Así pues, Dominique Strauss-Khan, ex-presidente de FMI, tal como lo indica Bernard Debré, diputado de la UMP, no sería la primera vez que estuviera mezclado en asuntos de violación. Debré dice conocer perfectamente este hotel de Sofitel en Nueva York, dirigido por franceses. En él trabajan numerosas mujeres negras de origen guineano. Numerosas de entre ellas han sido violadas por el ex-presidente del FMI y esos asuntos escandalosos han sido sofocados siempre por la dirección del hotel, exactamente igual que pasaba en Sarcelles donde varias víctimas de agresiones sexuales de DSK se callaron. Paraba en este lugar de Nueva York para dar rienda suelta a su patología.
Amigos míos, me resulta terrible que algunos de vosotros, que conocéis el lado abyecto de este hombre, habléis de presunción de inocencia. Me parece escandaloso apoyar a este hombre, cuando su abogado, al ver llegar a esa pobre negra, dice que es fea, ¿Por ser negra? Es horrible percatarse de que los políticos franceses se compadecen del agresor y no de la agredida, se escandalizan de que sea esposado, mientras las imágenes más envilecedoras para Laurent Gbagbo les hacen sonreír.
Resulta traumatizante darse cuenta de que algunos negros tienen cadenas en el cerebro y no se planteen la cuestión de la apetencia de los poderosos de este mundo con relación a las mujeres negras, una atracción mórbida en la que las relaciones apenas han cambiado desde la esclavitud: se casan con blancas se violan negras. Para los que todavía tienen dudas, que recorran los media anglosajones para cerciorarse de la plena culpabilidad de DSK. Creer que se trata de un montaje de Sarkozy, es desconocer la situación política actual. Sea cual sea el candidato, Sarkozy no ganará las próximas elecciones. Además, lo mismo que Sarkozy, DSK era el candidato de los grandes lobbies financieros, mediáticos; esos que no tienen otro objetivo que reducir al Negro a la nada y saquear África.
Calixthe Beyala.
Fuente: http://afrohistorama.over-blog.com/, publicado el 17 de mayo de 2010.
Traducido por Ramón Arozarena.
