Luc Guyau, presidente de la FAO, dice: “África tiene que poder proteger su agricultura”.
El 19 de abril de 2011, la AFDI (Agricultores Franceses y Desarrollo Internacional) de la Vendée me invitó a su Asamblea General. También fueron invitados el Sr. Luc Guyau (Director de la FAO – Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) y la Sra. Marie-Therèse Bonneau, en representación de la Cámara de Agricultura del consejo de la AFDI.
Se me pidió que interpelase a las organizaciones agrícolas francesas, las instituciones mundiales, las ONG, presentes y ausentes (AFDI), los ciudadanos franceses (a través de los participantes en el debate), la sociedad civil y los gobiernos de los países del Sur.
He aquí como el secretario de la Vendée AFDI tradujo la primera parte de mi discurso:
«A todos nos interpela …
…la persistencia del hambre (mil millones de hombres y mujeres pasan hambre hoy día) y la inmensa mayoría (70%) de los que la padecen son campesinos cuya misión principal es alimentar al mundo.
En estos términos Maurice Oudet preguntó sobre los pactos y las alianzas que no pueden reducirse solo a un diálogo entre agricultores. Todo el mundo está implicado.
Apoyó su argumentación en la ayuda que él ofrece a la producción láctea y a la creación de mini-lecherías dirigidas por mujeres. Está demostrado que un incentivo suscita peticiones acumulativas (asistencia técnica, alfabetización, búsqueda de incremento del valor de los productos, comercialización, organización, etc.) Es la base del inicio de un desarrollo a partir de la demanda local, basada en la experiencia local, generadora de autonomía social y financiera… siempre que vaya acompañada del acceso al crédito, del apoyo a la producción y de consejos a la explotación, y protegida también de las influencias externas susceptibles de ponerla en peligro (la volatilidad de los precios, las importaciones no controladas). «Precios garantizados bastarían a dar confianza a los productores para investir y aumentar la producción considerablemente. En cinco años la agricultura de África occidental setransformaría profundamente.
Acto seguido, el Sr. Luc Guyau, presidente de la FAO presentó brevemente su organización:
• La FAO integra 191 países (ndlr.: “es su riqueza”), todos disponen de un voto, contando que para las decisiones se exige el consenso (ndlr.: “lo que explica, en parte, su ineficacia”).
• La FAO carece de poder para imponer a un país el cumplimiento de una decisión tomada en común…
De ahí la necesidad para todos de participar en la batalla de la opinión pública para cambiar las maneras de actuar.
Concluyó su primer discurso con estas palabras: “África constituye un enorme potencial que, en el sector agrícola, sufre la falta de voluntad política de los gobiernos o de opciones inadecuadas.”
Durante el debate, añadió: “¡África tiene que poder proteger su agricultura!”
Eso, ¡ya lo sabíamos! (Vea nuestra carta del 7 de noviembre del 2007: “¡La agricultura del África del Oeste tiene el derecho de ser protegida!). Pero, es bueno oírselo decir al director de la FAO, aunque su poder sea pequeño dentro de su propia organización.
Urge también tener en cuenta que no es posible alianza alguna (en particular entre los agricultores de África Occidental y los europeos) si, antes, no hay acuerdo en lo esencial, es decir, en el derecho a la soberanía alimentaria para todos.
Hoy en día, muchos sufren la inestabilidad del precio de los productos alimentarios en el mercado mundial. Creo que un primer paso hacia el reconocimiento del derecho a la soberanía alimentaria sería reemplazar gradualmente los impuestos de importación para los productos sensibles (en % fijo) por precios de entrada fijos (provechosos para los agricultores y aceptables para los consumidores). Volveremos sobre ello en una próxima carta.
