África en 2006

22/12/2006 | Opinión

Al finalizar cada año, es costumbre hacer balance de los progresos y retrocesos, de los logros y fracasos de los Pueblos de África. Digo PUEBLOS, porque las NACIONES, en la mayor parte de los casos, no corresponden a las fronteras de los ESTADOS, que las heredaron de la época colonial. La gran desgracia del continente fue, que la tristemente famosa Conferencia de Berlín de 1895, en que se hizo el reparto de las zonas de influencia en África, ésta era aún muy poco conocida. Los geógrafos de entonces tomaron la escuadra y la regla y cortaron la tarta según el apetito de los comensales. Llegó el tiempo de las independencias y, para evitar conflictos, se sacralizaron las fronteras declarándolas intocables. En realidad, no siempre se han evitado los conflictos, porque numerosos pueblos están a horcajadas entre varios Estados. Por no citar mas que un ejemplo recordaré lo que ocurre con el PUEBLO TUAREG. Los señores nómadas de Sahara, se encuentran ahora en sus transhumancias atravesando las rayas de las fronteras de Argelia, Libia, Malí y Níger ¿A qué Estado pagarán los impuestos? ¿Dónde serán empadronados? ¿Cuál es la administración civil que les dará los papeles? ¿Se sentirán algún día argelinos, libios, malienses o nigerinos? Ellos son los hijos y señores del desierto, sin más.

ACONTECIMIENTOS RELEVANTES DE ESTE AÑO

Si pasamos en revista el acontecer anual de África en este 2006, que está agonizando, tendremos que reconocer que el hilo conductor de todos los hechos importantes es UNA MAYOR TOMA DE CONCIENCIA POR PARTE DE LA SOCIEDAD CIVIL AFRICANA DE SUS RESPONSABILIDADES Y POSIBILIDADES. Esto es manifiesto en los procesos de democratización y en la realización de elecciones libres y transparentes, como han sido en el Congo, Mauritania, Liberia, Mozambique y algún país más que ahora no me viene a la memoria.

No podemos esquivar los conflictos, que aquejan al Continente: En el Cuerno de África, la situación caótica de Somalia, que desborda sobre su vecina Etiopía. Allí existe un país sin Estado, un pueblo huérfano, constituido por clanes hermanos mal avenidos y rivales, todo aderezado con la salsa picante del islamismo terrorista. Otro escenario conflictivo es el Darfur, donde el gobierno central de Jartún está consumando un genocidio a fuego lento por medio de las milicias Janjaweed. Conflicto que desborda sobre el vecino Chad, que acoge varios cientos de miles de refugiados, llegando a desestabilizar el frágil equilibrio de este país enclavado en el África Ecuatorial, que por poseer desde hace pocas fechas oro negro se lo disputan los EE. UU. y otros “novios”.

Otra situación explosiva, que comienza a durar demasiado es la de Costa de Marfil, locomotora del desarrollo del África Occidental, que se averió en septiembre de 2002 y no hay mecánico que la repare. El mayor obstáculo para la solución de los problemas es la actitud obstruccionista de Laurent Gbagbo, cuyo mandato expiró en octubre de 2005, siendo prorrogado por la ONU con la esperanza de ver solucionado el conflicto, que divide al país en dos mitades: Norte y Sur, desbordando sobre sus vecinos, Malí y Burkina Faso, que aliviaban su éxodo rural, mandando la mano de obra joven a trabajar a las plantaciones de café, cacao, azúcar y frutas tropicales. Muchos de los jóvenes malienses, que llegan a las Canarias, son quienes naturalmente iban a trabajar a la Costa de Marfil. Terminado este conflicto disminuiría ciertamente su emigración.

Como dato positivo citaré el acuerdo negociado entre Nigeria y Camerún a propósito de la península de Ogoni. Un conflicto fronterizo menor.

La conciencia ciudadana está luchando al lado del presidente Olusegun Obasanjo, para sacar a Nigeria del fango de la corrupción. Lo mismo ha hecho con mejor suerte la presidente de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf; Angola acaba de ser felicitada por la ONU por los progresos realizados en el buen gobierno y en la transparencia administrativa de sus recursos naturales: diamantes, cobre y sobretodo el petróleo. Pero la reconstrucción nacional es tarea de titanes.

En el polo opuesto está Zimbabue. El viejo presidente Robert Mugabe acumula los gestos de despotismo y mala gobernación: a la expulsión de los granjeros y hacendados de origen europea, siguió el reparto de aquellas fecundas tierras a la gente de su partido, que no supieron trabajarlas y regresaron a la agricultura de subsistencia familiar. Consecuencia: El “granero” de África meridional, que sacaba de apuros en años de malas cosechas a los países vecinos, se vació y la paradoja es que hoy reina la hambruna en el país. Para eliminar esos millares de pobres, que agobiaban la vida de la capital, se le ocurrió otra idea genial: Mando las excavadoras arrasar los barios de chabolas y trasladar por la fuerza en camiones, escoltados por la policía, aquellas pobres gentes, a lugares remotos del interior, abandonándolos en plena selva, sin víveres y sin chozas para guarecerse de las inclemencias del tiempo. Sin ningún servicio social: Ni escuelas, ni dispensarios, ni agua potable. Este tirano asesino está realizando a su modo, el que en 2015 haya la mitad menos de pobres…

Otro cáncer enquistado entre Marruecos y Argelia es la RADS. Más de 30 años sin encontrar una solución para la autodeterminación del pueblo saharaui, por causa de la cabezonería orgullosa de Hasán II y ahora de su hijo, M-6. El Magreb no funcionará mientras existan los campamentos de Tinduf. Quizás España no ha sabido aunar esfuerzos en la ONU y en la UE para presionar a Marruecos. Por otro lado, este año hemos sabido de la traición del presidente Chirac, cuando la situación estuvo más tirante con la invasión del islote de Perejil. Con tales vecinos al norte y al sur difícil lo tiene el gobierno socialista, a pesar de todos los viajes, visitas y “salamaleques” de Moratinos.

Las sociedades civiles africanas oponen cada vez mayores resistencias a los abusos del poder contra los Derechos Humanos. En Burkina Faso, la Iglesia Católica en su reciente Semana Social reclama el esclarecimiento del asesinato del periodista Norbert Zongo, cuya sangre salpica al jefe del Estado, Blas Campaore. Igualmente, Paul Kagame, presidente de Ruanda, sigue siendo acusado de genocidio contra su propio pueblo y de ser el inspirador y promotor del atentado, que costó la vida a los presidentes de Burundi y de Ruanda, que viajaban en el mismo avión con tripulación francesa, por eso Francia lo acusa. El ex presidente de Chad, Hisene Habré ha sido llevado a los tribunales en su exilio de Senegal. El ex vicepresidente Bemba, del Congo RD, es acusado de crímenes contra la Humanidad, por su agitación en la República Centroafricana.

Estas reacciones populares son exponentes de un futuro esperanzador por la creciente toma de conciencia por parte de la sociedad civil de que los “grandes” no pueden gozar de impunidad, que se imponen las reglas de las sociedades democráticas y que del buen gobierno y de la transparencia administrativa depende en gran parte el desarrollo y la disminución de la pobreza. El pueblo africano desea políticos que se preocupen del bien común de todos, sin favores ni nepotismos o etnocentrismos. Algunos líderes responden con la represión.
La ONU constata que no alcanzamos los OBJETIVOS DEL MILENIO, aunque se van alcanzando ciertas metas. La lucha contra la pobreza no ha encontrado aún la fórmula mágica eficaz. Se toman ciertos acuerdos, se multiplican los microcréditos, pero no se crean suficientes puestos de trabajo para las jóvenes generaciones. La consecuencia es la fuga de cerebros y el éxodo de los brazos. ¿Quién se queda en África? Millones de ancianos, las madres de familia con sus enjambres de niños y los enfermos del Sida… ¡Triste panorama, que da lástima!
En algunos países, como en Uganda, se nota un ligero retroceso de la pandemia. Para ello han concurrido diversos factores: Mayor información y sensibilización social, campañas en pro de la fidelidad y la abstención contra el vagabundeo sexual y claro está, el uso de los preservativos.

DOS ACONTECIMIENTOS HISTÓRICOS

En primer lugar, cabe destacar la CUMBRE ÁFRICA – CHINA, realizada en Pekín del 3 al 5 de noviembre. Estuvieron presentes los jefes de Estado o primeros ministros de 48 países. Allí se sentaron las bases de la nueva cooperación sino-africana. En los meses venideros hay que prestar mucha atención a la evolución de estas relaciones. No es el momento de pararnos a analizar este fenómeno, pero creo sinceramente, que China puede sacar a África del atolladero por su nuevo estilo de abordar el problema del desarrollo.

En segundo lugar, a partir del 30 de noviembre se reunieron en Abuja, capital de Nigeria, los países suramericanos y africanos en un intento de cooperación SUR – SUR. Los dos espacios suman 1200 millones de habitantes, pero sus productos y materias primas son casi las mismas. Por otra parte los países de América del Sur buscan una mayor integración entre el Mercosur y la zona andina. A esta reunión faltaron los dos gigantes: Brasil y Argentina. Sinceramente creo que hubo más retórica, que eficacia. La intención es buena, pero de momento la influencia de China será más importante y eficaz en África.

Finalmente, tenemos que alegrarnos que el presidente Kabila haya podido tomar posesión de la presidencia del Congo, sin mayores disturbios. Esperamos, junto con el pueblo congoleño, que comience una era de paz, de reconciliación, de reconstrucción nacional y de prosperidad social. ¡ Viva África!

Antonio Molina

Secretario General de la Fundación Sur

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