Zambia está sufriendo una de las peores olas de sequías de su historia. El presidente del país realizó un comunicado público en el que informó de la previsión de que más de un millón de hectáreas de cultivos puedan resultar destruidos por la falta de lluvia, denominando la situación como una emergencia nacional.
Tal y como sus vecinos, Zambia está sufriendo en su tierra los devastadores efectos de El Niño, un fenómeno meteorológico provocado por la subida por encima de la media de más de 0,5 ºC del agua superficial en la zona este y central del océano Pacífico, alterándose las pautas de viento y lluvia, provocando así la sequía en ciertas regiones del continente africano. Se estima que puede ser el fenómeno más destructivo desde la sequía de la temporada 1991-1992.
El presidente ha pedido a las Fuerzas Armadas del país la colaboración en la producción de alimentos, así como ha solicitado el apoyo de las organizaciones locales e internacionales de cooperación. Durante su alocución comunicó al pueblo de Zambia que en los próximos meses se podría ver comprometida la seguridad alimentaria nacional y los medios de subsistencia de millones de ciudadanos.
Al mismo tiempo, el país debe prepararse para un déficit de energía, ya que los medios de generación de electricidad también se han visto afectados. Esto se debe a que, en la principal fuente de energía hidroeléctrica del país, la presa de Kariba, los niveles de agua están disminuidos. Para hacer frente a la posible crisis, el país importará electricidad y racionará el suministro a sus más de 20 millones de habitantes.
Desde Naciones Unidas se ha informado que aunque muchos países del sur de África aún no han declarado una catástrofe nacional, también se encuentran en riesgo debido a la influencia de los patrones meteorológicos de El Niño.
Autor: Kabanda Chulu – Farai Mutsaka
Fuente: Zambia Daily Mail – AP News – Imagen: National Environmental Satellite, Data, and Information Service – Wikimedia
[Traducción y edición,
Micaela Llona][CIDAF-UCM]