África, nuevo terreno de juego para las potencias económicas

24/02/2010 | Opinión

Desde el final de la guerra fría la geopolítica mundial ha sufrido profundas transformaciones y el continente negro no ha sido una excepción. Al antagonismo este-oeste, que veía enfrentarse, por países africanos interpuestos, a la Unión Soviética y a los Estados Unidos, le sucede ahora un juego menos estereotipado. Este hecho obliga a los actores internacionales tradicionales a adaptarse, mientras surgen nuevos participantes. El punto en común en todos, escribe Amady Aly Dieng: el continente constituye un excelente foro de expresión de sus preocupaciones y de satisfacción de sus intereses.

Ante la llegada de competidores como China y Brasil, que multiplican las iniciativas diplomáticas y comerciales en África, las capitales europeas se sitúan cada vez más a la defensiva. París debe enfrentarse a constantes polémicas. En la lucha por el poder de las grandes potencias, Washington no duda en recurrir a los líderes negros americanos, x activistas de derechos civiles, reclamados bajo la bandera de la guerra comercial.

De hecho, las relaciones internacionales se han llenado de agentes privados, como las organizaciones no gubernamentales (ONG), las empresas de consultoría o las iglesias. Su influencia es tan importante que el continente negro está experimentando una falta de voluntad política y humanitaria. Así, los grupos de presión evangélicos de EE.UU. colonizan los círculos gubernamentales, mientras que las ONG determinan los temas de los debates cruciales, como el de Darfur. Cada vez más presente, la justicia internacional post-conflicto expresa sus ambigüedades entre imperativos universales y la necesaria consideración de las realidades sociales.

Hijo de padre keniata, el presidente Barack Obama ha situado las relaciones entre EE.UU. y el continente africano en el centro del escenario. Éstas están marcadas por el creciente papel de los líderes negros americanos quienes fueron muy activos en la cuestión de las desigualdades sociales y que se han puesto ahora al servicio de los intereses económicos de Washington en África. En los años 80, el demócrata Andrew Young fustigaba a los «millonarios negros sin corazón». Veinte años más tarde se convirtió en uno de los «magos negros» de la administración Bush. Es el cínico «negocio negro» de los Estados Unidos.

Con menos repercusión mediática que los movimientos musulmanes, las iglesias evangélicas han realizado un avance significativo en África. Llegados de los Estados Unidos, establecen una explosiva mezcla de religión, política y finanzas. En Uganda, su influencia despierta polémica. Uganda descubre así el lobby evangélico. ¿En qué lugar y con qué identidad quedan las iglesias cristianas de África? Esta cuestión tortura desde hace tiempo a los teólogos en un continente cuyas culturas son muy a menudo ignoradas. Durante el muy activo pontificado de Juan Pablo II, adquirió un particular interés, provocando intensos debates. Durante su último viaje, el Papa se ha centrado en poner de relieve los elementos «insalubres» de las tradiciones y costumbres africanas, llegando incluso a declarar que las costumbres tradicionales no llevaban al amor y adoración a Dios. En otras palabras, y para concluir, debemos dejar de pensar en la posibilidad de un cristianismo africano.

A pesar de la independencia, Francia nunca ha abandonado su influencia política y, muchas veces, la intromisión en sus antiguas colonias. Sin embargo, el creciente descrédito de la “Francáfrica”, una política migratoria estúpidamente restrictiva y la seducción ejercida por las nuevas competencias erosionan lentamente su posición.

Amigo personal del presidente Nicolas Sarkozy, el Sr. Vincent Bolloré se ha convertido en el símbolo del tipo de relaciones mantenidas por Francia con los países africanos. Los recursos políticos y mediáticos de los hombres de negocios, le permiten resistir las tormentas de críticas que suscitan los vínculos poco escrupulosos con el continente negro y obtener importantes contratos lucrativos.

Con el apoyo de las autoridades de Uagadugú, la empresa de semillas de Monsanto ha hecho de Burkina Faso la punta de lanza de su ofensiva comercial en África occidental. Pero, al igual que sus homólogos occidentales, los agricultores burkineses se muestran recelosos de los organismos genéticamente modificados y organizan su resistencia. Con la crisis alimentaria, la agricultura es de nuevo el centro del debate. Descartando cualquier cuestionamiento sobre el libre comercio, los Estados Unidos abogan por una «revolución verde» que favorezca los intereses norteamericanos. Las fundaciones “filantrópicas» desempeñan un papel activo en esta campaña.

En la guerra global por las materias primas, la República Democrática del Congo es un objetivo estratégico. Pekín se enfrenta a Bruselas, París y Ottawa. Pero los métodos poco ortodoxos de China, que recurre al trueque, provocan la condena del Fondo Monetario Internacional. En los últimos años, China se ha convertido en el tercer socio comercial de África. Este rápido crecimiento se mantiene en el nivel más alto: desde 2003, el Presidente Hu Jintao ha realizado cuatro viajes oficiales al continente. Si Pekín abandona el discurso del tercer mundo, se beneficia por la no-injerencia en los asuntos internos de sus asociados. Los métodos poco ortodoxos de la «francáfrica» de China.

A primera vista, la nueva situación mundial no provoca cambios espectaculares en la vida de las personas: la pobreza sigue siendo endémica, el continente está fuertemente afectado por la pandemia del SIDA y las guerras siguen causando estragos en algunas zonas, como Darfur. Sin embargo, la clase media, mermada por los planes de ajuste estructural en la década de los 80, se está recuperando y podría «tirar» del desarrollo. En 2009, el Surafricano Nicky Oppenheimer fue el primer magnate de África subsahariana en entrar en la lista Forbes de las cien fortunas más importantes del mundo.

De Johannesburgo a Dakar, estos hechos avivan el debate político y económico con las desigualdades como telón de fondo. Coinciden también en el deseo de afirmación del continente: se desarrollan instituciones panafricanas, los gobiernos deciden hacer frente a la prevaricación de las multinacionales, los Estados acceden a los foros mundiales como el G-20. Poco a poco, los papeles se redistribuyen. Mientras que dieciséis países celebrarán en 2010 los cincuenta años de la liberación del dominio colonial, algunos podrían ver el anuncio de una segunda independencia para el continente.

En los últimos años, África ha experimentado profundos cambios. El fin de la guerra fría transformó el juego político, expandiendo el sistema multipartidista y poniendo fin a los conflictos alimentados desde el exterior, como el de Angola. Por otro lado, el auge de las materias primas coincide con el fracaso de los planes de ajuste estructural y provoca el cuestionamiento del modelo económico a seguir. Según Anne-Cecile Robert, más allá de las dificultades de la vida cotidiana, se inicia un nuevo juego para África. La clase media de África empieza a recuperarse. Sin embargo, parecen menos preocupados por temas de interés general que sus predecesores.

Gran fallo de la Organización de la Unidad Africana, la búsqueda de la paz es un objetivo prioritario de la Unión Africana, que le sucedió en 2002. La creación del Consejo de Paz y Seguridad innova en sus principios fundacionales y en su modo de funcionamiento. Pero los obstáculos, esencialmente financieros, siguen existiendo. Si la presencia del ejército francés es antigua y suscita controversias a nivel local, Estados Unidos también busca el establecimiento militar en el continente. Pero la creación del comando americano Africom, conlleva la reticencia de los gobiernos locales.

Amady Aly Dieng

Amady Aly Dieng es economista. Lidera crónicas literarias en la prensa senegalesa. Los temas desarrollados en este artículo son un resumen de la publicación “Indispensable Afrique Manière de voir -Le Monde diplomatique“ -bi-mensual, No. 108, diciembre 2009-enero 2010, 98 páginas.

Publicado en Pambazuka, el 8 de febrero de 2010.

http://pambazuka.org/fr/category/features/62155

Traducción de Mariola Foix Llorens, Licenciada en A.D.E, Post Grado en Cooperación Internacional U.O.C.

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