Los activistas confiesan que en los años transcurridos desde las protestas, han sido atacados
Cori Bush, líder de las protestas de Ferguson, afirmó que “algo está pasando. He hablado de las cosas que he experimentado y que aún experimento: el acoso, la intimidación, las amenazas de muerte, los intentos de asesinato”. Bush dijo que su coche se había salido de la carretera, su casa había sido destrozada, y en 2014 alguien disparó una bala contra su coche, hbiendo podido perder a su hija, que tenía 13 años en ese momento, en el atentado. Sospecha de supremacistas blancos o simpatizantes de la policía. Vivir bajo amenazas constantes es agotador, pero no se rinde: “nos callan y ganan”.
No está claro si el estrés residual de las protestas o el acoso contribuyó a los suicidios, pero Johnson explicó a AP News que muchos activistas tienen una sensación de desesperanza: “esto tiene que tener un gran impacto en su salud mental. […] Para muchos, la aplicación de la ley no es un recurso. Muchas veces las fuerzas de la ley no están de su lado».
Los expertos dicen que las muertes también son indicativas de una preocupación en el centro de las protestas: la dificultad subyacente de la vida de los jóvenes de color. Cinco de los hombres que murieron eran negros de unos 20 años.
Los residentes negros del condado de Saint Louis tienen tres veces más probabilidades que los blancos de ser pobres, lo que a menudo significa que carecen de un seguro médico adecuado que les permita abordar mejor no sólo las enfermedades físicas sino también problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad. Asimismo, tienden a vivir en zonas con índices de criminalidad más altos. El censo de 2010 en Estados Unidos mostró que las personas que viven en la parte occidental rica y mayormente blanca del condado de Saint Louis tienen una esperanza de vida que alcanza hasta los 80 años de edad, mientras que la esperanza de vida en partes del norte del condado de San Luis, donde vive una mayoría de población negra, llega sólo hasta los 60 años de edad. La esperanza de vida en Kinloch, a pocos kilómetros de Ferguson, es de 56 años.
Cuarenta y cinco de las 60 víctimas de homicidio en el condado durante el año pasado eran negras en un condado donde menos de un cuarto de la población es negra, según las estadísticas de la policía. James Clark, parte de la organización sin ánimo de lucro Better Family Life, explicó que “aquí en St. Louis, desafortunadamente, hemos permitido que la cultura del crimen y la violencia se transforme en dimensiones que cualquiera está en riesgo en cualquier momento».
Fuente: AP News
[Traducción y edición, A. Martínez Pradas]
[Fundación Sur]
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