África: dad semillas a las mujeres y ellas alimentarán al mundo

29/09/2011 | Crónicas y reportajes

Si a las mujeres agricultoras se les diera más herramientas y recursos, se podría reducir, entre 100 y 150 millones, el número de personas hambrientas en el mundo.

Este fue el mensaje transmitido por Josette Sheeran, directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en una reunión que tuvo lugar el 22 de septiembre de 2011, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de empoderar a las mujeres de cara a la seguridad alimentaria y la nutrición.

En octubre, el Comité Mundial sobre Seguridad Alimentaria se reunirá en la sede del PMA en Roma, y el próximo año tendrá lugar la 56ª sesión de la Comisión sobre la Condición de la Mujer (CSW); dos oportunidades para incrementar el papel de la mujer rural en la reducción de la pobreza y el hambre.

La reunión de esta semana fue copatrocinada por ONU Mujeres, la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres y el PMA, entre otros.

Representantes de gobiernos, de organizaciones de base y del sector privado asistieron a la reunión para trabajar por “la nueva coalición que tiene que formarse para que las cosas cambien”, como expresó Sheeran.

Paul Polman, director ejecutivo de Unilever, citó la nueva iniciativa que supone el proyecto “Laser Beam” en el que el PMA y sus socios corporativos, DSM, la Alianza mundial para la nutrición mejorada (GAIN), Kraft foods y Unilever, se unieron para combatir la desnutrición infantil en Bangladesh y la India.

“Curiosamente, en ese programa, la mayoría del esfuerzo está dirigido hacia las mujeres, la agricultura, la formación de pequeños agricultores, programas de salud e higiene, el lavado de las manos, y el acceso de las mujeres a la educación. No me sorprende porque todos, tantos los empresarios como nosotros, hemos descubierto que posiblemente sacaremos mayores beneficios de estas inversiones que de otras que hacemos”, dijo Polman.

ONU mujeres y la compañía Coca-Cola, también han anunciado esta semana, una nueva campaña conjunta para luchar contra las barreras que tienen que afrontar las mujeres empresarias, a través de una serie de programas sobre el terreno que proporcionen acceso a la formación profesional y a servicios financieros.

El informe, el Estado Mundial de la Agricultura y la Alimentación 2010-2011 publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), detectó que las mujeres, cuando tienen ingresos adicionales, los suelen gastar, mayoritariamente, en alimentos, salud, vestidos y educación para sus hijos, a diferencia de los hombres. Esto, a su vez, incide sobre el crecimiento económico al mejorar la salud, la nutrición y la educación.

Según el informe de la FAO, en todo el mundo, las mujeres cuentan con menos recursos productivos que los hombres, tales como educación, tierras, ganado, tecnología, trabajo, servicios financieros…

“Si las mujeres tuvieran los mismos recursos productivos que los hombres”, señala el informe, “aumentaría la producción agrícola total de los países en desarrollo entre un 2.5 y un 4%” y “se reduciría el número de personas hambrientas en el mundo entre un 12 y un 17%”.

Anne Itto, una campesina y ex ministra de agricultura y recursos forestales de Sudán del Sur habló con IPS sobre la contribución de las mujeres a la seguridad alimentaria en su país.

“Hay personas que no tienen suficiente para comer por lo que la ayuda alimentaria inmediata puede ser necesaria”, dijo y añadió que la ayuda debe estar bien orientada para que la “comida no termine siendo vendida en el mercado local”, haciendo que los precios se desplomen.

“Para aquellos que todavía tienen capacidad y quieren trabajar a largo plazo, lo principal es la formación: ofrecer la necesaria formación y los conocimientos adecuados a las mujeres y luego, facilitar su acceso a los recursos agrícolas como las semillas mejoradas, mejor tecnología y mejores equipamientos”, dijo. “(Pero) esto no se puede conseguir a menos que también tengan acceso a los servicios financieros”.

Itto subrayó la importancia de facilitar el acceso de las mujeres a los mercados, ya que “la mayoría de los cereales no se pueden almacenar más de tres meses”.

Dijo que ayudar a que las mujeres accedan a préstamos puede tener un impacto positivo en la seguridad alimentaria, porque, así, podrán adquirir mejores semillas y herramientas y, consecuentemente, producir más.

“Creo que las mujeres han hecho su trabajo”, dijo. “(Ahora) le toca a los gobiernos, a las agencias humanitarias y al sector privado unirse y crear una alianza fuerte con las mujeres para que ellas puedan continuar alimentándose a sí mismas, a sus hijos y, también, contribuyan a la construcción de su país”.

Melanie Haider

IPS, Naciones Unidas.

Traducción: Chema Caballero.

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