El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés) ha comunicado la explosión de una bomba que se ha producido el pasado lunes 12 de febrero en un campamento para personas desplazadas en el este de la República Democrática del Congo (RDC).
En un comunicado, Grant Leaity, representante de Unicef en la RDC, ha declarado:
«Es inconcebible que familias que huyen de la violencia hayan sido asesinadas y heridas en un lugar que se suponía que ofrecía seguridad […] Hacemos un llamamiento a todas las partes en el conflicto para que protejan la vida de civiles inocentes, especialmente de los niños. Instamos al gobierno a que haga rendir cuentas a los perpetradores y fortalezca la protección de los niños y sus familias».
La explosión se ha producido en el campamento de desplazados de Zaina, en las afueras de Sake, en la provincia de Kivu Norte, causando varios muertos y heridos. Esto se debe a que, en los últimos meses, se han intensificado los combates en el este de la RDC provocando movimientos masivos de población con un empeoramiento de la situación humanitaria. Según el comunicado, ahora hay 1,1 millones de personas desplazadas en la provincia, lo cual indica un aumento significativo con respecto al pico registrado en el mismo mes del año pasado.
Fuente: The EastAfrican – Imágenes: Pixabay, UNICEF
[Traducción y edición, Pietro Scardovi]
[CIDAF-UCM]