INTRODUCCIÓN
Estamos aún a principios de 2012 y es tiempo de mirar en el retrovisor de nuestro programa para contemplar esa “Otra Cara de África”, que con frecuencia los medios silencian. Insisten en las violencias de la secta islamista Boko Haram en Nigeria, pues sigue haciendo de las suyas, pero pocos saben los esfuerzos de algunos países, cuyas sociedades civiles no sólo han protestado ante los abusos del poder o la carestía de la vida, sino que han entrado por las vías de la democracia, organizando elecciones transparentes y pacíficas, donde la alternancia en el gobierno no ha causado traumas sociales.
En este cuadro de honor ocupan un lugar bien merecido: Liberia, Zambia, Santo Tomé y Príncipe, Cabo Verde, Níger, Benin y las Islas Seychelles.
Para otro programa dejamos la lista de los malos ejemplos, que por desgracia también los tenemos en África.
LIBERIA
El pasado 8 de noviembre, Ellen Jonson-Sirleaf fue reelegida presidenta de Liberia con el 90,8% de los votos y una participación del 37,4% del total, en la segunda vuelta, después de que su contrincante, Wintson Tumban, se retirara de la carrera presidencial. Por miedo a posibles violencias, la mayoría de los 1,8 millones de liberianos con derecho a voto se quedaron en sus casas, aunque los que fueron a los colegios electorales dejaron clara su determinación de consolidar la democracia y la paz.
La votación se celebró con la presencia de observadores internacionales, quienes afirmaron que los electores habían votado sin grandes incidentes. Los liberianos optaron por las urnas frente a las armas. Un acto que vino acompañado por el Premio Nóbel de la Paz otorgado su Presidenta y a su paisana Leymah Gbowee. Consciente de que el desarrollo de los comicios ha robustecido su legitimidad, y para calmar a sus adversarios, Sirleaf podría compartir el poder con la oposición.
ZAMBIA
Este país nos ha dado la mayor sorpresa. En septiembre, el principal líder de la oposición, Michael Sata ganó las elecciones presidenciales después de imponerse en las urnas al entonces jefe del estado, Rupiah Banda. Después de tres intentos fallidos, Sata se convirtió en el cuarto presidente del país en 47 años de independencia. En un continente donde los mandatarios suelen aferrarse al poder, como hace su vecino el viejo Mugabe en Zimbabwe, casos como el de Zambia se van dando con más frecuencia. Lo que nos anima a todos.
SANTO TOMÉ Y PRÍNCIPE
A primeros de agosto eligió a su nuevo presidente. Manuel Pinto da Costa, que gobernó el país con mano de hierro en la era del Partido Comunista, desde la independencia en 1975 hasta 1990, fue elegido en la segunda vuelta electoral al obtener 52,88% de los votos. Su victoria fue reconocida por su rival, el oficialista Evaristo Carvallo, quien logró el 47,12% del sufragio.
CABO VERDE
En este archipiélago atlántico situado frente a Senegal, al sur de las Canarias, también se dio una lección de democracia, pues el opositor Jorge Carlos Fonseca ganó las elecciones presidenciales frente a Manuel Inocencio Sousa, candidato del partido en el poder.
NÍGER
La imagen de africanos formando colas a las puertas de los colegios electorales se produjo también en este país del Sahel. Los nigerinos restablecieron el régimen civil después de un año de gobierno de una junta militar. El líder histórico de la oposición, Mahamadu Issufu, se impuso en marzo al ex primer ministro Seine Umaru en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
BENIN
Desde 1991, este país viene demostrando su talante democrático, cuando adoptó el pluripartidismo en su sistema político. En estas elecciones confirmó su merecida fama con la victoria del presidente Thomas Yayi Boni, quien obtuvo el 53% de los sufragios.
LAS ISLAS SEYCHELLES
En junio, el presidente de este archipiélago del Océano Índico, James Michel, fue reelegido tras imponerse en las urnas con el 55% de los votos en la primera vuelta, considerada “libre y transparente”, si bien la oposición, liderada por Wavel Ramkalawan, denunció que la votación estuvo empañada por casos de soborno.
NIGERIA
Finalmente en el gigante africano, el presidente Goodluck Jonathan, que entró en funciones a la muerte por enfermedad de su predecesor, Yar Ardua, sólo necesitaba al menos un 25% de los votos en 24 de los 36 Estados, que componen esta república federal. Arrasó en 31 de ellos y revalidó su cargo como presidente, cosa que desagradó a los Estados Musulmanes del Norte, siendo una de las causas de los disturbios provocados por los miembros de la Boko Haram, que son las marionetas de los poderosos sultanes, que operan entre bastidores.
CONCLUSIÓN
Esperemos que estos ejemplos de buena gobernabilidad vayan cundiendo y que poco a poco los países africanos vivan sin traumas las alternancias de la vida democrática.