África Oriental: ¿quieres un crédito blando? Pincha aquí

15/07/2009 | Crónicas y reportajes

Mientras que el mundo se lamenta bajo el peso de la crisis financiera global, una nueva ventana de préstamos fáciles se ha abierto en el África Oriental, en nombre de MYC4, un grupo cuya sede es internet.
El grupo conecta a las pequeñas y medianas empresas con un fondo común de pequeños inversores principalmente en Europa, mediante un sistema llamado préstamos por pares. Los prestamistas y prestatarios se conectan mutuamente entrando en el portal www.MYC4.com, registrándose y la transacción comienza instantáneamente.

El jefe regional de grupo y de la sede en el África Oriental, el famoso hombre de negocios keniata Pete Ondeng, lo define como “un mercado de préstamos con sede en internet”.

Ondeng atribuye al cambio de la tecnología el innovador modelo de préstamos y créditos. Asegura que el que mayor riesgo asume es el que presta, en oposición al que toma prestado, por las incertidumbres de hacer negocios en África, que van desde los altibajos en el valor de las divisas, la inestabilidad política, altos índices de inflación, malas infraestructuras y el alto nivel de impago.

Siendo pura y llanamente un grupo basado en la tecnología de la información y la comunicación, las empresas e inversores on-line hacen un acuerdo de financiación, el que toma prestados los fondos acepta pagar un interés acordado, en un periodo específico de tiempo.

La transacción es supervisada por los socios de MYC4, organizaciones micro financieras y sociedades cooperativas, quienes hacen una evaluación de la empresa, reciben los fondos, se los desembolsan a los prestatarios y hacen un seguimiento de los pagos, después, hasta que el crédito esté pagado.

Por ejemplo, si una empresa agropecuaria de Uganda busca 1.500 dólares para su expansión, pone la solicitud de la cantidad en el portal MYC4, indicando el interés y duración de préstamo que estaría dispuesto a aceptar. Los inversores interesados también ponen la cantidad que desean aportar y a qué tipo de interés.

Una vez que se cierra el trato, un equipo de evaluadores analiza las ofertas y destinan el dinero a un coste medio estimado. Cualquier exceso es remitido al inversor. Se pueden invertir cantidades tan pequeñas como de 5 a 100 dólares.

El proceso de oferta se basa en el principio alemán de subastas, que básicamente significa que cuantos más inversores estén interesados en invertir en un negocio específico, más favorables serán los términos que obtendrá el negocio africano, debido a la puja a la baja.

La diferencia con los préstamos convencionales es que MYC4 opera como el mercado de divisas porque muchos inversores ofrecen la cantidad que ellos eligen para un negocio específico y una vez el que toma el préstamo paga su deuda, todos los inversores comparten el interés, según la cantidad invertida.

MYC4 fue fundado bajo la asunción de que hay una serie de empresas africanas que representan oportunidades de inversión viable pero que carecen de acceso al capital.

Contrario a lo que se cree de manera generalizada en África, Ondeng asegura que muchos pequeños inversores de Occidente, que no están motivados por los superbeneficios, están dispuestos a invertir en negocios en el continente, especialmente cuando saben que su inversión marcará una diferencia en la erradicación de la pobreza.

Actualmente, el grupo opera en siete países subsaharianos, y se han desembolsado 12.9 millones de dólares, entre 4.700 negocios en Kenia, Uganda, Tanzania, Senegal, Ruanda, Ghana y Costa de Marfil.

Ruth Atongoza, de Uganda, cuenta que ella pidió un préstamo de 250 euros el año pasado, para comprar más secadores y vaporizadores para su peluquería. “Me atrajo MYC4 por sus condiciones de pago flexibles y lo simple que es el proceso de pedir el préstamo”, explica. Ruth pagó el crédito en cinco meses a un interés de 14.98 % al año (unos 259.80 euros).

Aloysius Kimbugwe, también de Uganda, pidió prestados 500 euros en 2007, para ampliar su empresa de agua embotellada. Terminó de pagar el crédito un mes antes de lo acordado, en total devolvió 526.66 euros. “Los tipos de interés favorables y las condiciones flexibles para el pago fueron algo importante para mí”, cuenta.

La mayoría de los negocios que ya han recibido fondos son los que pertenecen a las mujeres y los que se centran en el medioambiente.
La inversión también está motivada por la filantropía, que no debería confundirse con la caridad, según explica el señor Ondeng.

Es particularmente interesante que, estos negocios están recibiendo dinero de individuos filantrópicos o compañías que aseguran que no quieren recibir intereses, sino sólo la cantidad prestada.

Los tipos de interés van desde alrededor del 5 % hasta el 20%, por año, dependiendo del acuerdo entre el inversor y el prestatario.

Los fundadores, Mads Kjaer y Tim Vang creen que a pesar de que los inversores son una legión, no tienen ni idea de cómo conectar con gente que emprenda un negocio, esto les llevó a fundar MYC4 en mayo de 2006, como una empresa conjunta entre Kjaer, Vang y el grupo de Kjaer.

Su misión es combatir el hambre en el África subsahariana.

En diciembre del mismo año, recibió una subvención de 670.000 euros de la Agencia Danesa de Ayuda, DANIDA, bajo el ministerio de Asuntos Exteriores, para apoyar el desarrollo de la plataforma MYC4.

Ondeng es un antiguo ejecutivo del departamento de Kenia del nuevo Partenariado para el Desarrollo de África, NEPAD.

A principios de este año 2009, el grupo buscaba alguien con experiencia panafricana en desarrollo, con especial énfasis en el ambiente laboral del sector de pequeñas y medianas empresas, de cualquier país del África subsahariana para sentarse en su junta directiva.

El señor Ondeng asegura que al principio se mostró escéptico con la idea. Pero después de estudiarlo bien, aceptó la oferta en abril, después de analizar el concepto y repasar su amplio conocimiento de las necesidades financieras de las pequeñas y medianas empresas del continente.

(The East African, 13-07-09)

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