El siete de diciembre , en la ciudad etíope de Moyale, el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, y el primer ministro de Etiopía, Haile Mariam Desalegne, presentaron un plan conjunto para el desarrollo económico y social de una región fronteriza.
Los encuentros son promovidos y apoyados por las Naciones Unidas, la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), los gobiernos nacionales y los regionales, especialmente el del condado keniano de Marsabit y de la provincia etíope de Borana. En aras del crecimiento económico y social, están previstos incentivos para las empresas privadas que estén dispuestas a invertir. El propósito declarado de la iniciativa es «lograr un cambio a través de respuestas estratégicas e integradas».
En el pasado, los enfrentamientos vinculados al control de los recursos naturales y la trashumancia en la frontera entre Kenia y Etiopía han causado cientos de víctimas. En la zona también están activos los militantes del Frente de Liberación Oromo (OLF), un grupo armado que lucha contra el gobierno etíope. La región tiene una importancia estratégica debido a la apertura prevista de un corredor de infraestructuras para conectar los yacimientos petrolíferos de Sudán del Sur con el puerto keniano de Lamu en el océano Índico
MISNA
Fundación Sur