Al menos 3 manifestantes resultaron muertos en la capital de Guinea, Conakry, cuando las fuerzas de seguridad disolvieron una manifestación de la oposición.
Los disturbios estallaron el día 27 de septiembre, cuando la policía actuó para detener una marcha de la oposición, que fue prohibida el día anterior.
Docenas de vehículos de la policía y fuerzas paramilitares evitaron que los manifestantes de la oposición llegasen al estadio.
Según informes médicos, dos de los heridos eran de carácter grave.
El incidente ocurrió en Hamdallaye, un bastión de la oposición a las afueras de Conakry, donde a primera hora del día 27 de septiembre se produjo un fuerte despliegue de policía antidisturbios.
También a primera hora del día 27, el ministerio de Interior había desplegado un enorme contingente de policía antidisturbios y fuerzas paramilitares en el estadio de fútbol 28 de septiembre, donde casi 100 manifestantes fueron asesinados en 2009, por el régimen militar.
Las fuerzas de seguridad estaban desplegadas en torno al estadio para evitar que la oposición y los grupos de la sociedad civil, se reunieran allí.
Líderes de la oposición
Además, los organizadores aseguran que la marcha era para insistir en su petición al gobierno para que abra el diálogo político que pueda terminar con la transición de casi tres décadas de gobierno militar.
Testigos presenciales dicen que la policía utilizó balas de goma y reales también, además de gas lacrimógeno y bastones para golpear a los manifestantes, en varias partes de la ciudad.
Miles de miembros de los partidos de la oposición y simpatizantes acudieron temprano a la convocatoria lanzada en el último minuto, la noche anterior concretamente, por la coalición de la oposición y las organizaciones de la sociedad civil.
Los líderes de la oposición han prometido mantenerse firmes hasta que el gobierno los involucre en la gestión del día a día del país.
Sidya Touré, ex primer ministro guineano y candidato a la presidencia en las elecciones del año pasado, declaró en Radio France International que los acontecimientos del día 27 son una “victoria temprana para la oposición”.
Desde su elección el pasado mes de diciembre, el presidente Alpha Condé se ha enfrentado a las críticas por tribalismo y acciones de puño de hierro contra la oposición.
Varios miembros de la oposición y activistas de la sociedad civil han sido arrestados y detenidos, en torno al intento de asesinato del presidente Condé, el pasado mes de julio.
Mientras tanto, el ministerio de Exteriores francés ha anunciado que está dispuesto a observar la situación y pidió a las dos partes que se abstengan de utilizar la violencia.
El gobierno francés también ha pedido a todos sus ciudadanos en Guinea que restrinjan sus movimientos y permanezcan en calma.
(Africa Review, Kenia, 27-09-11)
