Es una mujer comprometida, tanto en su vida profesional como en su lucha contra algunos graves defectos culturales de su comunidad y de África en general, como la mutilación femenina y el matrimonio precoz. El medio para conseguir sus objetivos es la educación.
La persona
Anna Qabale Duba nació y se crio en Torbi, un pequeño pueblo remoto de pastores, en el norte de Kenia. Fue la última nacida en una familia polígama de 19 hijos. A los 12 años, sufrió la escisión del clítoris, algo normal en esa zona. A los 14 años, el padre de Duba insistió en que se casara. “Estaba comprometida con un hombre desconocido sin mi consentimiento -nos dice. Sin embargo, fue mi madre quien me salvó. No puedo agradecerle lo suficiente por insistir en que continuase mi educación en lugar de casarme joven”.
Aunque Anna tuvo la oportunidad de estudiar, faltaba a clases con cierta frecuencia, a causa de la carencia de toallitas higiénicas. Se menciona este detalle porque más tarde influenció en sus opciones.
Anna se casó a los 26 años, algo inusual en su comunidad. Su esposo le ha brindado un apoyo decidido durante toda su vida profesional y sus múltiples compromisos. Tienen dos hijas, Hirkena y Helena, a quienes aseguran la mejor educación posible, convencidos como están de que la educación es el único medio de superar los condicionamientos negativos que impone la cultura tradicional. Tiene ahora 32 años.
A los 16 años decidió ser enfermera. ¿Por qué quiso estudiar enfermería? “Desde mi infancia, he querido ayudar a las personas necesitadas. Me limité a hacer obras de caridad y ayudar a la gente”, responde Anna.
Durante sus estudios de enfermería, ganó el premio Miss Turismo Kenia-2013, lo que le procuró reconocimiento a nivel local e internacional. “Eso es algo que sucedió cuando estaba en la universidad… En esa época, hubo una competición nacional en la que se invitó a competir a mujeres de todos los condados de Kenia. Hay 47 condados en el país. Lo intenté y gané el galardón de mi condado. Estábamos compitiendo por cuatro premios nacionales. Gané dos de 4 y llegué al segundo puesto, ganando el título de Miss Turismo”.
Anna obtuvo una Licenciatura en Ciencias de la enfermería, por la Universidad Metodista de Kenia, convirtiéndose así en la primera mujer graduada de Torbi, su pueblo. Ahora completa un master en epidemiología en la Universidad Moi, ubicada en Kesses, la antigua provincia del Valle del Rift.
La Educadora
Una vez terminados los estudios de enfermería, la contrató el hospital de Marsabit y allí se dio cuenta de que todas las mujeres pacientes habían sufrido lo mismo que ella: mutilación genital, seguida de un matrimonio forzado. La circuncisión femenina está prohibida en Kenia, pero el 91% de las niñas siguen siendo víctimas de dichas prácticas tradicionales. Anna llegó pronto a la conclusión de que la mejor manera de involucrarse en la lucha contra estos abusos, difíciles de abordar públicamente, era promover la educación. Decidió entonces volver a su pueblo y dedicarse a dicha tarea.
Formó parte del grupo que lanzó una campaña contra la mutilación genital femenina y el matrimonio precoz. Al término de dicha campaña, tomó conciencia de que quería seguir haciendo ese trabajo. De este deseo surgió la Fundación Qabale Duba, una organización comunitaria que está capacitando, en el condado de Marsabit, a niñas y mujeres de su comunidad pastoril.
En 2017, la Fundación lanzó un programa de alfabetización comunitaria, que incluye tanto a los niños como a sus progenitores. Allí se les enseña a leer y escribir y se les informa también sobre su salud y derechos sexuales y reproductivos. En 2018, su organización construyó dos aulas y comenzó la academia pionera Torbi, que actualmente alberga a 68 niños en su jardín de infancia. Las aulas, por la mañana, sirven a los niños y, por la tarde, son utilizadas por estudiantes adultos, para sesiones de aprendizaje. Anna explica a las madres y a los padres la reproducción, los ciclos menstruales, la transmisión de enfermedades y, también, el consentimiento requerido. Su fundación imparte conocimientos a 160 niños y 70 adultos.
La Fundación lleva acabo cinco programas:
- Primero el proyecto Pads and Pants, que ayuda a las niñas de las aldeas rurales a tener acceso a toallas sanitarias y bragas, para evitar que falten a clases o abandonen la escuela, debido a la falta de estos artículos de primera necesidad.
- El segundo, es un programa de tutoría, donde los motivadores hablan con las niñas y les ayudan a despertar su ilusión y potenciar sus capacidades.
- La Fundación también cuenta con programas de salud materna y maternidad segura; una división que lucha contra el matrimonio precoz y la mutilación genital femenina y promueve varias iniciativas de paz en una comunidad de gentes belicosas.
- Con los 50.000 dólares, que le otorgó el premio Aster Guardian’s Award, pudo construir un albergue materno para mujeres embarazadas, así como ampliar el alcance de la Fundación.
En su lugar de trabajo, Anna dirige los servicios de emergencia y actividades que incluyen atención a madres embarazadas y a niños que viven en áreas de difícil acceso, dentro del vasto condado de Marsabit.
Los esfuerzos educativos de Anna Qabale y de su Fundación están dando resultados inequívocos ya que, tanto la escisión genital como el matrimonio infantil están en declive en la comunidad. Además aumenta el número de mujeres que dan a luz en hospitales y de madres que han comenzado a enviar a sus hijas a la escuela.
Los Agradecimientos
El empeño de Anna Qabale Duba y de sus colaboradores se ha viso reconocido, no sólo por los buenos resultados obtenidos sino también por la sociedad y la comunidad internacional. Ya hemos mencionado el premio Waislitz Global Citizen’s Choice, obtenido en 2019. Los premios Waislitz Global Citizen Awards reconocen la excelencia de las personas en su trabajo para acabar con la pobreza extrema. Los premios son concedidos por la Fundación Waislitz y Global Citizen, cuyo presidente y fundador es Alex Waislitz. blast Ltd. La Fundación tiene su sede en Melbourne.
En mayo de 2022, Anna Qabale Duba, recibió el Premio Internacional de Enfermería Aster Guardian, premio a la mejor enfermera del mundo, que reconoce la atención humanitaria resuelta y desinteresada que brindan las enfermeras de todo el mundo
El premio lo otorga Aster DM Healthcare Limited, un conglomerado de empresas, indio, proveedor de atención médica. Fue fundado en 1987 y actúa en el sector hospitalario, en centros de diagnosis y centros médicos, así como en el sector farmacéutico; cotiza en bolsa y ha instituido el premio Aster Guardian Global Nursing Award, dotado con 250.000 dólares. El galardón se otorga a través de una selección por un panel de especialistas. En el caso que nos concierne, un Jurado seleccionó 10 finalistas entre 24.000 candidatos y, entre estas 10 finalistas, consideraron a Anna Qabale Duba como la mejor capacitada.
El enfermero, Dida Jirma Bulle, que trabaja con Anna Qabale Duba en el hospital de Marsabi, también fue nominado para el premio, seleccionado entre los 10 mejores. Dida lleva 21 años en el sector de la salud y fue uno de los trabajadores de la salud de Kenia que se ofreció como voluntario para combatir el ébola en Sierra Leona.
El secretario del Gabinete de Salud de Kenia, Mutahi Kagwe, felicitó a Anna Qabale Duba y la presentó como una inspiración para el país en sus esfuerzos por construir un sistema de salud pública sólido.
En 2020, Anna Qabale Duba fue también reconocida como una de las 100 jóvenes africanas más influyentes.
Terminamos con estas palabras de sabiduría de Anna Qabale: “Salgamos de nuestra zona de confort: hagamos algo, por pequeño que sea. Nunca sabes a quién le vas a cambiar la vida para siempre. El secreto para salir adelante es empezar. Comienza donde estés, usa lo que tengas y haz lo que puedas”.
Bartolomé Burgos
CIDAF-UCM
