Las mujeres son la roca de África

7/04/2011 | Crónicas y reportajes

En el Día Internacional de la Mujer, se llevan a cabo muchos eventos en los centros de las ciudades de todo el mundo para celebrar los logros conseguidos por las mujeres a través de los años.

Este es un día para inspirar a las mujeres, especialmente aquellas que siguen abogando por el desarrollo, la igualdad y la justicia para mujeres y niñas, sobre todo aquí, en nuestro amado continente africano.

A principios de 1900, cuando tuvo lugar la gran expansión e industrialización en el mundo occidental, se incrementó el debate acerca de la opresión y la desigualdad que las mujeres de todo el mundo estaban experimentando, especialmente en el lugar de trabajo. Hoy celebramos el progreso y los avances en el desarrollo económico, social y político que las mujeres han defendido y por los que han luchado.

Pero también somos conscientes de que, si bien las vidas de muchas mujeres, incluidas las de los países en desarrollo, han mejorado especialmente hacia el año 2000, la pobreza en África ha aumentado hasta alcanzar 82 millones de habitantes empobrecidos durante este mismo periodo. El 70% de ellos son mujeres y jóvenes.

Nos complace que en 2010 la Unión Africana lanzara la década dedicada a las mujeres africanas. Este está siendo un período para que las mujeres en África celebren los logros conseguidos y sigan movilizándose para el futuro.

Sin embargo, esta década significará poco si los gobiernos no ratifican y aplican el Protocolo de la Carta Africana de Derechos humanos y derechos de las personas sobre los derechos de las mujeres.

Desde mi perspectiva como presidente de la “African Monitor”, que es un órgano centrado en promover el desarrollo social y económico de todo el continente africano mediante la promoción y fomento de la voz de los africanos en la toma de decisiones a través de diferentes plataformas, estoy muy agradecido de poder responder a la pregunta de “qué significa el Día Internacional de la Mujer” para el continente africano. ”Africa monitor” acoge la oportunidad de centrar una vez más la atención sobre la suerte o destino de las mujeres de África, para asegurarse de que sus problemas de desarrollo van a ser una prioridad dentro de sus respectivos gobiernos, y que la calidad de vida de las jóvenes africanas sigue mejorando.

Cada año, más de medio millón de mujeres mueren por complicaciones durante el embarazo o el parto. Casi todas ellas todavía estarían vivas si tuvieran acceso a una partera o médico durante el parto o una atención de emergencia eficaz para aquellas mujeres que tengan complicaciones.

Esta es una realidad para las mujeres africanas, lo cual es inaceptable en un mundo donde la tecnología médica está tan avanzada que los médicos pueden realizar operaciones sin estar realmente en el quirófano.

Vivimos en un mundo donde las mujeres han llegado a ser astronautas, grandes empresarias, presidentes de países y santas. No podemos aceptar que en el mismo mundo se permita esa lucha injusta de las mujeres en África, que deberían estar disfrutando del milagro que es estar vivo.

Las mujeres africanas son las guardianas del bienestar de sus hijos y tienen la responsabilidad explícita de proporcionarles todas las necesidades materiales. Son las administradoras del hogar, del suministro de alimentos, de la nutrición, del agua, de la salud, la educación y la planificación familiar en un grado mayor que en otras partes del mundo, en desarrollo. Esto coloca una pesada carga sobre ellas, a pesar de acontecimientos tales como la tecnología agrícola mejorada, la disponibilidad de anticonceptivos y los cambios en la situación socioeconómica de la mujer, que podrían hacernos pensar que han hecho sus vidas más fáciles. De hecho, sería justo decir que su carga de trabajo ha aumentado con la evolución de la situación económica y social en África.

La capacidad económica de las mujeres, y en particular su capacidad para gestionar el bienestar familiar, están siendo amenazadas.

La «Modernización» ha inclinado la balanza de la ventaja contra la mujer. El marco legal, el sector moderno y los servicios sociales de producción desarrollados por los países africanos independientes no han servido bien a las mujeres. La mayoría de las mujeres africanas, en común con las mujeres de todo el mundo, se enfrentan a una variedad de restricciones legales, económicas y sociales. De hecho, algunas leyes todavía las tratan como si fueran menores de edad.

Se sabe que las mujeres africanas son responsables del 80% de los alimentos producidos en África y, sin embargo todavía son pocas a las que se les permite tener su propia tierra donde trabajar.

Hoy en día, y durante muchas generaciones, la imagen negativa de África ha dominado las noticias. El África del VIH-SIDA. El África de la malaria. El África de la pobreza. El África del hambre y el África de los desastres naturales. Este es el África que escuchamos todo el tiempo en las noticias, pero hay un pueblo de África al que no se le oye con demasiada frecuencia. Este es el África de las oportunidades.

En este África de cambios es donde la gente quiere tomar su destino con sus propias manos. Es este el África donde la gente quiere cuidar de su propio futuro.

La tierra tiembla por los cambios que están echando raíces por todo el continente africano, y las mujeres están a la vanguardia de todos estos cambios.

Njongonkulu Ndungane

Esta es una versión editada del discurso del Arzobispo Ndungane, en el día Internacional de la Mujer (Soweto, Sudáfrica)

Traducido por Pilar Ruíz, para Fundación Sur.

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