Marruecos : una locomotora especial: Doña Suad Ben Bachir, por Antonio Molina

27/09/2011 | Bitácora africana

INTRODUCCIÓN

Tanto al norte como sobretodo al sur del Sahara, la noción de un banquero de negocios, consejero de inversiones, era desconocida hasta hace pocos años. Los empresarios invertían sus capitales guiados por su instinto comercial, por corazonadas o por ese sexto sentido de los negocios, cuya brújula es el “narizómetro”.
Malik Fall, ex director de Blackpearl Finance, explica que en estos países el objetivo es llegar a hacer comprender al mundo de los negocios local, que un banquero de inversiones es solamente un profesional intermediario a comisión.

CUALIDADES QUE DEBE TENER

Ante todo debe ser un profesional digno de crédito, creativo, reactivo y técnicamente competente. Dos cualidades fundamentales son gozar de reputación de integridad y poseer una buena red de relaciones y contactos.

Ciertamente, estar bien relacionado es importante en esta profesión. Es fundamental disponer de muchas puertas abiertas. Pero “relacionarse” no es sinónimo de “negocios opacos”, menos aún de “actividades mafiosas”.

Las “combinas” y las “tramas” no le sientan bien.
En estos ambientes la reputación de integridad y honestidad es esencial. Por eso hay que encargarse de asuntos, que se puedan llevar a buen término y no engañar a los clientes con falsas esperanzas.


UNA MUJER POLIVALENTE

La señora Suad Ben Bachir , como decíamos al principio, es una auténtica locomotora, pero del AVE…! Es además un caso estelar, pues en Marruecos, gracias a los estudios universitarios cursados por lo general en las mejores universidades europeas y norteamericanas, existe una elite femenina, que está emergiendo por encima del mundo masculino en profesiones y puestos de responsabilidad, que hasta ahora ocupaban los hombres.

Doña Suad ha acompañado al gobierno de Rabat para la realización del plan AZUR y su comercialización, interesando a inversores extranjeros.
Al mismo tiempo es consejera del grupo Accor, de la firma Lucien Barrière, de Colony Capital, de Kezzner, De Thomas & Piron y de Pierre & Vacances en sus implantaciones en Marruecos.

Solamente la relación de todas estas firmas internacionales, sobretodo francesas, nos da una idea de lo buscada y cotizada que es la colaboración de esta señora Consejera de Inversiones. Como si a su formación y experiencia internacional se uniera un magnífico olfato femenino para descubrir donde hay negocio seguro.

CONCLUSiÓN

En nuestro museo de locomotoras del desarrollo merece un puesto de honor la señora doña Suad Ben Bachir, que ha conseguido abrirse camino a codazos en ese mundo tan cerrado de los negocios, dominado por el machismo de nuestros vecinos del sur.

Autor

  • Antonio José Molina Molina nació en Murcia en 1932. Desde 1955 es Misionero de África, Padre Blanco, y ya desde antes ha estado trabajando en, por y para África. Apasionado de la radio, como él relata en sus crónicas desde sus primeros pasos en el continente africano, "siempre tuve una radio pequeña en mi mochila para escuchar las noticias". Durante septiembre 2002, regresa a Madrid como colaborador del CIDAF. En octubre de 2005 aceptó los cargos de secretario general de la Fundación Sur y director de su departamento África. Antonio Molina pertenece -como él mismo dice- a la "brigada volante de los Misioneros de África", siempre con la maleta preparada... mientras el cuerpo aguante.

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