Kagame debe reconciliarse con los ruandeses

18/03/2010 | Opinión

Lo que está ocurriendo en Ruanda recientemente demuestra que el presidente, Paul Kagame, está perdiendo poco a poco el control sobre Ruanda. La información sobre que su jefe de Estado Mayor, el general Kayumba Nyamwasa, ha huido de Ruanda y se ha marchado a Suráfrica, tendrá efectos reveladores. Tiene mucho que ver con el desgaste del poder de Kagame.

El presidente Kagame tiene el reconocimiento de calmar Ruanda y atraer un notable desarrollo. Sin embargo debe embarcarse en una verdadera democracia y evitar permanecer en el poder más de la cuenta, como su homólogo de Uganda.

Naturalmente, la arrogancia crea las semillas de la autodestrucción. Durante mucho tiempo, Kagame lo ha sido todo en Ruanda. Después de hacerse cargo de todo y nombrar a una marioneta el ex presidente Pasteur Bizimungu, él siguió moviendo los hilos detrás del escenario hasta que depuso a Bizimungu. Aparte de manipular la constitución para permanecer en el poder, Kagame ha gobernado Ruanda con puño de hierro. Ha apostado por el genocidio como pretexto para castigar o impedir el surgimiento de ideas alternativas. En referencia a los recientes ataques a la líder de la oposición y aspirante a la presidencia, Victoire Ingabire, a la que acusó de meter el dedo en las heridas de la nación, simplemente porque ella preguntó por qué se estaba dejando de lado a los hutu. El presidente Kagame también ha cometido graves crímenes contra sus críticos. Nyamwasa es una de las víctimas recientes. Durante un tiempo, los trucos de pacotilla de Kagame han funcionado. Pero con el transcurso del tiempo, parece que su varita mágica está perdiendo credibilidad, gracias al enfrentamiento de los miembros de su círculo más íntimo.

Lo que está ocurriendo en Ruanda raya en un episodio de la gallina que se come los huevos. Después de haberse comido todos los huevos, la gallina se enfrenta a la gran pregunta: ¿Cómo puedo seguir adelante sin procrear? Kagame, como cualquier dictador, no cree en la muerte ni en la democracia sino en gobernar de por vida. Esto es lo que ven sus oponentes.

Han pasado 16 años y la gente empieza a cuestionar la infalibilidad de Kagame. Están cansados de lameculos. Quieren una verdadera democracia. Ingabire dice que los ruandeses quieren políticos que se basen en una verdadera democracia, no tonterías, engaños y traiciones. Decidida a organizar una pelea limpia y dura, Ingabire ha llevado un soplo de aire fresco a la política de Ruanda.

Considerado por sus enemigos como autonombrado guardián y custodio de la estabilidad en Ruanda, Kagame necesita comprender que el bienestar de un país depende de la ciudadanía en conjunto, no del show de un solo hombre. Aunque él siempre ha mantenido que no es un dictador, las palabras de Nyamwasa, uno de sus colaboradores más cercanos que recientemente se ha separado de él, dicen mucho. “Miren el gran cambio que ha dado toda la gente que ha trabajado para el régimen. Lo dice todo. Miren a todos aquellos que han trabajado con el presidente Kagame, pregúntenle quién está trabajando con él todavía. Si todos nosotros somos malos y él es la única buena persona, Ruanda no tiene futuro”. Afirma Nyamwasa.

La mayoría de los gobernantes africanos dan puestos de embajadas a sus rivales conocidos, para que la gente se olvide de ellos en casa. Kagame ha eliminado a casi todos los camaradas que considera una amenaza para su puesto de poder.

El teniente general Nyamwasa, que hasta que huyó era el embajador de Ruanda en India, se une a una lista en crecimiento de ex altos oficiales del ejército de Ruanda que en los últimos años han discutido con el presidente Kagame, y al final han abandonado el país. En 2007, el coronel Karegeya, también huyó a Uganda y después a Suráfrica. Otros son Theoneste Musindashaka, (27 de julio de 2009), el senador Stanley Safari (2 de junio de 2009), el teniente coronel Sam Baguma (abril de 2009), el capitán Evaris, el capitán Eliphaz Ndikuyezu, el capitán Claude Bizimungu, el capitán John Uwintari, el capitán John Bosco Muhizi, el capitán Theobal Gakumba, el capitán John Ontabuka, Jean Pierre Kagubare y el mayor general Emmanuel Habyarimana, (2004).

No hay diferencia entre cómo están sucediendo las cosas en Ruanda de cómo están sucediendo en Uganda. ¿Dónde están camaradas como James Kazini, Noble Mayombo, Nakibus Lakana, Henry Tumukunde y otros que eran amigos de Museveni?

Kagame debe reconciliarse con su pueblo haciendo las cosas de la democrática manera que su pueblo quiere. Sería surrealista que Ruanda perdiera todo lo que ha ganado bajo Kagame.

Mkwazi Mhango

Mhango es de Tanzania y vive en Canadá, es periodista, profesor y activista de derechos humanos.

Publicado en el semanal The African Executive, nº 17-24 de marzo de 2010.

Traducido por Rosa Moro, de Fundación Sur.

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