Se calcula que en torno a 200.000 trabajadoras domésticas migrantes residen en el Líbano, un 75 % de ellas son provenientes de Etiopía. En su mayoría, con el fin de hacer llegar el dinero a sus familias, ejercen trabajados con malas remuneraciones y condiciones.
Los trabajadores migrantes en el Líbano no tienen protección según la legislación laboral y no pueden obtener reparación legal por cualquier abuso cometido contra ellos. A esta situación se le suman los recientes ataques de Israel al Líbano.
Muchas de estas personas, mayoritariamente mujeres, se encuentran desamparadas y piden su repatriación. No obstante, la mayor parte de los países africanos no están ofreciendo soluciones, unido a la cancelación de múltiples vuelos desde el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de Beirut.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Nigeria, el embajador Eche Abu-Obe, informó que de los más de 2000 nigerianos residentes en el Líbano, ya son 500 los que se han registrado para la evacuación a su país de origen.
La líder de la comunidad camerunesa en Beirut, la trabajadora doméstica Sophie Ndongo, declara:
“Es como si no tuviéramos embajadas aquí. Desde que los israelíes comenzaron a bombardear el Líbano, recibo solicitudes de mujeres camerunesas para que les ayude a repatriarlas. ¡Como si yo fuera el embajador!».
Fuente: Al Jazeera – Imagen: Masser
[Traducción y edición, Julia Vicente]
[CIDAF-UCM]
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