El encuentro que reunirá a las 20 economías más grandes del mundo, conocido como el G-20, que tendrá lugar en Londres, el día 2 de abril, “no estará a la altura de las expectativas”, según un comunicado conjunto emitido por las secciones de Francia y Bélgica del Comité para la Abolición de la Deuda del Tercer Mundo, CADTM.
El G-20 reúne a los ocho países industrializados y a doce emergentes, que quieren regular mejor el sistema financiero global, después del estallido, en noviembre, de la burbuja especulativa que ha causado el trastorno y múltiples problemas en las finanzas.
Bajo la firma de sus respectivos líderes, Damien Millet y Eric Toussaint, el CADTM, señala que “las conclusiones ya se conocen mucho antes de que termine el encuentro del G-20, que no estará a la altura”. “La crisis que está afectando a la economía de todos los países del norte ha llevado a una caída de los precios de las materias primas, que reduce así los ingresos de divisas que los gobiernos del sur utilizan para volver a pagar su deuda externa”.
“La reunión del G-20 no ha sido prevista para encontrar soluciones reales, sino que ha sido convocada a toda prisa para salvar los activos de los poderosos e intentar rellenar los vacíos del capitalismo, en crisis”, continúa el comunicado.
Ni siquiera aporta suficientes alternativas radicales para la gente de todo el mundo, intentando revertir la tendencia, asegura el comunicado. “La situación es insoportable y el G-20 intentará limar los dientes del sistema depredador, en lugar de abandonarlo”, relata.
Abolir los paraísos fiscales es realmente posible, continua CADTM, sugiriendo que se debe evitar que los negocios y residentes “obtengan ganancias y mantengan relaciones con socios relacionados con los paraísos fiscales, que son muy identificables.
El Comité además hizo un llamamiento a los países citados, como Austria, Bélgica, Gran Bretaña, Luxemburgo y Suiza, y todos los demás signatarios del Acuerdo de Schengen, a que levanten el secreto bancario, para que se ponga fin a algunas prácticas “escandalosas”.
Además de los paraísos fiscales y los bonos de los altos ejecutivos, los países del G-20 “seguirá sacando las castañas del fuego a los bancos, sin tomar el control sobre ellos, para imponer una orientación, a los que han hecho mal su trabajo y han llevado a esta crisis”, recordando que el “mercado libre y la liberación frenética han llevado al fiasco”.
Según ellos, la postura del G-20 es similar a una “mano de pintura en un mundo arruinado”, mientras que “una fuerte movilización popular puede ayudar a la creación de una fundación sólida, que finalmente construya un mundo en el que las finanzas estén al servicio de los seres humanos”.
Sin embargo, no excluyen que estalle una nueva crisis de deuda “en preparación para el Sur, como resultado del reventón de la burbuja de la deuda de la propiedad privada en el Norte”.
(African Press Agency, 01-04-09)