es algo muy serio, marca la vida de la persona y da información sobre ella. Hay nombres fijados por la tradición que sirven de memoria, otros marcan una relación y un programa de vida.

También he visto el papel que están jugando las mujeres y como contribuyen por su acción a producir cambios sociales, ya sea desde puestos de poder o sean sencillas amas de casa.

Hoy, África para mi, es un continente con nombre de mujer que camina y avanza, en gran parte, gracias a sus mujeres. Las mujeres africanas son signo de esperanza allí donde estén, porque una fuerza nueva nacida de ellas las “empuja a apresurar el paso para dar vida a su sueño milenario de justicia y liberación”, como dice la escritora Elisa Kidane en su bello poema “Mujer y Madre africana”.

Autor

  • Nació en Chirivel (Almería). Estudió Magisterio en Almería, Licenciaturas de Pedagogía y de Filosofía, en la Complutense de Madrid.

    Llegó por primera vez a Africa en 1958 (a Argelia): después estuvo en Ruanda, Guinea Ecuatorial y desde el 1975 en Burkina Faso.

    En África trabajó como profesora en el Instituto Catequético Lumen Vitae de Butare, Profesora de enseñanza secundaria de español y filosofía; Universidad Popular (filosofia). También ha colaborado con Asociaciones de mujeres y con niños de la calle en Burkina Faso.

    Está en España desde 2004, actualmente, en Logroño. Colabora con la revista de los misioneros de África "Africana", Los Comités de Solidaridad con África Negra y con Rioja Acoge.

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