El poblado de Kokorowe, recibe a los iniciados
La iniciación es expresión de una cultura y sólo puede comprenderse si la situamos en su contexto. Os propongo que me acompañéis a un pequeño poblado bobo- fing, no lejos de la capital económica de Burkina Faso, que visité tantas veces.
Esta mañana en Kokorowe reina una gran efervescencia, un ambiente de fiesta que sólo se repite cada siete años. La última etapa de la iniciación ha terminado. El grupo de jóvenes, entre diecinueve y veintitantos años, que pasaron tres días de reclusión en la selva vuelven después de haber triunfado en las duras pruebas del último periodo de iniciación.
Los iniciados llegan en procesión y son acogidos con honor y alegría. Estos mismos jóvenes fueron presentados al pueblo, a los tres o cuatro días de nacer. Ahora han nacido de nuevo, después de varios años de “gestación” y la superación de unas pruebas que los integran plenamente en la sociedad. Estos jóvenes han dejado de ser “sinikye”, hombres no formados, para convertirse en “yele” hombres completos. Llegan como hombres que dejan el mundo de la infancia y son acogidos en le círculo de los “datore”, es decir los ancianos, los que saben.
Al día siguiente de la entrada en el poblado, los jóvenes vestidos de fiesta ejecutarán las espectaculares danzas de los iniciados que durarán varios días y a las que también acudirán gente de pueblos vecinos. Durante estos días, en la plaza bajo el árbol de la palabra los iniciados reciben un nuevo nombre. Las jóvenes de la calase de edad que corresponde a la de los jóvenes iniciados, también recibirán un nuevo nombre que les dará como a ellos derecho a los ritos de funerarios.
Un largo periodo de preparación a la vida
A los siete años estos jóvenes fueron iniciados al secreto de las máscaras. Desde entonces se han preparado con los de su clase de edad a éste momento. Han participado, en el lugar que les corresponde, a la vida del poblado durante la niñez y la adolescencia. El aprendizaje de la vida en la vida y para la vida es para el niño la mejor manera de arraigarse en la realidad social de la que tendrá que ser un día miembro pleno. Todo el poblado está concernido e implicado en este proceso:
“Una sola mujer para engendrar un hombre, un poblado entero para educarlo en beneficio de la humanidad entera.”
Al final de este periodo, los jóvenes a los que correspondía ser iniciados, delegan a unos cuantos para presentar su candidatura. Con el decano del grupo al frente van durante la noche al encuentro de las autoridades y de las diferentes clases de edad que los preceden para pedir ser admitidos a pasar las pruebas. Ancianos e iniciados mayores juegan un papel importante e imprescindible. Ellos son los que saben, los que guían:
“Es el corazón el que indica a los pies el camino que tienen que seguir.”
Para honrarlos los jóvenes no se presentan con las manos vacías, llevan tabaco y el tan apreciado vino de palmera, “bangui”
.
Una vez aceptados, los candidatos empiezan el año de preparación inmediata. Durante este tiempo tendrán que aprender la lengua secreta que podrán utilizar después de la iniciación. También empezarán a preparar el vistoso atuendo de bandas multicolores decorado con cories con el que harán las danzas en la fiestas que clausuran la iniciación. La semana anterior a la los últimos ritos los jóvenes tendrán que demostrar su saber hacer en el dominio de la agricultura y de la caza.
La iniciación propiamente dicha
Los últimos ritos de iniciación se celebran en un lugar al que sólo tienen acceso los iniciados y los candidatos. Empieza con una ofrenda individual al “DO”, espíritu protector, intermediario entre Dios y los hombres. Ofrenda que significa el compromiso personal en la vida de la comunidad.
Se enciende un fuego que se mantendrá durante todo el periodo de reclusión. Los dos primeros días se consagran al aprendizaje de textos iniciativos y las pruebas físicas. Pruebas de resistencia terriblemente duras como una carrera de fondo de diez kilómetros bajo un sol abrasador y el látigo de los mayores.
Los textos iniciativos se enseñan y aprenden en la lengua secreta, de generación en generación se han ido transmitiendo y explican lo que concierne al nacimiento y la muerte, la vida y las costumbres; también reciben conocimientos sobre algunos puntos de la tradición que se mantienen secretos para los no iniciados.
El tercer día es el más importante: la consagración al “DO”. A la puesta del sol los “iniciandi” son conducidos junto al árbol, en donde están reunidos los antiguos iniciados. Uno por uno, balanceándose en una rama los jóvenes deben cantar al son del tamborín y del tam-tam el himno de iniciación, dejándose caer de pie justo al final. Es un momento de tensión extrema: el equivocarse en las palabras o caer a destiempo es signo de reprobación y de muerte. Hoy el “Do” no mata, pero el que fracase tendrá que pagar de otro modo su fracaso.
Tipo hombre que nos revelan los ritos de iniciación
Reflexionando sobre el aprendizaje de una lengua, el contacto con el mundo invisible las pruebas físicas, los textos iniciáticos, la revelación de secretos, la responsabilidad comunitaria, podemos descubrir el perfil del hombre que se quiere formar, el tipo de hombre que esta forma de educación quiere realizar, es decir: hombres completos. Hombres:
– Que posean la palabra y sepan escuchar: “Al anciano no se conoce por el ojo, se conoce por la oreja”.
– Abiertos al mundo invisible a pesar de las apariencias, capaces de guardar un secreto y de conocerse a sí mismo: “Conocer el caballo, conocer el árbol, conocer el agua es bueno, pero conocerse a si mismo vale más que nada”.
– Valientes y de dueños de si capaces de dominar el miedo y el sufrimiento por el bien del poblado y con los que se puede contar.
– Solidarios hechos para la comunión: “El hombre es un árbol, los otros son las raíces”. “Si tus padres te alimentaron hasta que te salieron los dientes, tienes que alimentarlos cuando los suyos caigan”.
¿No ganaría mucho la educación moderna en África inspirándose en algunos valores humanos que encierra esta forma de educación tradicional, que cogía al hombre en su totalidad preparándolo a ser un miembro útil a la sociedad e integrado en ella?
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