El caso de una alumna madrileña, que se vió excluida de su colegio por llevar el “pañuelo” – o mejor “la toca islámica” – ha desatado en los medios impresos, tanto de pago como gratuitos, una polémica que me parece desorbitada, como si en estos momentos no hubieran en España problemas más graves y urgentes para ocupar a los periodistas.
Las opiniones se enconan y unos invocan el derecho fundamental a la enseñanza y otros defienden la libertad religiosa. Sólo algunos, tímidamente, recuerdan el derecho de los colegios a tener sus propios reglamentos.
“RESERVADO EL DERECHO DE ADMISIÓN”
En otro orden de cosas, todos hemos visto en algunos establecimientos, como restaurantes, clubes, casinos y hasta en salas de espectáculos,ese cartelito. Eso no es racismo, es si se quiere cultura de club, que nos vino de los ingleses. Si en un local se exige corbata y chaqueta para entrar, no queramos forzar la puerta en camiseta y bermudas…Es de sentido común. El dueño del local o la directiva del club asumen que van a perder algunas consumiciones, pero prefieren un cierto lucro menor al nivel de decoro, que les parece digno.
Yo he vivido ¡40 años en África! – de 1951 a 1991 –en varios países, cuyas sociedades eran multiculturales y plurireligiosas. En muchos lugares, los musulmanes eran numerosos, aunque no fueran la mayoría. Las familias musulmanas de clase acomodada preferían mandar a sus hijos –sobretodo a las niñas – a colegios católicos. Además de buscar la excelencia de la enseñanza, también apreciaban la disciplina y calidad de la educación. Por otro lado estaban seguros de que los “frailes” o las “monjas” no hacían proselitismo
Ahora bien, en los países ex colonias británicas, donde la tradición del uniforme escolar es una señal distintiva del colegio. Todos los alumnos y alumnas se conformaban sin protestar a llevar el uniforme de su colegio con mucho orgullo. El uniforme es la mejor solución para eliminar las diferencias de clases sociales o de pertenencias religiosas. Todos iguales como en el ejército o la policía y hasta en los clubes deportivos. Es lo más laico e igualitario.
Cuando voluntaria y libremente se escoge una institución de otra religión, no se puede andar exigiendo cambios, que se conformen a mis creencias. Además esos padres no veían mal que hubiera crucifijos en las aulas y que los profesores, religiosos y religiosas, vistieran sus hábitos congregacionales, como los alumnos llevaban el uniforme. Podemos decir que se comportaban como invitados corteses. Había algunos chicos y chicas, que con autorización escrita de sus padres, solicitaban asistir a las aulas de Religión Católica, no para convertirse al cristianismo, sino para conocer mejor a sus compañeros cristianos, lo mismo que a los cristianos se les podía hablar en aulas de Historia de la aparición del Islam y de su expansión en el mundo.
El motivo profundo de esta política es que cuanta mayor información y conocimiento mutuo tenemos, mejor es la convivencia ciudadana democrática.
Además conviene recordar que el Judaísmo, el Cristianismo y el Islam son las tres religiones abrahámicas, porque reconocen al patriarca Abraham com el padre común en la fe en el Dios único.
UNA EXPERIENCIA PERSONAL ORIGINAL
Cuando llegué a la parroquia de Tugán (Burnina Faso) en enero de 1980. Una vez ambientado en mi trabajo, que consistió sobre todo en aprender la lengua local, el Samo del Norte, iba a comenzar el curso 1980-81. El párroco me encargó de las aulas de Religión en el Liceo Nacional para los alumnos del 2º ciclo de secundaria. (En Burkina siguen el sistema francés de Bachiller elementar al terminar el 4º año y el Bachiller superior después del 7º año). En este Instituto Público, los alumnos musulmanes eran más numerosos que los cristianos – sumados los protestantes y los católicos,- pero los musulmanes no tenían profesor de su religión. Mi primera intención fue pedir al rector del liceo, que durante mi clase de religión, los no cristianos tuvieran estudio o recreo.
Como por otro lado, la parroquia tenía buenas relaciones con el Imán de la mezqwuita de Tugán, pues un hijo suyo colaboraba con la Caritas, le hice una visita para comentar con él mi situación, un tanto anómala. Yo esperaba que propusiera a su hijo, que había estudiado en El Cairo y en La Meca, para ese cometido, pero no fue así. EL imán se dirigió a mí, diciéndome: “Padre, tanto los musulmanes como los cristianos rezamos ¿porqué no enseñas a nuestros hijos a orar bien?” Esta proposición me pareció admirable, por la confianza que suponía, basada en nuestra mutua amistad. Yo e pedí que al viernes siguiente lo anunciara en la mezquita, para que los padres que lo desearan pidieran al rector del Instituto que sus hijos asistieran a mis clases.
Durante el curso, fuimos recorriendo todas las formas de oración a Dios, Creador y Señor del Universo. La oración de adoración y alabanza, la oración de acción de gracias y de petición, la oración silenciosa de contemplación, En fin todo un curso comentando algunos salmos de la Biblia y algunas “asuras” del Corán. Enterado el obispo de mi enseñanza plurirreligiosa la aprobó con agrado. Él mismo conocía al Imán, pues sus familias Toè y Ky eran naturales del mismo pueblo: Toma, en la región Samo del Sur. Patria chica del ilustre historiador y político José Ky-Zerbo.
Al terminar el año escolar. Recibí un recado del Imán invitándome a ir una tarde a su casa. Cual no fue mi sorpresa al encontrarme a una comisión de padres de alumnos, que venían agradecerme las enseñanzas que había transmitido a sus hijos, para que fueran “mejores creyentes del Islam”.
Tengo un montón de experiencias positivas de mi convivencia con los buenos musulmanes de Tugán. Espero que algún día podré publicar un manuscrito, cuyo título es: “El Islam nuestro de cada día…” A ver si pasa la crisis y alguien me financia su edición. Sería mi contribución personal a crear un clima de buen entendimiento y de amistad entre musulmanes y cristianos, pues yo creo en el DIÁLOGO DE LA VIDA,- trabajar juntos, sufrir y disfrutar juntos, comer y rezar juntos… Todo esto es más eficaz para la buena convivencia, que el “Diálogo Teológico”, donde planeamos sobre nebulosas de conceptos abstractos, a veces análogos y otras equívocos, como si el hombre fuera el creador de Dios y no su criatura.
FAVORECER EL CAMBIO CLIMÁTICO RELIGIOSO
Muchas de las intransigencias actuales son consecuencia de la radicalización de los movimientos islamistas fundamentalistas, que los talibanes difundieron y que grupos terrorista como Al Qaeda pretende imponer por la violencia la organización de los estados como sociedades donde la charía, sea la Constitución. Una ley islámica interpretada según sus criterios.
Pero existe otro Islám. Días pasados atravesaba el jardín, que sirve de atrio a la Casa Árabe, ubicada en el edificio neo-mudéjar de las Escuelas Aguirre (este nombre no hace ninguna referencia a la dinámica presidenta de la región de Madrid), entre las calles de Alcalá y O’Donnell, frente al Parque del Retiro. Pues bien, en lugar bien visible están dos vallas publicitarias con bustos masculinos y femeninos.
Ninguna mujer musulmana está representada con pañuelo o velo cubriendo la cabeza. Mientras que entre los hombres hay uno que lleva turbante y chilaba. Pero hay más: En la valla que mejor se ve al entrar, hay una odalisca, casi en bikini, ejecutando la danza de los siete velos, que lleva colgados a la cintura. Este Islam se vivió en el Imperio Otomano, tanto en Istambul-Constantinopla, como en Egipto, Argelia, Túnez y en Al-Andalus… El Islam no es sólo el “Wahabismo” rígido y machista, que impera en Arabia Saudí y el fundamentalismo cerril de los talibanes de Afganistán, el mayor país musulmán del mundo es Indonesia, que de árabe no tiene nada. Lo mismo que los millones de musulmanes que existen en China.
En mi opinión, entre los españoles, por atavismo, se confunde generalmente musulmán y “moro” de Marruecos y no nos damos cuenta de que casi todos los beréberes, que son los primitivos pobladores del África del Norte, que fueron una pesadilla para los romanos (basta recordar las guerras de Yugurta), fueron poco evangelizados por éstos y por los bizantinos, porque ignoraban su lengua, -el tamazig,- y en siglo VII fueron sometidos por los ejércitos árabes musulmanes invasores, que venían del Medio Oriente, pasando por Egipto. Aquellos cristianos de Kabilia, en las montañas de Argelia, sobrevivieron hasta el siglo XII en circunstancias difíciles, tanto es así, que un sultán de Argel escribió al Papa pidiéndole obispos para aquellas comunidades huérfanas, en peligro de extinción.
HAY QUE CONOCER LA HISTORIA
Si he recordado a grandes rasgos estos hechos históricos, es porque no hay cosa peor para comprender las situaciones presentes, que ignorar la Historia. Por otro lado, creo haber demostrado con experiencias personales, que lo más importante para la convivencia pacífica es el respeto mutuo y la amistad. Así aceptaremos al otro como es, porque a fin de cuentas, la mayor parte de nosotros, como ellos, no escogió de adulto su religión, -aunque llegado un momento la asumimos consciente y libremente,- pero somos lo que somos, porque unos nacimos en una familia cristiana y ellos en una familia musulmana. Las “cigüeñas” anidan en los campanarios y en los minaretes…
No es necesario hacer “tabula rasa” de nuestras religiones, raspándolas con la lija de la laicidad. Lo que hace falta es purificarnos todos, cristianos y musulmanes, de tantos estereotipos acumulados a lo largo de siglos de rivalidades, luchas, conquistas y reconquistas, piraterías y cautiverios…
Otro gallo nos cantaría, si los medios orales, visuales y escritos no jalearan tanto cualquier incidente menor. Aquí nadie habla de la policía especial establecida en Túnez por el presidente Ben Alí para “arrancar” el “pañuelo” o la “toca” islamista a las muchachas, que frecuentan la Universidad. Allí no se andan con escrúpulos frente a todo lo que huele a provocación islamista.
Según los criterios de algunos defensores de la “alianza de civilizaciones” y de la igualdad de derechos ¿Qué pasaría si una secta de nudistas mandase a sus hijos e hijas desnudos a las escuelas? ¿También habría que respetar sus opciones de vida…?
CONCLUYENDO
En varios países de la Unión Europea: Alemania, Gran Bretaña e Italia no se ha dado importancia al hecho de que las alumnas vayan con “pañuelo” a clase, en Francia, donde la presión islamista es mayor y donde existe la manía de reglamentarlo todo, queda prohibido su uso en la mayor parte de los establecimientos públicos, dejando a los privados su libertad de reglamento.
Casi todo el mundo está de acuerdo en prohibir en Europa la burka afgana, que ya ha provocado accidentes de tráfico, porque impide la visión y el uso de gafas. En el mismo Afganistán existe una liga de mujeres contra el uso de esa prenda, que remonta a la antigüedad anterior a la llegada del Islam, y que resucitaron los talibanes islamistas, como símbolo de su dominio sobre las mujeres, que según ellos no deben ir a la escuela, sino dedicarse a los trabajos domésticos y a ser sumisas a sus maridos y demás hombres del clan.
No distraigamos la atención ciudadana con estas cuestiones de “trapos”, mientras más de cuatro millones y medio de parados, van a andar, si nos descuidamos, con el culo al aire…