Ruanda: Cómo el general Paul Kagame entiende la «democracia».

29/04/2010 | Opinión

A 100 días de las elecciones presidenciales previstas en agosto de 2010, Paul Kagame, ya más que seguro de ser reelegido, trabaja para, llegado el momento, proclamarse “elegido con el 100% de los sufragios emitidos”, Lejos de inmutarse ante esta dictadura ubuesca y de otros tiempos que se ha enraizado en el corazón de África, La Comunidad internacional parece acomodarse a ella e incluso impulsarla, con desprecio de la dignidad y derechos elementales del pueblo ruandés, víctima de un totalitarismo raramente igualado en otros sitios.

La oposición no es autorizada

Para Paul Kagame y su partido el FPR, ninguna especie de oposición tiene derecho a existir en Ruanda. El principal partido de oposición formado en el extranjero y que trataba de instalarse en el país lo ha aprendido a su costa. Todo indica que las FDU-Inkingi de la Sra. Victoire Ingabire no serán inscritas cundo se celebren estas elecciones. La Sra. Ingabire, candidata de su partido ha sido inculpada de crímenes tan graves como imaginarios y está en situación de residencia vigilada en Kigali.
Otros pocos partidos de oposición han sido hostigados y quebrantados por los servicios del partido-Estado (caso del partido PS-Imberakuri de Bernard Ntaganda) o simplemente prohibido (caso del Green Party de Frank Habineza).
La prensa es amordazada y solo las voces que cantan alabanzas al FPR y a Paul Kagame tienen derecho a existencia. Dos periódicos independientes, Umuseso y Umuvugizi, acaban de ser suspendidos por haber publicado artículos considerados críticos con el régimen.

Las organizaciones de defensa de los derechos humanos en cuanto se atreven a señalar con el dedo las violaciones flagrantes de los derechos que el régimen de Kagame comete cada día son inmediatamente prohibidas para trabajar en Ruanda. Últimamente Human Rigth Watch ha pagado los platos rotos y su representante en Ruanda ha visto cómo se le rechazada la renovación de su visado por haber publicado un informe crítico con el régimen.

La Comisión electoral, que podría calificarse como “el gabinete bis del presidente Kagame, redobla sus esfuerzos para garantizar al Jefe el 100% de los votos. Los miembros de esta comisión son militantes fanáticos del FPR en el poder y sus giras por el país se asemejan más a los mítines políticos de campaña electoral a favor de Kagame que a sesiones de explicación.

El FPR y el mismo Paul Kagame están en campaña antes del tiempo establecido para ello, cuando en frente no tienen a opositor alguno. Las sesiones llamadas “Ingando” u otras iniciativas en los “Intore” están destinadas a inculcar la ideología del FPR y la adoración al su guía Paul Kagame.

Los pequeños partidos-satélite del FPR, a los que éste distribuye las migajas de su poder, están sin saber exactamente qué hacer en semejantes circunstancias, en tanto el jefe no diga nada. Colmo de la ironía, es el FPR el que debe darles la orden de presentar algún candidato contra Kagame, para que éste no sea “el único candidato”.

Obsesión: poner “fuera de juego” a Victoire Ingabire

Por mucho que Paul Kagame declare que esta pequeña mujer no le impide dormir, los hechos demuestran lo contrario. En cuanto llegó a Kigali el 16 de enero de 2010, la Sra. Ingabire fue víctima de ataques concertados de la prensa, de la policía y de la clase política ruandesa. Para desacreditarla, fue acusada de “revisionismo” y de vehicular “la ideología genocida”. Estas acusaciones “comodín” son difíciles de refutar, del mismo modo que el régimen no está obligado a probarlas y constituyen un arma secreta del FPR. Para remachar el clavo, el poder de ha acusado a la Sra. Ingabire de “colusión con un grupo terrorista”. La inconsistencia de las acusaciones y su carácter político han aparecido claramente.

En primer lugar se planteó la cuestión de que Victoire Ingabire se habría encontrado con algunos elementos de las FDLR en España; lo que el poder tiene a presentar como un crimen. Pero, lo que se ha demostrado es que este encuentro había sido organizado por una ONG española que había invitado no solamente a las FDLR y a la Sra. Ingabire sino también a miembros del FPR. En estas condiciones, se entiende mal cómo el hecho de ser invitado a un mismo encuentro baste para probar lazos políticos entre invitados. No teniendo en cuenta estas contradicciones, los acusadores han cambiado de hombro su fusil y han afirmado que Victoire Ingabire fue a corromper a elementos de las FDLR para reclutarlos para un movimiento armado en creación. Ayer acusada de colaboración con las FDLR, hoy la vemos acusada de tratar de destruirlas. Los servicios secretos del régimen habrían identificado le movimiento armado de la Sra. Ingabire y habrían detenido recientemente a sus cómplices, cuyos nombre y graduación han sido publicados.

La dificultad está en que dos de los oficiales citados, supuestamente detenidos en Burundi en el contexto de la inculpación a la Sra. Ingabire, tienen un recorrido bien documentado, pero de ninguna manera probatorio de que se habrían cruzado con Victoire Ingabire. Incluso el demasiado célebre Rayika Omar, que se presenta como “Consultant to the Rwandan Demmobilisation and Reintegration Commission”, en su informe de diciembre de 2008 (1), no viene en ayuda del Fiscal. Rayika Omar nos muestra en la página 18 de dicho informe que el teniente-coronel Tharcisse Nditurende, alias Hussein, había desertado de las FDLR ya en agosto de 2008; el teniente-coronel Noel Habiyakare, alias Franck, citado en la página 201 como residente en Zambia desde 2007, fue arrestado en Burundi en septiembre de 2009, mucho antes del regreso de Victoire Ingabire a Ruanda. Es difícilmente creíble que estos oficiales desertores, en fuga por el este de la RDC, hubieran podido viajar fácilmente en varias ocasiones a Kinshasa para entrevistarse con la Sra. Ingabire, como lo afirma la acusación. Sin querer reemplazar a los abogados de la defensa, estamos seguros de que este montaje de los servicios secretos ruandeses es fácilmente desmontable. Bastaría con contra-interrogar a estos pobres excombatientes que quizás nunca han puesto los pies en Kinshasa.

Así pies, actualmente Victoire Ingabire está “fuera de juego” cara a las elecciones de agosto de 2010: debe salir del atolladero judicial sin saber cuándo tendrá lugar su proceso y caso de que tuviera lugar si no será condenada a pesadas penas. Entretanto, las elecciones se celebrarán y Kagame será elegido por un nuevo mandato de siete años.

¿Desprecio al pueblo ruandés o complicidad con el dictador?

En el momento en que uno de los regímenes más totalitarios del mundo extiende sus fantasma en Ruanda en vísperas de unas elecciones, el ensordecedor silencio de la prensa internacional (los grandes medios hacedores de opinión) y la ausencia de condena de la Comunidad internacional son extraños. Pero todavía, algunas posturas son claramente chocantes, incluso insultantes para con el pueblo ruandés. Es el caso de la Unisón Europea que no sólo va a financiar la reelección del presidente Kagame con el 100% de los sufragios, sino que no ha juzgado conveniente enviar observadores, con el pretexto de que “en este país todo va muy bien en comparación con Burundi o la RDC”. Según los responsables europeos, los burundeses tienen derecho a la democracia y hay que acompañarlos, lo mismo que a los congoleños, pero los ruandeses están condenados a sufrir la dictadura oscurantista de cierto Paul Kagame, que ellos trajeron desde Uganda para instalarlo en Ruanda en 1994. No sólo es despectivo, sino también cargado de consecuencias.

Emmanuel Neretse

Fuente: www.musabyimana.be 27/04/2010.

(1) Rakiya Omar, Consultant to the Rwanda Demmobilisation and Reintegration Commission, The Leadership of Rwanda Armed Groups Abroad witht a Focus on the FDLR and RUD/Urunana, december 2008.

Traducción: Ramón Arozarena.

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