La repentina muerte de Diego Armando Maradona provocó una ola de intensa emoción en todo el mundo y llevó a su tierra natal, Argentina, a proclamar tres días de duelo nacional para conmemorar la memoria del Pibe de Oro. Su patria adoptiva, Nápoles, también ha proclamado luto en la ciudad y la Comisión de Toponimia del municipio de Campania iniciará el proceso para nombrar el estadio de San Paolo en su honor.
El Nápoles, que gracias al talento del campeón argentino ha ganado dos Scudetti, una Copa de la UEFA, una Copa de Italia y una Supercopa de Italia, celebró el histórico número 10 antes del partido de la Europa League con el Rijeka proyectando una serie de imágenes en la pantalla gigante del San Paolo, mientras que al mismo tiempo, en Argentina, el funeral de Maradona se celebraba en privado.
La fecha del 25 de noviembre de 2020 también quedará grabada en la mente de los millones de aficionados africanos, que tienen una pasión desmedida por el fútbol y han acogido con profunda tristeza la noticia del prematuro fallecimiento del más grande intérprete de este deporte. Todo el continente se sintió conmovido por la triste noticia y los campeones más representativos del fútbol africano como el delantero marfileño Didier Drogba, autor de 164 goles con la camiseta del Chelsea, y la exestrella camerunsa Samuel Eto’o, rindieron homenaje a su memoria.
Mientras que el presidente de Liberia y excampeón con el AC Milan, George Weah, recordó «su extraordinaria historia de niño que se liberó del yugo de la pobreza y utilizó su dominio absoluto en el fútbol para hacer regocijar y exaltar a millones de personas».
En su deslumbrante y atormentada carrera, el icónico Pibe de Oro no se ha enfrentado a menudo a selecciones africanas. En esencia, su vínculo con África estuvo marcado por dos hechos. El primero se remonta al 6 de octubre de 1981, cuando la leyenda del fútbol viajó a Costa de Marfil con su club, Boca Juniors, para disputar un torneo cuadrangular entre la ASEC Mimosas, el Stade d’Abidjan, primer equipo en ganar la Copa Africana de Naciones en 1966, y la Stella d’Adjamé, finalista de la primera edición de la Recopa de África en 1975.
En ese momento, en Costa de Marfil todos conocían el fenomenal talento del joven argentino, cuyo nombre ya circulaba en el firmamento futbolístico desde hacía algunos años. Boca Juniors necesitaba recaudar fondos para pagar la contratación del joven ídolo, que recibió atractivas ofertas de los clubes europeos más famosos. Para convencer a los Xeneizes de participar en el torneo, la Federación de Fútbol de Costa de Marfil puso a disposición un premio de 180 mil dólares, de los cuales 36 mil para el Pibe de Oro.
Así que el club argentino accedió a volar a Costa de Marfil y, a su llegada al aeropuerto de Port-Bouët, cuenta la crónica que Maradona quedó impresionado por la bienvenida de la afición marfileña, que coreó su nombre a coro con desbordamiento y entusiasmo. Muchos lo acompañaron al lujoso Hotel Ivoire, donde Maradona se hospedaría en la suite 229.
La selección marfileña, aunque formada por excelentes jugadores como el defensa Laurent Madou Zahui, no pudo competir con los argentinos, que al final ganaron el partido por 5 a 2. Dos de los goles de Boca los marcó el joven Diego Maradona en los minutos 76 y 80, mientras que el marfileño Vincent Kouadio fue el autor de los dos goles del Stade.
Dos días después, Boca se enfrentó al ASEC en la final, después de que «Mimosas» derrotara a Stella d’Adjamé en los penaltis. La final del mini-torneo, sin embargo, se convirtió en una reyerta en el campo, que al final verá a los argentinos imponerse 3-2 al equipo de Costa de Marfil, pero esta vez Maradona no marcará.
Al final del partido, en medio del público se apresuraron a salir del estadio, Diego y sus compañeros alzaron el trofeo hacia el estrellado cielo marfileño y en la madrugada partieron rumbo a Buenos Aires. En el aeropuerto de Abiyán lo esperaban miles de aficionados más, que nunca olvidarán el paso del zurdo de ojos intensos y rizos castaños.
Nueve años después, Maradona volverá a encontrarse con otro equipo africano en su camino: Camerún. La ocasión será propiciada por el partido inaugural del Mundial de los 90 en el evocador escenario del estadio de San Siro, donde los Leones Indomables dirigidos por François Omam-Biyik, vencerán por 1-0 a la vigente campeona del mundo.
Un partido muy reñido, en el que los cameruneses mostraron una carga competitiva rayana en la agresión y la flagrante entrada de Benjamin Massing al lateral derecho biancoceleste Claudio Cannigia fue un ejemplo. Luego, Oman-Biyik anotó el gol de la victoria de Camerún en el minuto 67 del partido y Maradona al final del partido declaró que «si Camerún ganó es porque era el mejor equipo».
Su vínculo con África también se remonta a sus orígenes humildes y a la adolescencia vivida en el pequeño barrio pobre de Villa Fiorito, la más degradada de las villas miserias, como se llama a los interminables suburbios de Buenos Aires. Él, que lo había ganado todo en el mundo del fútbol, nunca ha olvidado la pobreza, las privaciones y el drama que experimentan decenas de sus amigos.
Por ello, en 2018, durante el programa «La mano del Diez» emitido por la emisora venezolana Telesur, junto al periodista uruguayo Víctor Hugo Morales, el campeón pronunció unas palabras muy duras contra la trata de jóvenes futbolistas africanos, pero también de jóvenes. hijos de emigrantes que viven al margen de las grandes ciudades europeas.
Durante el programa explicó que «tres de los cuatro semifinalistas del Mundial de Rusia estaban compuestos en gran parte por hijos de personas de las antiguas colonias e incluso el 78,3 % de los jugadores en Francia eran de origen inmigrante». Como es su costumbre, en términos inequívocos, El Pibe de oro denunció el sistema que empuja a muchos jóvenes deportistas a sacar un pasaporte europeo a cambio de alguna seguridad económica.
«El tráfico de jugadores – añadió Maradona – es una cosa terrible y ha alcanzado niveles increíbles, incluso en las grandes federaciones. No hay duda de que en este Mundial tenemos el mayor porcentaje de inmigrantes de la historia y ha llegado el momento de parar”. También por eso, Diego Armando Maradona será recordado para siempre por millones de aficionados africanos.
Original en: Afrofocus