El secretario de prensa del Pentágono estadounidense, el general Pat Ryder, informó que Estados Unidos planea «reposicionar» algunas de sus fuerzas militares que se encuentran en Chad, aunque no especifico cuántas tropas se verían afectadas ni adónde serían trasladadas. El anuncio se produce después de que el jefe de la fuerza aérea de Chad ordenara a Estados Unidos detener las actividades en una base aérea cerca de la capital, N’Djamena, a principios de este mes. Este es el último anuncio en relación con la reconfiguración, más amplia e involuntaria, de la política de seguridad del gobierno estadounidense en una parte volátil de África.

El acuerdo de retirar temporalmente algunas de sus tropas de Chad acontece días después de acordar retirar a todos sus soldados de Níger, país limítrofe. Ryder también comunicó que las conversaciones con la Junta militar gobernante de Níger, el Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria (CNSP), comenzaron el miércoles y tienen como objetivo garantizar «una retirada ordenada y responsable de las fuerzas estadounidenses» del país. Estados Unidos ha dependido de Níger como su base principal para monitorear la actividad yihadista regional. Pero la junta gobernante, en el poder desde julio pasado, puso fin a un acuerdo militar que permitía el despliegue de personal estadounidense en el país y expulsó a las tropas francesas como parte de sus esfuerzos por cortar vínculos con Occidente.

Los funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato, informaron que el reposicionamiento podría ser temporal ya que Estados Unidos tiene la intención de negociar con Chad sobre su relación de seguridad, incluido el posible regreso de las tropas al concluir el periodo electoral con las elecciones presidenciales del país el 6 de mayo. La reorganización en Chad afecta a menos de 100 soldados estacionados en la base francesa en Yamena, la capital, que se encuentran en estado de rotación de seis meses que está llegando a su fin. Un pequeño número de personal de servicio estadounidense, que trabaja con un grupo de trabajo conjunto regional centrado en el lago Chad, donde el grupo extremista Boko Haram y sus afiliados están activos, permanecerá en el país. El funcionario enfatizó que, a diferencia de Níger, el gobierno de Chad no ha cancelado el acuerdo de “estatus de fuerzas” que regía su relación militar con Estados Unidos. Más bien, la salida de las tropas de las Fuerzas Especiales se produce tras un aparente desacuerdo entre funcionarios estadounidenses y un general chadiano, quien sostuvo que Washington no había presentado documentos que justificaran su presencia militar en Yamena y pidió a los estadounidenses “detener inmediatamente” su actividad en la base.

La discusión en torno a la presencia militar estadounidense en Chad es particularmente tensa dado el rechazo a las asociaciones militares occidentales en las naciones del Sahel central de Malí, Níger y Burkina Faso. Las tres excolonias francesas enfrentan crecientes amenazas por parte de organizaciones extremistas islamistas, están gobernadas por juntas militares y buscan cada vez más la ayuda militar del gobierno ruso. Los respectivos gobiernos de cada uno de ellos han exigido en los últimos años que las fuerzas militares francesas, que históricamente habían sido el principal socio antiterrorista internacional, abandonen sus países. A diferencia de lo que ocurre en el Sahel central, el líder de Chad, el general Mahamat Idriss Déby Itno, que gobierna desde 2021, no ha pedido la destitución de los franceses, aunque durante su mandato ha fomentado vínculos con líderes del Sahel central y con Rusia, lo cual según algunos analistas hacen la retirada de las tropas francesas inevitable. A principios de este año, Déby fue a Rusia para reunirse con el presidente Vladimir Putin, quien dijo que los dos países tenían “grandes oportunidades para desarrollar nuestras relaciones bilaterales”.

Autores: Lamothe y Hudson

Fuentes: Washington Post – BBC

[Traducción y edición, Micaela Llona Bavestrello]

[CIDAF-UCM]