Hasta hoy, África se ha parecido a un gran supermercado de libre acceso y con precios tan bajos que si hubiera sido una empresa privada, habría quebrado hace ya mucho tiempo. Este sistema financiero internacional donde las grandes empresas toman lo que quieren, al precio fijado por ellas mismas no es sostenible.
África ya ha sufrido bastante en manos de las grandes potencias. Lo malo es que el intervencionismo Occidental en África siempre se ha presentado como necesario para el bien de África y como un acto de bondad por parte de Occidente.
Se dijo que el colonialismo fue necesario para “civilizar a los pueblos africanos”, y bajo ese pretexto se ocuparon sus tierras, se impuso un sistema social, político, y económico extranjero, se introdujo una educación formal basada en valores occidentales, y centrada en la historia, cultura y pensamiento de la potencia colonizadora. Se impuso una “civilización” que nulificó todo lo africano, y se hizo por su bien…
Tras la independencia de los países africanos, se impuso la segunda colonización, centrada en un control financiero. Desde Occidente se entendió que esta segunda colonización fue necesaria para “darles desarrollo económico” ya que los nuevos países necesitaban ser guiados …
Así, primero África sufrió el expolio colonial, luego, durante la guerra fría, tuvieron lugar las disputas entre los bloques ideológicos en terreno africano, y cuando el telón de acero cayó, Occidente ya no tuvo competidor en África y pensó que podría actuar impunemente. … y eso hasta última hora.
Finalmente, China ha hecho su aparición en el escenario africano pisando fuerte y consiguiendo acceder al mercado africano gracias a sus generosas ofertas comerciales o, al menos, ofreciendo más de lo que tradicionalmente hacía Occidente. Esto puede ser una oportunidad para África de escaparse de las garras depredadoras de Occidente, con el peligro de caer en otras garras …
Aunque horroriza pensar que el futuro de África dependa de los acuerdos entre EEUU – Europa y China para su “comercialización”; lo que, como en el pasado, corre el peligro de convertirse en un verdadero expolio. África es muy vulnerable, sobre todo ahora, durante la actual crisis mundial: una guerra comercial en su territorio entre China y Occidente (convertida fácilmente en guerras sangrientas), la puede hundir sin remedio.
