A menudo me pregunto dónde estarían los negros si no se los hubieran robado tantos de sus líderes. Si es verdad que un hombre con una idea puede cambiar una nación y tiene un efecto sobre el mundo entero, así como Toussaint L’Ouverture liberó a los esclavos haitianos, la convicción de un hombre puede verdaderamente cambiar la vida de muchos.
Me pregunto en mis momentos de melancolía cuál sería nuestra mentalidad si Steve Biko estuviera todavía aquí, si se pusiera en pié delante de las multitudes, diciendo: “el arma más potente del opresor es la mente del oprimido”. Si todavía estuviera vivo para liderar y enseñar a los más desfavorecidos la importancia de la conciencia y el orgullo negros. Enseñar la importancia del amor negro y no el odio blanco. Puede que tuviera su propio Instituto, donde aplicaría su intelecto al rol de la conciencia negra en las empresas y el desarrollo negros.
Donde estaría el partido comunista surafricano si Chris Hani estuviera vivo, si pudiera levantarse ante multitudes rojas y decir: “Las ventajas de un nuevo gobierno no son realmente atractivas para mí. A todo el mundo, por supuesto, le gustaría tener un buen trabajo, un buen salario y esa clase de cosas. Pero eso no lo es todo en la lucha –y debemos aceptar que la lucha continua siempre, bajo diferentes condiciones, ya sea dentro, como fuera del parlamento. Debemos empezar a abordar los problemas reales del país. Y los problemas reales del país no son si uno está en el gabinete, o en un ministerio clave, sino lo que hacemos para mejorar la situación social de las masas trabajadoras”.
Si él estuviera todavía aquí, hubiera avanzado en la lucha por una Suráfrica más social, una que invirtiera efectivamente en programas sociales que mejorarían permanentemente la situación de los más pobres de Suráfrica, negros y blancos.
Estos momentos de preguntas a mi mismo se amplían y me llevan a imaginar la Comunidad de Desarrollo del África Austral, [SADC] co Samora Machel. Pienso en Patrice Lumumba, Malcom X, Martin Luther King, Ernesto Che Guevara, Robert Sobukwe, Bob Marley, Marcus Garvey, Bobby Seale, Huey Newton, Johan Heyns, Pio Gama Pinto, Ruth First, Kwame Nkrumah, Albert Luthuli y muchos más héroes no reconocidos de la justicia social. Creo que lo que todos estos nombres tienen en común es un ideal sobre que el estado y el mundo pueden y deben ser mejores, que es necesario cambiar las bases de la libertad para todos.
Esta idea llevó a la mayoría de ellos a su propia muerte, y sin embargo la misma idea les hizo inmortales. Es importante que nosotros nunca traicionemos su memoria.
Mayihlome Tshwete
Publicado en Busines Day, Suráfrica, el 21 de junio de 2010.
Traducido por Rosa Moro, de Fundación Sur.
