Un equipo internacional de científicos, formado por investigadores de la Agencia de Sanidad Animal y Vegetal del Reino Unido y el Victoria Falls Wildlife Trust de Sudáfrica, afirma haber identificado la causa de la inesperada muerte de numerosos elefantes en Botsuana y Zimbabue entre mayo y junio de 2020.
Las autoridades descartaron el envenamiento por ántrax o la caza furtiva desde un principio, atribuyendo las muertes a las toxinas generadas por organismos diminutos presentes en el agua y la tierra que consumían los animales; un suceso que habría sido provocado por el cambio climático.
No obstante, según las conclusiones de los científicos sudafricanos e ingleses, la hipótesis inicial se ha demostrado errónea ya que, atendiendo a los resultados del estudio, los animales perecieron debido a la bacteria Bisgaard 45, la cual está relacionada con la Pasteurella multocida, microorganismo que contribuye a diversas dolencias de los animales.
Si bien la Pasteurella multocida es conocida y no resulta letal, la mutación Bisgaard 45 acarreó el envenamiento de la sangre de los elefantes, siendo esta septicemia la causa oficial de la muerte de los más de 300 paquidermos que perecieron en suelo botsuano y zimbabuense.
Según estimaciones científicas, la población de elefantes ha experimentado un declive anual del 8 % en el territorio africano, pasando de 350.000 elefantes de 2007 hasta los aproximadamente 144.000 actuales.
Fuente: New Zimbabue
[Traducción y edición, Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]
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