África necesita una coexistencia pacífica (AMwA)

27/04/2015 | Opinión

“…No vengo de Ghana, sólo nací allí; no vengo de Nigeria y tampoco de Zimbabue, mi alma fue sólo concebida allí. No vengo de Sudáfrica; no vengo de Egipto, mi espíritu sólo fue programado allí. No vengo de Madagascar ni vengo de Libia, mi pelo sólo tomó forma allí; no vengo de Ruanda o del expansivo Sáhara, mi estructura sólo tomó de allí su geometría; no vengo del Congo, no vengo de Etiopía, mi color sólo fue mezclado allí… Provengo de más de 50 estados del continente; vengo de África, África es mi país…” Extracto del poema del profesor Atukwei Okai ‘Pharaonic Eagle’.

África ha sido testigo sin precedentes de violaciones de los derechos humanos y de catástrofes, oscilando entre ataques terroristas que se han llevado la vida de muchos inocentes, hasta estallidos de Ébola en el este de África, cuyo estigma se continúa sintiendo hasta la fecha.

Las guerras y conflictos en el Cuerno de África, en Somalia y en la región de los Grandes Lagos, que más recientemente han sido la República Democrática del Congo, la República Centro Africana y Sudán del Sur, donde se han perdido muchas vidas; la pérdida masiva de vidas por aquellos que cruzan el Mediterráneo en busca de empleo; la colonización de la República Democrática Saharawi; los peores y más recientes ataques xenófobos en Sudáfrica; todo ello demuestra la magnitud de la fragilidad de nuestras sociedades.

Desafortunadamente, cuando la violencia estalla como ha sido el caso de los ataques xenófobos que han tenido lugar durante los últimos días en Sudáfrica, son las mujeres y los niños los que más sufren, aunque su situación es raramente destacada. Es algo común que, durante estas situaciones, la sexualidad de la mujer y su derecho de reproducción son ignorados mediante violaciones y otras formas de abuso sexual. Por si esto no fuera suficiente, dado el papel de las mujeres como cuidadoras, son ellas las que soportan la carga durante tales crisis.

Nuestras antepasadas Jeane Martin Cisse, Gertrude Mongella, Mabel Dove, Ruth Botsio, Ama Nkrumah, Ramatu Baba, Sophia Doku y la doctora Evelyn Amarteifio Maria Ruth Neto, entre otras, deben estar decepcionadas por el legado que estamos construyendo hoy. Tras años de lucha y sacrificio para liberar a la gente de África, irónicamente, nos estamos esclavizando a nosotros mismos de una forma incomparable a la de la era del colonialismo.

Mucho antes de la formación de organizaciones de mujeres, las mujeres en Sudáfrica jugaron un papel crítico en la lucha contra el apartheid, contra el cual se vio la primera campaña de resistencia en 1912. Probablemente, ésta fue la primera manifestación pasiva. Mujeres indias animaron a mineros negros e indios en Newcastle para levantarse contra los sueldos de la miseria. A pesar del hecho de que las mujeres en Sudáfrica nunca han constituido un grupo homogéneo, las mujeres de todas las razas y clases han trabajado juntas, como se puede ver en la formación de la Unión de Trabajadoras de la Confección en 1928 y de FEDSAW (Federación de Mujeres sudafricanas) en 1954.

Mediante las experiencias comunes compartidas y otros intereses, las mujeres siempre se han unido como se manifiesta a través del apoyo prestado por mujeres poderosas de muchos otros países africanos a los sudafricanos, especialmente a las mujeres que han estado marginadas durante muchos años y despojadas de sus derechos por el apartheid.

Pero también hemos visto a nuestras mujeres en Sudáfrica tomar parte en el saqueo y matar a conciudadanos africanos. ¿Qué ejemplo supone esto para las niñas de Sudáfrica?

Como una organización femenina panafricana, AMwA no se muestra sólo horrorizada por los ataques xenófobos en Sudáfrica, sino también enfrentada a preguntas sobre cómo crear sociedades capaces de abrazarse y de respetar las diferencias humanas sin suprimir las libertades y derechos. En segundo lugar, si empezar a cortar las raíces de las causas de los abusos o intentar tratar los síntomas.

No hay duda de que el África que queremos no es y no debería ser lo que hoy día vemos. Como líderes, estamos retados a pensar, a crear una estrategia y a empezar a andar hacia las conversaciones. Tenemos leyes y marcos políticos que, si se implementaran seriamente, podrían enfrentarse a los diversos problemas que encara África, especialmente a la pobreza como la fuente principal de los demonios de los que hoy somos testigos. El avance de las violaciones de los derechos humanos no es bien recibido ni podemos continuar permitiendo estos actos inhumanos en nuestras sociedades.

Por ello, AMwA condena fuertemente los recientes actos por xenofobia de Sudáfrica y hace una llamada:

– Por un África unida, que trabaje junta en armonía y paz por la verdadera transformación del continente;

– Al Gobierno de Sudáfrica para que refuerce la seguridad de todas las personas en el país, especialmente de las mujeres, niñas y niños, y para que detenga a los criminales;

– A la Unión Africana y a SADC para que intervengan rápidamente en apoyo al gobierno de Sudáfrica para restaurar la paz, la seguridad y la unidad a todas las personas del país.

En Hermandad,

Akina Mama wa Afrika

Pambazuka News – Fundación Sur

Traducción de Iris Pugnaire Sáez

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster