El “modelo ruandés” es una engañifa

18/05/2011 | Opinión

El periodista François Soudan, del semanario «Jeune Afrique» ha entrevistado al presidente Paul Kagame. En la entrevista, Ruanda es presentado como “otro África”, “Un África sin tejados de paja, ni bolsas de plástico, ni mendigos, ni sandalias”; un modelo que delegaciones de otros países, como Gabón, Togo, Benin, Burundi, Burkina, vienen a Kigali a estudiar. Se alaban los resultados de la economía ruandesa que “ha crecido un 8% y cuya autosuficiencia alimentaria está garantizada”.

Quien sigue cuanto sucede en Ruanda no puede menos que quedarse perplejo ante semejante presentación. ¿En qué aspectos puede Ruanda servir de modelo al resto de países africanos? ¿Se conoce algún país africano que haya planificado la esterilización de hombres a gran escala para presuntamente yugular el crecimiento de la población? ¿Hay algún país africano que haya prohibido a sus habitantes que se desplacen libremente sin calzado? En Ruanda, los descalzos no pueden ir ni al mercado, ni a las oficinas municipales, ni a los centros de salud… ¿Los países africanos quieren copiar el modus operando de una dictadura implacable? Ruanda está gobernado como una propiedad privada del presidente Kagame y de una camarilla que lo lleva a una sumisión ciega.

Ruanda, “un África sin tejados de paja”: esta política se ha traducido en una destrucción de chozas por militares desplegados por todo el territorio. Más de 100.000 viviendas han sido arrasadas. Las imágenes difundidas por igitondo.com, una web de estudiantes de la Universidad Nacional de Ruanda estremecen: una mujer con su hijo, bajo un árbol que les sirve de refugio improvisado con unos plásticos. ¿Es este el modelo que otros países africanos pueden envidiar?

Ruanda es el único país africano en el que su presidente ha empujado al exilio más de 100 de sus ministros o cuadros; entre ellos su jefe de estado-mayor, su jefe de los servicios de inteligencia y su consejero personal. Antes ya salieron dos antiguos primeros ministros y el presidente de la Asamblea. No hablemos de los embajadores, como el de los Países Bajos, Francia, USA, que pidieron asilo en los países en los que estaban acreditados, ya que el régimen les exigía dedicarse a tareas incompatibles con sus funciones diplomáticas. Según The Independent, el M15 ha advertido a Ruanda que Londres podría retirar su ayuda si el hostigamiento contra la diáspora en el Reino Unido no se detenía. A primeros de marzo, el presidente Paul Kagame ha bofeteado, y luego suspendido en sus funciones, a un embajador por no perseguir a opositores del régimen en Sudáfrica. ¿Es este un régimen envidiable? ¿Se ha visto alguna vez a un presidente vociferar insultos en cada uno de sus discursos a sus opositores políticos y a actores internacionales que se atreven a poner de relieve la deriva del régimen? Los opositores y periodistas críticos están en las mazmorras y la justicia, infeudada al régimen, los condena a graves penas por haber ejercido sus derechos políticos y de opinión.

Por otra parte, el presidente ruandés, Paul Kagame, está perseguido por la justicia internacional: la justicia francesa le acusa de haber derribado el avión de su predecesor Juvénal Habyarimana, y la española le endosa el asesinato de varios ciudadanos españoles. Se recordará que el presidente Kagame, en su visita a España para una reunión sobre los Objetivos del Milenio, no fue recibido por el primer ministro Zapatero, que no quiso estrechar una mano manchada de sangre de españoles.

¡Ruanda conoce un crecimiento del 8%! ¿De dónde surge este crecimiento? Ruanda no tiene ni recursos mineros ni industrias de transformación. Las exportaciones de té y de café son de escala pequeña. El crecimiento económico ruandés es un espejismo. Este crecimiento está hinchado, desde 1996, por el botín que trae de la RDCongo, por el pillaje sistemático de los recursos naturales de este país.

El informe del PNUD de 2007 ponía de relieve que el 62% de la población rural vivía en la miseria. El informe sitúa a Ruanda entre el 15% de los países más “desigualitarios” del mundo; situación que se ha agravado con la crisis económica. ¿Esta economía dopada por los efectos del robo y del pillaje es envidiable?

La pulcritud de la capital de Ruanda es alabada por multitud de media. ¿Puede ser de otro modo si el acceso a ella está reglamentado y tiende a ser reservado a los ricos con lustroso calzado? Los “sucios niños de la calle” están en campos de concentración en la Isla Iwawa en el lago Kivu. Los barrios pobres de Kigali han sido arrasados por los bulldozers. La capital es limpia, pero ¿a qué precio?

No, los africanos no deberían caer en las redes de la propaganda. Ruanda no puede servir de modelo, ni democrático, ni económico, ni social. Se trata de una dictadura que tiene aversión a su población y que hace todo para embrutecerla.

A partir de un escrito firmado por Gaspard Musabyimana

EdA Press , 16 de mayo de 2011.

Traducción y resumen de Ramón Arozarena.

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