Los minerales de sangre pasan por Ruanda

11/01/2011 | Opinión

Kigali, reexportando los minerales del Congo, no hace sino impulsar los conflictos armados en la región de los Grandes Lagos. Una reciente legislación norteamericana designa bajo el nombre de “minerales del conflicto” el oro y estaño explotados fraudulentamente en el Congo y exportados por los países vecinos. Se puede hablar con claridad de “minerales de sangre”, en referencia a los millones de muertos causados por los recurrentes conflictos de la región. Un reciente informe de Global Witness afirma que el oro, la casiterita, la wolframita y el coltan siguen siendo explotados por el ejército congoleño y por los diversos grupos armados, y son luego exportados a Ruanda, que, a su vez, los reexporta como si fueran minerales ruandeses.

Esta situación existe desde 1996, cuando Ruanda invadió el Zaire-Congo, pero se ha acentuado el pasado año a causa de la integración de los antiguos rebeldes del CNDP, apoyados por Ruanda, en el ejército congoleño regular. Global Witness sostiene que estos militares tutsi controlan, junto con el general Amisi, la mina más importante de estaño del Kivu Norte, la de Bisie. Incluso colaboran en la explotación ilícita con los rebeldes hutu ruandeses y los resistentes Mai Mai.

Las ganancias, en millones de dólares, se reparten entre los militares y el gobierno ruandés. En 2010, las exportaciones de oro, coltan y casiterita por parte de Ruanda alcanzaron más del 30% de sus exportaciones, detrás del café y del té. Sin embargo, Ruanda no posee apenas estos minerales en su subsuelo. Los compradores principales son Malasia y China. Una vez refinado, el estaño y tantalio son utilizados principalmente por la industria electrónica, aviones y productos farmacéuticos. Ruanda está preocupado por las consecuencias que pueda tener sobre sus exportaciones la ley votada por los EEUU sobre “los minerales del conflicto”; ley votada con la finalidad de tratar de poner fin a la guerra silenciosa en el este de la RDCongo.

(A partir de informaciones de Le Point 06/01/2011)

Traducido y editado por Ramón Arozarena.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster