Las mujeres guardianas de semillas’ de las Islas Urok, designadas por la Unesco para un proyecto de conservación de semillas, transmiten semillas criollas de generación en generación, protegiendo de la extinción sus tradiciones y variedades resistentes al clima.
¿Quiénes son estas mujeres?
Pertenecen a la etnia bijagó, que habita en varias islas del archipiélago, reserva de la biosfera de la Unesco, en Guinea Bisau, frente a la costa atlántica de África occidental. Las islas Urok han sido designadas área marina comunitaria protegida desde 2005. Alrededor de 3000 personas viven allí. La etnia bijagós representa el 2 % de la población total de Guinea-Bissau.
¿Cuál es la función de estas guardianas de semillas?
Las semillas criollas se han transmitido de generación en generación y son vitales para la supervivencia de los bijagós. Son variedades y especies, que van desde el maíz hasta el arroz y el maní, que resisten las plagas y el clima feroz de la región, cada vez más intenso por el calentamiento global. El proyecto de la Unesco elige y forma a grupos de doce mujeres; ya ha capacitado a más de 150 mujeres en el cuidado de semillas,
¿Como cuidan de las semillas estas mujeres?
Por ejemplo en la isla de a Maio se conservan semillas, que incluyen el ñame de piel roja, el ñame de ginebra, la mandioca, el maíz picante y la calabaza. “Guardo semillas de tomates cherry, calabaza, okra, pepino, berenjena, maíz, arroz, ñame y lima”, nos dice una cuidadora. “Una vez secadas al sol, explica, las semillas se ponen en un frasco seco, le pones un poco de ceniza, para que no entren bichos, y lo cierras bien”. Hay un secreto para preservar cada tipo de semilla, dice ella. El proyecto ha construido dos graneros comunitarios de adobe, donde se han conservado 15 variedades de arroz y se distribuyen semillas a los agricultores.
¿Perciben beneficios las mujeres formadas por este proyecto?
Desde el inicio de la intervención en las Islas Urok, la diversificación de la producción de alimentos ha ayudado a cientos de mujeres y sus familias a ganar mayor autonomía y fortalecer el liderazgo femenino. Pero la diversidad de producción de alimento podría estar en peligro.
¿A qué peligro te refieres?
Hace una década, Tiniguena, una organización no gubernamental guineana, advirtió por primera vez que el conocimiento de la sociedad bijagó estaba en peligro de perderse a medida que los anacardos reemplazaban a las palmas, que estaban siendo destruidas para hacer carbón. La crisis climática ha empeorado las cosas ya que las islas Urok van a sufrir con el aumento del nivel del mar. Uno de los guardianes de semillas, que vive en la isla de Maio dice que las lluvias son cada vez más intensas, más frecuentes y prolongadas. “Cuando llueve, el agua no se va al mar, se queda en la tierra, lo inunda todo y eso es problemático para nosotros, para nuestra supervivencia y seguridad alimentaria”.
Bartolomé Burgos
CIDAF-UCM