Los que hemos vivido la mayor parte de nuestra vida en África, siempre hemos constatado en los pueblos africanos, una profunda y constante pasión por la vida, que es esencialmente vida solidaria con los demás. Me sorprendía el ver cómo agradecen en cada momento y encuentro, este precioso Don de la Vida.
En este momento de la pandemia global de la COVID-19, recordamos y celebramos esta pasión por la vida solidaria, en cada persona africana.
Al mismo tiempo, somos conscientes de que millones de personas, particularmente en las extensas barriadas de las grandes ciudades africanas, se pueden enfrentar al más grave peligro de varias pandemias simultaneas como la COVID-19, el hambre, el desempleo, la falta de asistencia médica adecuada, la violencia, etc.
Admiramos la energía vital de la gente africana, para luchar contra las adversidades y para transmitirnos su convicción profunda de que la vida es sagrada. Esto le hace tener un profundo respeto hacia todas las manifestaciones de la vida, en los antepasados, la comunidad, los animales y en toda la naturaleza.
África ha sufrido, a lo largo de su historia, grandes pandemias (Ébola, Sida…) y desastres naturales, y de ellas ha salido siempre, gracias a su resiliencia, solidaridad y a su Pasión por la Vida Solidaria.
El africano es consciente de cómo su vida humana, depende de la Naturaleza. De ahí brota, un profundo respeto hacia la naturaleza, que le hace tejer una red de relaciones a varios niveles: relación con el Ser Supremo, relaciones con los antepasados, relaciones con todos los demás intermediarios visibles e invisibles, con la naturaleza y especialmente con los seres humanos.
África nos sigue mostrando su Pasión por la vida solidaria. Esto incluye un compromiso responsable y valiente, para vivirla, defenderla y compartirla con los demás. Este sentimiento de respeto y gratitud por todos y por todo lo que existe, es un común denominador en todo el continente.
África, se siente orgullosa de su pasión por la vida solidaria, pues impulsa a sus hombres y mujeres a contribuir al cuidado de la vida del planeta y de la comunidad, para las presentes y futuras generaciones.
Seguiremos luchando por la libertad, el respeto a los derechos humanos, por la dignidad de la vida solidaria y por el bien común. África, cuna de la civilización y de la vida, es el continente con la población más joven, con ganas de tomar las riendas de sus vidas y del desarrollo sostenible de sus pueblos.
Es verdad, que hay muchas situaciones provocadas, que siguen dejando a África como una Tierra que se puede expoliar y manejar al gusto de los que mueven los hilos del «lucro económico«; pero es el momento de alzar nuestra voz, para cambiar el rumbo y superar toda forma de opresión y de explotación de los pueblos africanos, porque la Pasión por la vida digna y solidaria, impulsa a la gente de África. (Inspirado en un artículo de Nicole Ndongala).
Estamos viviendo una dramática realidad y muchos parecían no darse cuenta de que todos y todo está interconectado. Lo que sucedía en África, parecía no importar y no se pensaba que también podía suceder en todo el planeta.
Esta terrible situación que ha puesto en jaque a todo el mundo puede ser una oportunidad para abrir los ojos de la humanidad y recobrar valores que África no había perdido: El sentido de pertenencia a la familia, (Ujamaa), el respeto intergeneracional, la comunicación personal, el valor del tiempo, el cuidado de los demás, el agradecimiento por la tierra que proporciona el alimento, la gestión responsable y solidaria de los bienes disponibles, el cultivo de la vida interior, etc.
Se comienza un camino que puede llevar a demostrar que lo más importante es la VIDA, una Vida Solidaria.
África nos enseña a valorar, cuidar y celebrar la VIDA, en todas sus formas, que es el gran tesoro de África, y a ella se dedican cantos, plegarias y danzas, que alaban al creador, origen de toda Vida.