¿Adónde se dirige África?

22/03/2010 | Opinión

Tengo la tentación, en algunos momentos, de adoptar la idea de René Dumont que, en 1962 afirmaba a través del título de sus libros que: “el África negra va por mal camino.”

47 años después de que se publicara dicho libro, actualmente todo indica que África no va bien.

Los oscuros datos que refleja en los ámbitos de la economía, las infraestructuras, la democracia, el respeto de las libertades públicas y demás…, conducen de forma inequívoca a certificar que en general, el continente africano no va por buen camino.

Aunque no sea un afro pesimista y, a pesar de los esfuerzos que hacen algunos pocos gobiernos para mejorar la vida diaria de sus ciudadanos, admito que la imagen de África caracterizada por las guerras, la miseria, la pobreza y las enfermedades no tiene falta de fundamentos. Además, la irresponsabilidad de los africanos que están a cargo de asuntos públicos mancha aún más la reputación del continente. Y en este aspecto, muchos de estos dirigentes están vistos como ciegos a la cabeza de sus pueblos.

¿Por qué estos presidentes africanos son tratados de esta forma? Es por su falta de liderazgo y de visión. A pesar del tiempo que pasan tratando muchos asuntos, nunca han tenido en cuenta las preocupaciones de sus pueblos ni tampoco han fundado las bases de un desarrollo armonioso. Además, cabe preguntarse si son conscientes de la profunda y creciente miseria en la que vive el pueblo. ¿Tienen realmente una estrategia para responder a las expectativas del momento? Son tantas las preguntas que me gustaría compartir con ustedes.

Si no, ¿cómo comprender que con tantas riquezas naturales y con una población tan joven como educada, África continúe retrocediendo? El balance económico es penoso a causa de las políticas arriesgadas y de una deuda enorme que arrastra desde hace años y de la que es incapaz de librarse, impidiendo así cualquier desarrollo posible. En vista de los precedentes, puedo pensar con toda razón que África sigue sin encontrar su camino.

Con respecto a este tema, existen dos ideas que podrían justificar esta situación. La primera sostiene que por la transposición del modelo de desarrollo y de gestión de las ex colonias sobre los jóvenes estados africanos independientes todo parece haber tomado la dirección errónea. En cambio, la segunda señala la irresponsabilidad de los africanos como la causa principal de su desventura.

Tanto en un caso como en el otro, estas dos tentativas de explicación de la situación de infortunio en la que se encuentra África pueden ciertamente tener algo de verdad. Pero no es fácil entender que después de medio siglo de independencia, África no haya conseguido trazar de forma clara su camino y teniendo en cuenta su propia realidad, tampoco haya conseguido medios ni aspiraciones.

Sin embargo, no descarto que algunas de estas metrópolis hayan sido responsables desde la época de las independencias hasta hoy en día, pero sigo pensando que a pesar de este papel nocivo que hayan podido desempeñar estas ex potencias coloniales, la mayoría de los africanos que han tenido el cargo de conducir el destino del continente han pecado por ser irresponsables y por falta de visión. Todo esto ha tenido como consecuencia la perpetuación de la influencia de estas ex colonias sobre los asuntos públicos africanos y por tanto, casi todo el control de los aparatos económicos y políticos.

Con el fin del Apartheid en Suráfrica, la apertura democrática en el resto del continente traducida por la celebración de conferencias nacionales y otros foros sobre el porvenir de África a partir de 1990, el fin de los partidos únicos y la instauración del multipartidismo; al igual que ciertos países llevaron a cabo desde una organización transparente y pacífica de consultas electorales hasta la instalación de nuevas instituciones democráticas, creímos por desgracia en un nuevo punto de partida…

Tratándose de un balance democrático en el continente que hoy no se puede envidiar, con una democracia trabada y que está para el arrastre a causa de la vuelta forzada del pensamiento único y de las dictaduras moderas; esta democracia es una democracia que se debilita y que ha perdido su enjundia desde principios de los años 90. Para algunos africanos, la esperanza suscitada por este impulso democrático no es más que un simple recuerdo. En muchos lugares, el proceso democrático es aplastado cuando no tiene simplemente una avería. La influencia de los regímenes impopulares sobre el sistema político y administrativo permite, en gran parte de los casos, legitimar elecciones falsas teniendo como consecuencia una gestión esnobista de los asuntos públicos, la confiscación de las libertades públicas y una ausencia notoria de alternancia política. Ante este hecho ya establecido, las esperanzas de que un contrapeso se exprese se esfuman día a día a causa de la vulnerabilidad de una oposición política y de una sociedad civil que no saben hacerse sitio puesto que no disponen de suficientes medios de acción para resistir a estas nuevas dictaduras.

A pesar de estos oscuros datos, es conveniente matizar mi propósito ante la situación global de África aplaudiendo los esfuerzos realizados por países como Ghana y Botsuana en lo que respecta a la buena gobernabilidad y a la alternancia política. Precisamente, estos esfuerzos explican las buenas prestaciones económicas y la estabilidad política de estos últimos años en estos dos países.

Por último, mediante esta carta de esperanza, invitamos a que los dirigentes africanos que reconozcan formar parte de estos datos, no tengan vergüenza y no duden en inspirarse en estos dos ejemplos anteriormente citados con el fin de que se construya un futuro mejor para las generaciones venideras; y que los dirigentes africanos que se empeñan en remar a contracorriente sepan que pase el tiempo que pase serán capturados por la historia y por consiguiente, juzgados.

Romuald Pinda

Publicado en el blog de Romuald Pinda y enlazado en el periódico de Congo Brazzaville “Congo Page”, el 6 de noviembre de 2009, en la categoría de “Desde mi humilde punto de vista”.

Traducido por Teresa de Agustín, alumna de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid Traducción /Interpretación, colaboradora en la traducción de algunos artículos.

Autor

Más artículos de Administrador-Webmaster