África, esa desconocida, por Antonio Molina

5/11/2009 | Bitácora africana

La Europa de la Ilustración concordaba con la afirmación de Hegel de que “África era el lugar de la no-historia.” Es una realidad que en el Continente al sur del Sahara, son raros los archivos antiguos donde investigar. Es la razón por la que algunos intelectuales afirman que faltan las fuentes. Un senegalés ilustre, Hempaté Ba, que fue secretario general de la UNESCO, decía que “cada anciano que muere en África es una biblioteca que se quema.”

La cultura oral ha sido hasta el siglo pasado el soporte y vehículo de la memoria histórica y del saber tradicional: Costumbres, religión, lenguas, literatura –narraciones, genealogías, poemas y refranes, etc…Todo era transmitido de padres a hijos, de abuelos a nietos en las alegres veladas de luna llena o alrededor de la hoguera en las largas noches de la estación fría.

Muchos de esos tesoros los conservamos hoy gracias, principalmente a los misioneros, que desde su llegada a África aprendíamos las lenguas y dialectos locales para poder integrarnos en esos pueblos y disponer de una herramienta esencial para la evangelización. Os citaré sólo un caso: Cuando en el año 1956 llegué yo a Mozambique, lo primero que hice fue ponerme a estudiar la lengua chisena, que se habla por todo el valle del río Zambeza y es considerada lengua “franca” – vehicular-, pues es hablada o chapurreada en los mercados y lugares de trabajo, donde se encuentran gentes de diversas etnias. Yo utilicé una gramática, copia de un ejemplar conservado en los archivos de la Compañía de Jesús, en Roma, de principios del siglo XVI! Lo curioso es que ese idioma, sin la vigilancia de una Academia de la Lengua, había variado menos en 400 años, que el castellano de Cervantes, Fray Luís de León, Santa Teresa de Jesús y otros clásicos de nuestro siglo de Oro, comparado con el nuestro.

El periodista polaco R. Kapucinski, desde su conocimiento de África, conseguido en múltiples viajes y estancias como corresponsal, conviviendo con la gente de los barrios populares de las ciudades, comenta: “Este Continente es demasiado grande para descubrirlo (30 millones de kms 2). Es todo un océano, un planeta aparte, todo un cosmos heterogéneo y de una riqueza extraordinaria. Sólo por una convención reduccionista, por comodidad, decimos “ÁFRICA”. En realidad, salvo por el nombre geográfico, África no existe.” (Ebano) Existe un conjunto de pueblos con raíces muy antiguas; allí está la cuna de la Humanidad, que con un pasado glorioso, en gran parte desconocido por causa de la ausencia de fuentes escritas y de la poca valoración de la tradición oral, han llegado a nuestros días diezmados y empobrecidos.”

Durante la era colonial, la Europa de los mercaderes subordinó su tradición humanista y la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la lógica del beneficio del capital, explotando todas las riquezas de África.

Nos encontramos ante una vaca que todos pretenden ordeñar y que entre todos la han agotado. Sólo enumeraré la trata de negros, la explotación de minerales y maderas preciosas, las monocultivos industriales: Café, cacao, caucho, arroz, piña, etc…Terminando con el expolio general causado por los conflictos armados, sean contiendas civiles o guerras inducidas por los tigres y chacales, que desde fuera, quieren llevarse la parte del león: Ahí están rugiendo China, India, Rusia, USA y las ex metrópolis…Consecuencia de todo ello es la EMIGRACIÓN, como un SOS urgente de “¡Sálvese quien pueda!”

LA VIDA EN ÁFRICA.

Quien se haya contentado, para conocer el Continente Africano, con leer la prensa y ver los noticiarios de las televisiones, tiene una idea distorsionada de los africanos, que el colectivo de los “simpapeles” viene a falsear aún más. La vida en África es un conjunto de alegrías y penas, quizás más penas que gozos. Y aunque los pueblos sobreviven con gran pobreza generalizada, también, como en todos los rincones del mundo, los africanos celebran sus fiestas, con bailes, música y buena comida, los niños juegan y se ríen, van a la escuela, si existe una no muy lejos de casa. Los adultos frecuentan los mercados, compran y venden, beben sus calabazas de cerveza casera de mijo y los jóvenes sueñan con emigrar o hacen planes para tener un futuro mejor…

A este propósito, os contaré lo que me ocurrió en Burkina Faso, por los años 70 del siglo pasado, cuando yo era Director del Centro de Formación de Animadores de Comunidades Cristianas Rurales, que ejercían su ministerio en los pueblos donde no residían misioneros. Venían al Centro las parejas jóvenes, que tuvieran entre uno y tres niños. La formación era dada tanto a los maridos, como a sus esposas, aunque con programas y horarios diferentes. Venían de todas las parroquias de la diócesis, una media de 25 familias cada año, de modo que, como la formación duraba tres cursos, se juntaban unas 75 familias, con alrededor de un centenar de niños entre unos meses y 7 años. En el Centro se hablaban hasta ocho lenguas y dialectos, pero los hombres eran alfabetizados en francés y las mujeres en yula, la lengua de los mercados, muy parecida al bámbara, que es la lengua oficial del Malí.

Un buen día, recibí una carta de ‘Manos Unidas’ pidiéndome fotos de bebés y niños menores de 5 años. Allí teníamos donde escoger. Hice unas fotos preciosas de unos bebés sanos, limpios y regordetes, pues en el Centro recibían buena alimentación y cuidados sanitarios. Al poco tiempo recibo otra carta agradeciéndome el envío, pero diciendo que aquellas fotos tan bonitas no servían para su campaña, porque no inspiraban lástima. Cogí la máquina y me tuve que ir a una aldea y a un campamento de pastores fulani nómadas y allí fotografié a unos críos raquíticos, sucios, legañosos, casi desnudos, con el vientre hinchado por el “kwashiaskor”, consecuencia de la malnutrición…Los críos aquellos sí daba pena verlos…Mi reportaje sirvió para la campaña.

Al enviarles este segundo reportaje, les dije con humor que no tirasen las primeras fotos, para decir a los bienhechores al año siguiente: “Mirad cómo se han puesto aquellos críos del año pasado. Es el resultado de vuestra generosidad. Recuerdo, que en mis años de chaval, después de la guerra civil española, había un anuncio del chocolate Matías López. Antes de tomarlo se veía una familia delgada como fideos y después la misma familia toda rellenita…En aquellos años 40 los españoles aún soñábamos con engordar…

Por tanto, las pateras y los cayucos no son más que la punta del iceberg del FENÓMENO MIGRATORIO, que recorre todo África, siendo la prueba palpable de su desintegración social a escala continental, fruto de la herencia colonial, de la corrupción de sus gobernantes, de la hipocresía de las naciones occidentales y del nulo poder de decisión de los países africanos en los grandes foros internacionales, cuyas consecuencias son la pobreza, el subdesarrollo, y la falta de oportunidades de futuro para millones de africanos.

La asistencia del tipo “beneficencia” perpetúa la dependencia y la pobreza. Si yo te doy de comer hoy, no remedio tu hambre de mañana…Una cosa es ayudar puntualmente frente a una catástrofe natural: sequía, inundación, tornado, epidemia, etc… y otra es abrir un comedor benéfico del tipo “Cáritas”. Dar pescado, no es la solución. Hay que dar la caña o la red y enseñar a pescar.

EL PUEBLO LLANO Y LAS ELITES

Por encima del pueblo sencillo de las ciudades y de los campos, existen las elites, políticas o económicas, que viven una vida holgada, calcada del primer mundo occidental, sea la UE o los USA. Esos mandan sus hijos a buenos colegios privados y después a las mejores universidades de Europa o de Estados Unidos, regresando con títulos y diplomas que les abren muchas puertas, tanto en el ámbito nacional como internacional.

El pueblo llano sobrevive a pesar de tantas carencias y por ello precisamente, lo poco bueno y alegre que acontece cobra una importancia particular, llena de valores que nosotros olvidamos de apreciar en Occidente, por causa de nuestro ritmo de vida, preñado de prisas y de estrés. El africano da prioridad a la acogida, a la conversación y al saludo al amigo que llega de un viaje. El diálogo es la palabra compartida, muchas veces bebiendo juntos el “dolo” o durante la comida tradicional: el “tô” de mijo o el cuscús. Ahora se encuentran por todas partes radios transistores de pilas y la gente escucha las noticias del país y de fuera, pero en un pasado no muy lejano era el viajero quien traía las noticias del mundo exterior.

CÓMO SE ABRIÓ ÁFRICA A LA GLOBALIZACIÓN

El primer contacto importante con el mundo exterior fue a través del comercio marítimo, en las costas del Océano Índico con los marinos comerciantes musulmanes del Golfo Pérsico y en las costas del Atlántico con la llegada de los navegantes portugueses, que buscaban el camino de la India.

En el siglo XVII comienza esa sangría terrible que fue la TRATA de ESCLAVOS. África perdió la fuerza joven de sus hijos: Unos 20 millones llegaron a las colonias portuguesas, españolas, francesas y norteamericanas. El continente africano se empobreció. Sus propios reyezuelos y jefes de tribus aprendieron a vender a sus súbditos y sus prisioneros a los comerciantes negreros que llegaban a sus costas.

El período siguiente, después del reparto de África en la Conferencia de Berlín, a finales del siglo XIX, es el comienzo de la era de la moderna colonización. Cada nación europea quería “civilizar” y explotar un pedazo de África, como si fuera su coto particular de caza. No es ahora el momento, ni tenemos tiempo de analizar los diversos métodos de colonización europea. Pero yo recuerdo, cómo aún en los años 70 todas las marcas importadas en África Occidental: Senegal, Malí, Alto Volta , Costa de Marfil, Guinea (Conakry), Togo, Níger, Benin (Dahomey), etc …eran francesas: los vehículos, la maquinaria, los materiales de construcción, y …hasta los cuadernos y el restante material escolar. Y no digamos nada de los medicamentos…En las ex colonias inglesas pasaba tres cuartos de lo mismo. En Mozambique fue tanta la influencia inglesa, que aún hoy día se conduce por la izquierda. Durante algunos años, antes de la llegada de Salazar al poder, para desembarcar en el puerto de Beira, segunda ciudad del país, era necesario un ¡visado inglés! El banco de la colonia emitía billetes en LIBRAS!

La tercera colonización tiene lugar después de la caída del imperio soviético. La emergencia de nuevas potencias como China e India con grande masa populacional, que necesitan cantidades enormes de materias primas para su desarrollo, las orienta hacia África con codicia. Los cuantiosos recursos energéticos (minerales e hidrocarburos) y sus riquezas naturales (maderas, diamantes, marfil, metales preciosos, frutas, pesca, fauna, etc…son ofrecidos por los gobiernos africanos en pago de los grandres proyectos de infraestructuras: puertos, carreteras, telecomunicaciones, aeropuertos, universidades, hospitales, ferrocarriles,…

Con una particularidad, que estos países no interfieren en la política interna de los países africanos, ni miran, como suelen hacer los europeos, si se respetan los derechos humanos…Aunque en este dominio hay que reconocer que muchas veces cierran los ojos, como acontece con el petróleo de Guinea Ecuatorial explotado por compañías petroleras americanas y europeas, que miran para otro lado mientras el tirano Teodoro Obiang ejerce el poder arbitrariamente en beneficio de su clan, encarcelando y asesinando a todos los líderes de la oposición y dejando al pueblo en la miseria. Guinea Ecuatorial, que con poco más de un millón de habitantes, tiene un PIB superior a Suiza!

Retomando la metáfora pastoral, podemos decir que durante las tres colonizaciones África, esa vaca lecherade enormes cuernos, como la raza de Ruanda y Burundi, fue ordeñada en beneficio de extraños, mientras los pastores nómadas la llevaban a pastar por los prados y sabanas del continente.
Sus hijos trabajaban en las minas y en las plantaciones hasta llegar a ser demasiado numerosos para los pobres recursos, esas migajas dejadas por las multinacionales, que los explotaban con la colaboración de unas minorías occidentalizadas, que oprimen a sus propios pueblos.

Mano de obra barata y exportación de jóvenes emigrantes, “cerebros amueblados” candidatos a la famosa TARJETA AZUL. La madre África cada día más empobrecida…¿Se puede realizar su desarrollo a base de voluntarios expatriados? Yo no les niego la buena voluntad y su competencia, pero son gente que vienen de paso y que favorecen más sus países de origen de donde traen los materiales, la maquinaria y hasta el dinero que reciben como salario. Además alivian el paro juvenil. Si ahora mismo España mandase cien mil cooperantes a África, tendríamos cien mil parados menos!

Si el comercio no es justo y equitativo y los países industrializados no elaboran leyes, para que los cerebros sirvan a sus países, que los han formado con grandes sacrificios, durante un cierto número de años, estamos empobreciendo a las sociedades africanas, que se van a quedar sólo con los viejos, las viudas y los niños. Todos esperando los giros mensuales del dinero que llega de Europa o de Estados unidos y Canadá, con el maná de los israelitas en el desierto. Pero ¿cómo resistir a la tentación de no fugarse al mundo occidental, cuando en nuestros países pueden ganar diez veces más?

Si el intelectual o el técnico superior africanos encontraran un puesto de trabajo bien remunerado en su país, viviendo según las normas de un estado de derecho, gozando de libertad, está claro que no le pasaría por la mente la idea de abandonar la tierra de sus ancestros. Al contrario se esforzaría para mejorarla con el pensamiento puesto en un futuro mejor para sus hijos. Quiero decir con esto que las autoridades de la UE y de la UA deberían ponerse de acuerdo sobre este particular. Va en ello el desarrollo del Continente Africano.

CÓMO REPERCUTE EN ÁFRICA LA CRISIS FINANCIERA GLOBAL

Los países ricos, llamados donantes, invertían parte de sus “superavits”
en proyectos de desarrollo en los países con “deficits”, que llamamos receptores. La idea de esta praxis era compensar parcialmente el hoyo producido por la colonización, por la explotación de las materias primas con mano de obra barata. De esta forma, con el transcurrir del tiempo, estos pueblos alcanzarían un escalón superiores en su lucha por salir del círculo de la miseria.

Este plan hubiera podido funcionar si los dirigentes africanos no hubieran sido corruptos y hubiesen trabajado con la mirada puesta en el bien de sus pueblos y no en beneficio propio y de su familia o clan.

Se ha invertido demasiado en la asistencia del tipo “beneficencia” para remediar catástrofes naturales: sequías, inundaciones, terremotos, coflictos étnicos y campos de refugiados, resultado de conflictos armados. Esa ayuda cae en un pozo sin fondo. Si yo te doy de comer hoy, tendré que alimentarte mañana. Ya aludimos antes a la diferencia entre de “dar pescado y enseñar a pescar.” Es evidente, que ante una catástrofe, lo primero es alimentar, llevar medicamentos, reconstruir las casas…Pero simultáneamente hay que poner en marcha proyectos de desarrollo sostenible, que libere a esas víctimas.

Por causa de la actual crisis mundial, casi todos los países ricos están funcionando con “déficit” ¿De donde van a sacar los fondos de ayuda al desarrollo, que eran las migajas que caían de sus mesas? Hoy, los Organismos Internacionales y las ONG’s irán, cuando mucho, a “parchear” las urgencias de las catástrofes naturales y algunas otras contingencias imprevisibles.

Los gobiernos africanos se verán en la obligación de posponer, por falta de medios, ciertos proyectos de infraestructuras, que suponen obras faraónicas. Con los magros recursos que ellos mismos generan, deberán ir a lo esencial y más urgente, para que la Administración del Estado siga funcionando, teniendo en cuenta que la masa salarial de un funcionariado pletórico y de las fuerzas del orden, los aplasta. Hay países como Zimbabwe y la RD del Congo, donde los maestros y el personal sanitario no cobra hace años, el ejército expolia a los particulares, porque no recibe su paga y acaban practicando la ley del cabrito. Joaquín Chissano, ex presidente de Mozambique, explicaba así: “El cabrito atado a una estaca come la hierba que está alrededor según la longitud de la cuerda.”El maestro sobrevive a costa de sus alumnos y les cobra por corregir los cuadernos y por darles las notas de los exámenes; el enfermero cobra a los pacientes, las visitas, las inyecciones y los remedios, así cada uno va saliendo adelante con toda suerte de pillerías.

Una firma de auditoría, después de un estudio de varios países del Tercer Mundo, sacaba entre sus conclusiones, que si se aplicasen los criterios de la empresa privada a las administraciones de los estados, con el 10% del personal, podrían funcionar eficazmente y se ahorrarían mucho dinero. Quizás este criterio valga también para nuestros países desarrollados. Supongo, de todos conocida la clasificación de los funcionarios en tres clases: Los que van y trabajan, los que van y no trabajan y los que no van a trabajar y sólo cobran.

CONCLUSIÓN

Sin querer caer en el pesimismo, leía en estos días un estudio sobre las perspectivas de futuro para el desarrollo de África y señalaba el plazo de 200 años para que el Continente Africano saliera de su pobreza.

La ONU propuso los objetivos del Milenio para 2015…Es una letanía que podríamos “rezar” así, si no fuera muestra de un cínico humor negro:

– En 2015 habrá mitad menos de pobres…

-Porque la otra mitad ¡habrá muerto de hambre!

– Habrá mitad menos de niños sin escolarizar

– Porque la otra mitad morirá antes de los 5 años.

– Habrá la mitad menos de adultos analfabetos…

Porque la otra mitad habrá fallecido de la malaria, del sida o de la tuberculosos.

– Habrá mitad menos de emigrantes sin papeles…

Porque la otra mitad habrá muerto en las guerras y conflictos raciales o ahogados en el mar.

– Señor, ¡ten piedad de los africanos! Cristo ¡apiádate de África!

Autor

  • Molina Molina, Antonio José

    Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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