Hace casi medio siglo, Nelson Mandela caminó 20 pasos desde la cocina de la granja dónde escondía al norte de Johannesburgo y cavó una fosa dónde enterró una pistola.
La pistola es ahora el objetivo de una caza del tesoro en lo que antes era la granja Liliesleaf, hoy en día un barrio próspero, dónde una casa ya ha sido demolida y otra está en venta por subasta, por la búsqueda de la pistola perdida de Mandela.
La granja era usada por activistas del Congreso Nacional Africano (ANC) en los años 60. Mandela enterró la pistola allí en 1962, cuando era el comandante del recién formado Umkhonto weSizwe, el brazo armado del ANC.
Su existencia salió a la luz cuando Mandela visitó su antiguo escondite en 2003.
“Estábamos los dos saliendo de la casa principal cuando de repente paró y me dijo, “¿Has encontrado mi pistola?”—lo cual me pilló completamente por sorpresa porque no sabíamos nada de esta pistola,” dijo Nicholas Wolpe, el director ejecutivo de Liliesleaf, ahora un museo.
“Hizo un gesto a un ángulo de 45 grados”, dijo Wolpe.
Sus palabras iniciaron una búsqueda frenética en la propiedad. Parte del jardín fue excavada y una casa vecina fue comprada y demolida, sin encontrar la pistola Makarov semi-automática.
Subasta
Un experto contratado por el patronato del museo ha determinado que la casa de otro vecino es uno de tres posibles lugares donde puede estar escondida el arma de Mandela.
“Usando la información que le dimos, identificó tres posibles sitios. Dos están en nuestra propiedad”, declaró Wolpe a la agencia France-Press. “Así que todavía hay esperanza”.
El dueño de la casa vecina, aparentemente bajo presión de posibles compradores, ha puesto la casa a venta por subasta, generando interés por postores locales e internacionales que quieren saber que puede haber enterrado en la propiedad.
“Estamos decepcionados con la postura que [el dueño] ha tomado. Siempre hemos dicho que nos gustaría comprar la propiedad cuando tengamos los fondos necesarios”, dijo Wolpe. “Nos ha negado el acceso a la propiedad a menos que la compremos”, añadió.
Wolpe explicó que el Patronato actualmente no tiene suficiente dinero para comprar la casa y no participará en la subasta del jueves, día 12 de mayo.
“Nosotros la enterramos”
La pistola Makarov, que se calcula que vale 22 millones de rands (unos 3.3 millones de dólares), fue regalada a Mandela por el Coronel Biru Tadess, del Ehtiopian Riot Batallion en Addis Ababa cuando Mandela viajó allí para solicitar ayuda militar.
Se cree que fue la primera arma de fuego de la lucha armada contra apartheid, y nunca llegó a realizar un solo disparo, porque Mandela fue arrestado antes de poder usarla.
Información facilitada al Patronato por el periodista Allister Sparks, que entrevistó a Mandela en 1992, sugiere que también enterró otras armas, como 200 rondas de munición, un uniforme caqui y otros artefactos, según Wolpe.
Mandela contó al periodista: “cavamos una fosa, lo bastante profunda como para que no pudiera ser descubierta por un arado, al lado de un roble”.
Wolpe dijo que no se duda de la existencia de la pistola. “…Sabemos que la pistola existe. Sabemos que le fue regalada. Sabemos que la enterró, porque dijo ‘nosotros la enterramos’. La cuestión es, ¿quiénes son los ‘nosotros’ de que habló?”.
Un Artefacto Histórico
Dijo que otra gente que tenían relaciones estrechas con Mandela en ese tiempo, todos habían muerto ya y que no había ninguna oportunidad de volver a preguntar al cada vez más débil líder de 92 años para obtener más detalles. “Esto no es cuestión de glorificar las armas,” dijo Wolpe. “No hay valor monetario para un artefacto histórico. Se trata de a quién pertenecía la pistola. Esta no es una pistolacualquiera”, explicó Wolpe.
“Mi mayor preocupación es que si está allí, podría haber una lucha sobre a quién pertenece”.
Mientras tanto, La empresa de subastas High Street se prepara para la presencia de mucha gente cuando se acerca la fecha de la subasta. “El interés ha sido muy alto debido al legado de la pistola. Hemos tenido muestras de interés tanto local como internacional y también hemos tenido varios individuos de muy alto perfil que han preguntado por ella,” dijo la portavoz Tracy Purto.
Escrito por: Sibongile Khumalo
Tomado de: Mail & Guardian, Suráfrica, 09-05-11.
Traducido por Matthew Rizzo: estudiante de Business Management & Spanish en Florida State University, de prácticas en España.
