La Marina de Senegal interceptó a más de 600 posibles migrantes que trataban de cruzar el Atlántico hacia Europa, tan sólo en el plazo de una semana, durante el mes de setiembre, siendo todos ellos devueltos al país. La Marina está publicando prácticamente a diario en sus redes sociales contenido sobre cómo la patrullera Walo desvía embarcaciones llenas de personas que tratan de alcanzar el continente europeo. Estas acciones forman parte de un nuevo plan de acción sobre la emigración adoptado este verano.
De acuerdo a la información proporcionada por las autoridades de Senegal, desde mayo del presente año al menos 1.500 personas han sido trasferidas a las autoridades locales; esto supone más del 95% de todas las intercepciones registradas en el año 2022. Estas cifras evidencian el aumento del flujo migratorio, así como también reflejan los esfuerzos de Senegal por frenarlo.
La Directora del Centro Africano de Políticas de Migración y Desarrollo, Linda Adhiambo Oucho, se ha pronunciado al respecto y ha puesto el ejemplo de Senegal como modo para actuar a la hora de regular los flujos de inmigración ilegal que recorren África hacia Europa:
“La Unión Africana puede usar Senegal para mostrar las mejores prácticas y fomentar un enfoque regional más fuerte para frenar la movilidad precaria”.
Otros sectores de la sociedad africana están en contra de las prácticas que está llevando a cabo Senegal, porque estas iniciativas podrían convertirse en mecanismos utilizados por Europa para externalizar la problemática que supone limitar la llegada de las personas refugiadas. Y es que casi 200.000 personas han llegado ya a las costas europeas en lo que va de año, principalmente a través de estas rutas marítimas que atraviesan el Atlántico y el Mediterráneo, elevando el número de personas fallecidas en el intento a más de 2.000.
Fuente: Al Jazeera
[Traducción y edición, Yara Fernández]
[CIDAF-UCM]
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