El arzobispo Ignatius Ayau Kaigama de la Arquidiócesis Católica de Abuja en Nigeria ha lamentado recientemente la pérdida del “sentido del prójimo” entre las realidades contemporáneas. El individualismo es una marca de la sociedad contemporánea, observó con preocupación, abogando por el renacimiento del espíritu de buena vecindad, que demuestra altruismo y manifiesta el “amor verdadero”. Kaigama declaró:
“El individualismo parece estar a la orden del día. Cada uno piensa sólo en sí mismo. La gente apenas piensa en los demás […] Si ignoramos a nuestro hermano o hermana, pronto ignoraremos también a Dios”.
El arzobispo Kaigama calificó de “hipocresía” el intento de amar a Dios e ignorar al prójimo:
“Nuestro amor tiene que tener una forma humana porque, al final, seremos juzgados, no por cuánto tiempo vivimos, sino por cuánto amamos […] Para Jesús, la ley del amor supera al resto de las leyes. Jesús quiere enseñarnos que la religión es más que rituales. Jesús observó que los escribas y fariseos eran deficientes en lo que Él llamaba los asuntos más importantes de la ley, a saber: amor y cuidado, misericordia y compasión, justicia y juego limpio”.
El arzobispo Kaigama continuó reflexionando sobre el llamado de San Agustín en su sermón sobre el amor:
“Ama y haz lo que quieras […] El amor se convierte en el principio rector de nuestras vidas, que nos lleva a actuar con justicia, bondad y humildad”.
Dirigiendo su atención a los padres, hizo un llamamiento para que asuman su papel como los primeros maestros del amor en la familia:
“En lugar de que los padres enseñen a sus hijos cómo amar a Dios a través del amor a su prójimo, los adoctrinan y los instigan al odio. Mientras los padres y los maestros no les transmitan estas enseñanzas, la sociedad seguirá en peores condiciones. Sólo la práctica del amor nos ayudará a librarnos de la corrupción, la inseguridad, la violencia, la pobreza, la inmoralidad, la etnicidad, etc.”
George Nwachukwu
Fuente: RECOWA
[CIDAF-UCM]
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