SOS de los universitarios ruandeses en desamparo

22/03/2011 | Opinión

En octubre de 2010, el Ministro de Educación de Ruanda, Charles Murigande, anunció la supresión de préstamos/becas para “que los universitarios se acostumbren a asumir ellos mismos los gastos”. Esta medida ha afectado a unos 24.000 estudiantes y ha tenido consecuencias dramáticas, en algún caso de suicidio, y ha obligado a gran número de universitarios a vivir en condiciones deplorables. La decisión gubernamental sorprende y avergüenza en un país que alardea de estar en pleno desarrollo económico.

Algunos estudiantes se han visto obligados a quedarse en sus casas y han renunciado en consecuencia a los estudios superiores. Entre los que han podido presentarse en el campus universitario, la vida se asemeja a una carrera de obstáculos. Comer y buscar alojamiento es su preocupación diaria, tal y como han afirmado ante periodistas de la radio Voz de América en un reportaje, “Dusangire Ijambo”, emitido y difundido el domingo 20 de marzo.

Universitarios pobres, incapaces de alquilar habitación cerca del campus se han visto obligados a agruparse para alquilar pequeñas habitaciones alejadas de la universidad. Los reporteros de la Voz de América han podido comprobar cómo 8 universitarios han alquilado una habitación sin ventanas de 12 metros, con baños y duchas insalubres que deben compartir chicos y chicas. Este alojamiento está a 3 horas de camino a pie de la universidad. Los más decididos tratan de buscar trabajillos o mendigan para sobrevivir. Tienen la impresión de vivir como los sin techo en su país. ¿Cómo van a aprobar y aprender algo en esas condiciones?

Diversas informaciones nos dicen que este problema no afecta solo a la UNR de Butare, sino a otras universidades e institutos superiores. Un profesor se declaraba asustado al ver que tres universitarias compartían un mismo y único plato. Este mismo profesor añadía que “hay alumnos que se quedan en clase a la espera del turno de la tarde para dormir sobre los pupitres, mientras otros se van a comer”. Los casos de estudiantes que caen inconscientes a causa del hambre se multiplican. Recordemos que un estudiante del Instituto Pedagógico de Kigali se suicidó en febrero como consecuencia del anuncio de la supresión de su beca.

El régimen del general Paul Kagame debería anular inmediatamente esta decisión discriminatoria para los universitarios provenientes de familias modestas. Nadie puede predecir las consecuencias nefastas que esta decisión podría producir a largo plazo, además de las que ya está ocasionando, como la prostitución de algunas universitarias para ganar algo de dinero y el aumento de los que comercian con el sueño y alquilan habitaciones insalubres.

Grégoire Karekezi

(JamboNews.net, 21-03-11)

Traducido por Ramón Arozarena.

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