Human Right Watch ha acusado a las fuerzas armadas de Zimbabue, bajo el control del partido Zanu PPF, del presidente Robert Mugabe, de tortura y trabajos forzados en los campos de diamantes del este del país, en Marange.
Un nuevo informe de 62 páginas documenta la muerte de más de 200 personas a manos del ejército, durante la toma del control de los campos del este del país, el año pasado, añadiendo que cree que el comercio ilegal de diamantes es como una fuente de ingresos para determinados altos cargos de Zanu PF.
“La policía y el ejército han convertido esta pacífica zona en una pesadilla de caos y terrible violencia”, asegura Georgette Gagnon, directora de HRW Africa, en un comunicado. “Algunos beneficios de estos campos de diamantes han ido a parar a altos cargos del partido Zanu PF, que ahora forma parte del gobierno de reparto de poder, que necesita con urgencia ingresos porque el país se enfrenta a una grave crisis económica”, señala el grupo de defensa de los derechos humanos.
El informe, basado en más de 100 entrevistas realizadas en febrero, pide al nuevo gobierno de Zimbabue que retire de la zona al ejército. “Bajo el control militar, cientos de niños y adultos sufren trabajos forzados para las agrupaciones mineras, mientras que los soldados siguen torturando y apaleando a los habitantes de la zona, acusándoles o de ser o de apoyar a los mineros ilegales, que no trabajan para el ejército”, asegura HRW.
El viceministro de Minas de Zimbabue negó cualquier asesinato cometido por las fuerzas de seguridad en Marange, durante el encuentro de productores de diamantes celebrado en Namibia, para debatir el plan global del proceso Kimberley, el plan que pretende combatir el comercio de diamantes de sangre.
“No es cierto lo que dicen los medios de comunicación, nadie ha sido asesinado por la fuerzas de seguridad durante una operación en Marange, donde alrededor de 30.000 personas descienden al aluvión de donde se extraen los diamantes”, aseguró el viceministro ante los delegados reunidos en Namibia. “El gobierno ha llevado a cabo una operación especial para acabar con los mineros ilegales de diamantes y para poner orden y sanidad en la región”, explicó.
Sin embargo, HRW dice que a los asesinatos militares han seguido serios abusos de la policía enviada a Marange para terminar con la extracción ilícita de diamantes, poco después de que fueran descubiertos los diamantes allí, en 2006.
“Con la complicidad del Zanu PF, Marange se ha convertido en una zona sin ley y de total impunidad, un microcosmos del caos y desesperación que persiste en Zimbabue”, comenta el informe.
“El comercio ilegal de diamantes no ha parado, continúa floreciendo, ahora con el ejército en el control. De manera similar, continúan las violaciones de derechos humanos”.
Mientras el gobierno de Zimbabue, que está en la bancarrota, hace campaña para obtener ayuda financiera de sus donantes, HRW asegura que se están desviando millones de dólares de potenciales ingresos del país, desde los campos de diamantes de Marange.
HRW ha pedido a Suráfrica que prohíba los diamantes de Marenge y que el proceso de Kimberley suspenda a Zimbabue de su participación en el plan de certificación hasta que se haga cargo de estas violaciones de que se ha informado, y se pongan en marcha medidas para combatir el tráfico ilegal de diamantes, se detengan los abusos y se regule la industria.
(Mail & Guardian, 26-06-09)
