A las urnas hasta de penalti, por José Naranjo

17/01/2017 | Bitácora africana

El año 2017 se presenta muy futbolero. No sólo porque en unos días comienza la Copa Africana de Naciones que tendrá lugar en Gabón y en la que participarán 16 equipos del continente, sino que a finales de año, el histórico jugador George Weah, –el único africano que ha ganado un Balón de Oro– y Moise Katumbi, presidente del Mazembe, –uno de los clubes más laureados del continente–, aspiran a convertirse en presidentes de Liberia y la República Democrática del Congo, dos de los seis países que tienen previsto celebrar este año elecciones presidenciales junto a Ruanda, Angola, Kenia y, si todo va bien, Somalia. Sin perder de vista las legislativas de Argelia, Senegal y quizás de Gambia y los posibles referéndums constitucionales de Togo y Mauritania, este es nuestro tradicional repaso a las citas africanas con las urnas del año que ahora comienza.

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El partido comienza en Somalia. Este país amenazado por la extrema violencia del grupo terrorista Al Shabab, que ha empezado 2017 como terminó el año pasado, es decir, envalentonado y matando, ha conseguido tras varios retrasos y no pocas irregularidades (como la compra de escaños al mejor postor), conformar un Parlamento que conducirá a la elección indirecta de un nuevo presidente del país, lo cual está previsto para el primer trimestre del año. Un total de 10 candidatos aspiran al sillón presidencial, entre los que se encuentra el actual jefe de Estado Hassan Cheikh Mohamud, a quien los somalíes ya han sacado la tarjeta amarilla por la corrupción de un régimen que dura ya más de cuatro años, y dos mujeres, algo histórico en este país.

A las urnas hasta de penalti El presidente de Angola dejará el poder tras 37 años
Si en el primer semestre del año apenas hay comicios previstos, agosto será un mes mucho más calentito. En Ruanda, el veterano Paul Kagame, 17 años en el cargo, aspira a seguir al frente de un país al que ha conseguido conducir desde el pozo del genocidio de los noventa hasta la Champions League de las naciones africanas gracias a un sostenido crecimiento económico y la mejora de las condiciones de vida de su población. Tras un referéndum que ganó a la soviética y, eso sí, en medio de un clima de falta de libertades políticas, Kagame tiene casi garantizada su reelección.

Igual de previsibles parecen los comicios en Angola, donde José Eduardo Dos Santos (38 años en el poder) tiene todas las papeletas para seguir en el puesto. Las elecciones generales tendrán lugar en agosto y el presidente será el secretario general del partido que las gane, es decir, del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), cargo que ocupa el propio Dos Santos. Sin embargo, el viejo autócrata ya ha anunciado su intención de retirarse y todo apunta a que su sucesor será el general Joao Manuel Gonçalves Lourenço, actual ministro de Defensa y vicepresidente del partido. Sólo falta por concretarse cuándo se producirá el relevo, todo indica que en 2018.

El caluroso agosto también será escenario de elecciones presidenciales en Kenia. Y aquí no las tiene todas consigo el actual presidente Uhuru Kenyatta, en el poder desde 2013 y candidato a su propia sucesión, porque vuelve a hacer ejercicios de calentamiento con la firme intención de saltar al césped el eterno aspirante Raila Odinga, jefe de la oposición que se presenta por cuarta vez a los comicios. En los meses que quedan hasta que se abran las urnas, Kenia tendrá que nombrar una nueva comisión electoral (la anterior dimitió tras un escándalo de corrupción) que organice unos comicios en paz, siempre con el recuerdo muy presente, a modo de advertencia, de los graves incidentes postelectorales de 2007.

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Pasados los rigores del verano, en el mes de octubre, le tocará su turno a Liberia. Un peso pesado de la política africana, una de las pocas mujeres jefa de Estado en el continente, la Premio Nobel de la Paz Ellen Johnson-Sirleaf, presidenta desde el año 2006, tiene que dejar el cargo toda vez que ha agotado los dos mandatos previstos por la Constitución. ¿Quién será su sustituto? Dos posibles relevos destacan en el banquillo. Por un lado, Joseph Boakai, actual vicepresidente que ya cuenta con el respaldo del Partido Unidad, en el poder; por el otro, el histórico jugador de fútbol George Weah, líder del Congreso para el Cambio Democrático (CDC), senador por el distrito capitalino de Montserrado y aspirante al puesto en los dos últimos comicios. Este partido va a estar reñido y quizás se resuelva a los penaltis.

En último lugar, este año 2017 también debería acoger unas elecciones presidenciales en la República Democrática del Congo (RDC). El acuerdo firmado la noche de Fin de Año entre Gobierno y la mayoría opositora prevé que los comicios se celebren en el mes de diciembre y que entre los aspirantes no esté, porque no puede estar, el actual presidente Joseph Kabila. Quedan aún 11 meses para elaborar un censo electoral creíble y en condiciones y para organizar unos ansiados comicios que traigan un poco de sosiego a un país soliviantado. En la oposición dos candidatos emergen con serias opciones, el eterno aspirante de 84 años Étienne Tshisekedi, y el mucho más joven y ambicioso Moïse Katumbi, presidente del emblemático club de fútbol Mazembe, uno de los más laureados del continente en los últimos años, sobre el que pesa una condena a tres años de prisión que deberá sortear para ser finalmente presidenciable.

En la primera mitad del año, Argelia también tiene una cita con las urnas. Sumida en una grave crisis económica debido a la caída de los precios del petróleo, lo que está conduciendo al país a un aumento del riesgo de tensiones sociales, las elecciones legislativas servirán para testar el apoyo ciudadano al proyecto político que representan en este momento el anciano y enfermo presidente Abdelaziz Bouteflika y la alianza que le sustenta, integrada por el Frente de Liberación Nacional y la Unión Nacional Democrática. Aunque esta unión parece sólida frente a una oposición con intenciones de boicotear los comicios, la tasa de participación podría ser el mejor termómetro del hartazgo de los argelinos.

Al igual que Argelia, Senegal tiene previsto celebrar elecciones legislativas en 2017, en este caso en el mes de junio. A día de hoy, la Alianza por la República del presidente Macky Sall y sus socios de gobierno socialistas tienen la situación controlada de cara a asegurarse una nueva y amplia mayoría parlamentaria que les permita continuar sin sobresaltos hasta las presidenciales, previstas en 2019. La ausencia de un liderazgo claro en una oposición aún sometida al dictado del venerable Abdoulaye Wade (94 años) a la espera de que su hijo Karim regrese al país para tomar las riendas de un Partido Democrático en pleno desconcierto deja el camino expedito para la mayoría presidencial, afianzada también por un Ejecutivo estable que está siendo capaz de generar crecimiento y desarrollo interno, pese a la persistencia de no pocos retos.

Con la duda de si Gambia será capaz de organizar unas elecciones, en este caso legislativas, toda vez que su salida de la actual crisis política no está clara ni en tiempo ni forma, las otras dos llamadas al voto de este 2017 tendrán la forma de referéndum constitucional. El primero de ellos debe celebrarse en Mauritania y pretende la supresión del Senado y crear una administración más descentralizada. El presidente Mohamed Ould Abdelaziz ha jurado y perjurado que la idea no es cambiar la Constitución para volver a presentarse en 2019, pero la oposición se mantiene vigilante. La otra consulta podría tener lugar en Togo y, esta vez sí, podría limitar el número de mandatos presidenciales, algo en lo que parecen estar de acuerdo gobierno y oposición y que podría fijar una fecha final para la presencia en la Jefatura de Estado de Faure Gnassingbé. Eso sí, a partir de 2025, una prórroga demasiado larga tras medio siglo de dinastía Eyadema en el Palacio Presidencial.

Original en : Blogs de El País – África no es un país

Autor

  • José Naranjo Noble nació en Telde (Gran Canaria) el 23 de noviembre de 1971. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid en 1994, ha seguido profesionalmente el fenómeno de la inmigración africana hacia Canarias, tanto desde la óptica de las Islas como desde los países de origen y tránsito de los irregulares. Así, para elaborar sus reportajes, publicados en diversos medios de comunicación, ha viajado por el sur de Marruecos, el Sahara, Argelia, Malí, Senegal, Gambia, Cabo Verde y Mauritania, donde ha recogido los testimonios de centenares de personas. Por este trabajo le fueron concedidos los premios Antonio Mompeón Motos de Periodismo 2006 y el Premio Derechos Humanos del Consejo General de la Abogacía Española 2007, en este caso junto al también periodista Nicolás Castellano.

    Buena parte de su trabajo está recogido en los libros Cayucos (Editorial Debate, 2006), con el que fue finalista del Premio Debate, y en Los invisibles de Kolda (Editorial Península, 2009). Además, es coautor de los libros Inmigración en Canarias. Procesos y estrategias (Fundación Pedro García Cabrera, 2008) y Las migraciones en el mundo. Desafíos y esperanzas (Icaria, 2009).

    Es redacror de la revista digital de información sobre África Guinguinbali donde tiene su blog Los Invisibles , que reproduciremos en Bitácora Africana

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