En artículos anteriores hemos hablado de Somalia y Somalilandia. Hoy nos interesamos al acercamiento de Somalilandia a Taiwán.
¿Cuál es la situación actual entre Somalilandia y Taiwán?
En septiembre de 2020, se inauguró la misión de Somalilandia en Taiwán, y cada vez su relación es más estrecha, provocando la ira de China y Somalia, que las consideran como parte de sus respectivos territorios. Tanto Taiwán como Somalilandia son básicamente territorios independientes, pero ninguno es reconocido internacionalmente.
¿En qué se siente China perjudicada?
Para China, esta nueva relación con Taiwán podría suponer un obstáculo añadido a su iniciativa de desarrollar rutas comerciales marítimas y terrestres en Asia, Medio Oriente y África. Una Somalilandia obstructiva, con su puerto Berbera altamente estratégico, podría bloquear la continuidad de su Ruta Marítima de la Seda a lo largo de la costa oriental de África. Además, China ha establecido su primera base militar en el extranjero en la vecina Yibuti. Sin embargo, Somalilandia ha declarado estar dispuesta a firmar acuerdos con cualquier país, por supuesto también con China.
¿Qué significa el tratado para Taiwán y para Somalilandia?
Para Taiwán Somalilandia es la puerta de entrada a África Oriental. Por su parte Taiwán ofrece asistencia en agricultura, tecnología, educación, salud, elecciones y energía. Taiwán ha concedido becas a estudiantes de Somalilandia y existe la posibilidad de una afluencia de empresarios a medida que se desarrollen los lazos económicos. A su vez, Somalilandia tiene una ubicación estratégica, pesca abundante, recursos naturales y potencial turístico.
¿Ha sido el tratado bien acogido por la población de Somalilandia?
No por todos. En Somalilandia están impresionados con la amistad recién descubierta, pero se preguntan si perder a China como aliado no es un precio excesivo a pagar. Las autoridades de Somalilandia defienden la relación y pretenden que “podrían convertirse en el Taiwán del Cuerno de África”. Además, un número creciente de países están estableciendo oficinas en la capital de Somalilandia, Hargeisa, incluyendo a Turquía, Etiopía, Yibuti, la Unión Europea, el Reino Unido y los Emiratos Árabes Unidos. Por su parte, Somalilandia ha abierto una misión diplomática en Taiwán. Es demasiado pronto para decir si esta nueva amistad entre dos territorios no reconocidos los ayudará en su búsqueda de reconocimiento internacional, si su relación será mutuamente beneficiosa o hasta qué punto constituirá una seria provocación para China y para Somalia.
Bartolomé Burgos
[CIDAF-UCM]