Soy consciente, soy dificil…, por Nse Ramón

9/05/2011 | Bitácora africana

¿Tiene alguien alguna respuesta sincera del por qué en el mundo existen todavía sistemas que oprimen a sus pueblos de la manera mas vil y ruin sin que nada les pare los pies?

Nadie, me lo imaginaba. Si es que yo no se por que estamos peleando en contra de una realidad que no nos beneficia cuando lo más «ético, lógico y humano» sería aceptar la pesada carga de la vida miserable. ¿Por qué tengo que estar escribiendo en contra de un régimen que alimenta a buena parte de mi familia y a muchas de las familias de gente que conozco y que se que no puedo más que confiar en ellos y en su educación, responsabilidad y respeto hacia mi humilde persona?, ¿Por qué, en mi propia vida plagada de cosas buenas y a miles de kilómetros de la realidad nefasta de muchos seres humanos hundidos en la miseria, debo criticar a regímenes absolutos y obsoletos como el de mi propio país?, ¿Por qué no me callo de una maldita vez y me dedico a disfrutar la parte genial que me ha tocado vivir, en parte gracias a otros, y dedicarme a convencer a los demás que sólo con aceptar su realidad el mundo será mejor para todos?…

¿Por qué no consigo ver la parte buena del régimen de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo?

Esta carta de hoy, escrita en Ontinyent (Valencia) junto a mi hijo y a puntos de coger un vuelo con destino a Paraguay a vivir (mejor que, posiblemente, el 85% de los paraguayos) se la dedico a Alba y a Carlos (los dos en Mozambique), no se por que, pero yo me entiendo.

Las movilizaciones en el norte de África me calaron hondo, no por las maneras que decidieron algunos dirigentes ahuyentarlas, pero si por la convicción de los manifestantes de saberse por una vez en la historia dueños de su destino que tampoco se presentaba nada fácil. Luego llegó lo del escritor guineoecuatoriano, que buscando un poco de aire en esa especie de bóveda cargada de petróleo en la que vivimos en el golfo de Guinea, dijo que «nos comían el alma» y que tocaba decírselo a aquellos que por pura malicia disfrazada de intereses bilaterales y comerciales deciden colaborar con los que desayunan, comen y cenan con las almas de muchos cientos de miles de personas. No busqué ser el más alto, el más fuerte, ni el más rápido en esta olimpiada de grandes atletas en busca de la meta que sólo te ofrece millones en un dinero que sólo debería pertenecer a los que disfrutan haciendo bien su parte en una sociedad. No quiero, ni querré cambiar el rumbo de una historia que por si sola ya sabe qué hacer para reducir a cenizas todo lo que no dura «CIEN AÑOS», no soy Mandela, ni soy Sankara, ni tampoco soy Juan Tomás Ávila Laurel. Soy Ramón Nsé Esono Ebalé, nacido en Guinea Ecuatorial y dibujante pionero de una historia cultural que se abrirá algún día paso en la maltrecha situación política y social de un país al que adoro pese a la desgracia de saber que no voy a disfrutarlo al 100 x 100. Miles de dudas invaden a una persona como yo cuando quiere encontrar respuestas a los problemas que se detectan dentro de un sistema que no mira por los que hacen de piedra angular para su bajeza humana, sino que se aferra a la idea de que el enemigo es aquél que no acepta «nuestras condiciones» impuestas a la fuerza y marcadas por los errores que sólo cometen, según ellos «los que nos tienen envidian». No hay respuestas sencillas, no hay facilidad para explicar a nadie las respuestas encontradas y es inevitable no olvidarte muchas veces de las más honorables de exponer. Por que los sistemas dictatoriales no solo están alimentados por los que tienen marcada la frente: «MALOS». Está también alimentados por los que tenemos que luchar contra los «MALOS» dentro de la estrategia de: «tú por ese lado y yo por el otro».

Pondré unos ejemplos recientes.

TU POR ESTE LADO: En Malabo, capital de la República de Guinea Ecuatorial, la gente se pone nerviosa el día 15 de cada mes por que toca ir a pagar la luz a SEGESA (empresa que parece tener como accionistas a unos cuantos hombres fuertes del país), pero mira tú por dónde querido amigo/a, después de perder toda la comida al por mayor del congelador, después de haber dormido a base de velas que provocarían un incendio, después de haber pasado noches enteras sin dormir por que a los anofeles gambiae les gusta cenar en la oscuridad total, van los muy «responsables» a pagar una luz que en dos semanas o más tiempo no han visto aparecer en sus bombillas. Sin contar la pérdida de electrodomésticos que al estar enchufados a la corriente, no se salvan de una aparición eléctrica fulminante y se queman tal cual. ¡El sufrido pueblo humillado (para beneficio del régimen que controla la luz en el país) responsablemente va a pagar su impuesto de electricidad!. ¿Por qué debo ser yo el que se queje?, ¿No es lo que tiene asumir ser un conformista radical y suicida?.

YO POR ESTE OTRO: En Maputo, capital de Mozambique, la gente se sube, sin apenas un tirachinas en la nuca, a los destartalados coches que hacen de transporte público. Ya lo dije en mi anterior carta, esos transportes sólo pueden ser aceptados por borregos que se van al voluntariamente al matadero y por las mafias que tienen el beneplácito del régimen de Guebuza. ¡Hay que verlo para creerlo!. Con la excusa de que «voy a perder mi trabajo si llego tarde y no tengo transporte privado», se suben a esos coches, se estrujan, se pegan, roban, tiran pedos, huelen sobacos, el sudor asfixia, aveces hay alguno que no sabe de cepillos ni pasta de dientes, alguna/o tendrá problemas de piel, otros tendrán miles y miles de problemas para que en un espacio tan reducido y abarrotado de gente sea mejor no meterse. Pero para «no perder el trabajo», miles y miles de maputienses se suben a esos transportes y van circulando por las calles mirando con cierta designación al que va en un coche privado, y seguro piensan en su agonía «algunos tienen suerte…». ¿Tiene que acudir SUPERMAN para que se den cuenta de que sólo con negarse, conjuntamente, a utilizar de esa manera el transporte público (bendito sea ese nombre en países que lo respetan) se puede llegar a viajar 13 personas en un coche de 13 plazas llegaríamos igual y mucho más cómodos?… ¿Debería yo hacer como si mis ojos no hubiesen visto nada por que «ESO NO IBA CONMIGO»?

TOTAL ¿BENEFICIARIOS?: PDGE Y FRELIMO… es lo que hay
¡Caray con el africano!, se que en el mundo hay miles de personas, millones de personas que viven como si «aceptasen» sin rechistar las condiciones nefastas propuestas por los que saben «comer el alma de los demás». Se que no puedo, se que no podemos luchar eternamente (por razones de fuerza física y mental), ni hacer llegar el mensaje a todos, se que mi vida está llena de placeres (pero no exenta de contrariedades), se que prefieren buscar a dioses inexistentes para resolver los enigmas provocados por otros humanos como nosotros. Pero lo que no se, es si de verdad seremos capaces de empezar a decir que ya no es cuestión de sentarse y esperar «nuestra oportunidad», que «la suerte puede cambiar», que «los últimos serán los primeros», no se si estoy dispuesto a luchar por todos, pero si se que estoy dispuesto a luchar por los pocos que se me acerquen. Por que mi lucha no es contra mi familia, no es contra un individuo, no es contra el sistema…
… mi lucha es contra mi mismo, ya que si no soy capaz de ver mi condición de ser humano libre de las ataduras que me impidan desarrollarme, no seré capaz de ver los problemas de los demás. De repente he aprendido a hablar mucho, y aunque diga poco, lo importante es que diga algo.

Al pueblo de Guinea Ecuatorial: cada vez veo que voy perdiendo «amigos» dentro del país (mensajes privados que me llegan vía mail o feisbuk) que me vio nacer, cada vez os siento más lejos. Pero os pido que entendáis que lo que hago, lo hago simplemente por el placer inmenso que da la libertad.

Soy consciente de mi situación, soy difícil de convencer para dar marcha atrás

Nsé en su primera carta sin decir tacos

P.D: Alba y Carlos son dos personas que las defino de esta manera
Alba: Pulpo de mi alma y de mi corazón

Carlos: El único ser humano que no esta cuando no se le necesita
Gracias por esas horas de insomnio en Maputo y mira que soy un gremmling.

Autor

  • Nse, Ramón

    Nse Ramón o Ramón Esono Ebalé (alias Jamón y Queso) es un artista guineoecuatoriano nacido en Nkoa-Nen Yebekuan (Mikomeseng-Kie Ntem) en 1977 y residente en Malabo desde 1982. Dibujante e ilustrador autodidacta, compagina su pasión por el dibujo y el cómic con su trabajo de grafista. Actualmente es el grafista titular del Centro Cultural de España en Malabo y como dibujante de cómics ha ganado varios premios y certámenes internacionales como el concurso "Regarde 9", en el Festival Internacional de BD de Angulema (Francia), el premio obtenido en Cocobulles, Costa de Marfil con el trabajo "Le réveil d'Akoyo". Ha expuesto en los Centros Culturales Francés y Español en Malabo y Bata, en el Feshcary (Camerún) y en diversas galerías de Europa, América y Estados Unidos. El artista ha iniciado diferentes proyectos para organismos internacionales que operan en Guinea Ecuatorial realizando carteles e ilustraciones para la campaña de la Unión Africana en fomento de la Juventud y sus Derechos de la Organización de la Unión Africana.

    Participó en ARCO2010 con dos series ácidas y corrosivas sobre las dictaduras y la corrupción

Más artículos de Nse, Ramón